Lazo Sanguíneo G!p

Capítulo 21

Muchas dudas rondaban la cabeza de Lena mientras manejaba de regreso a casa, con su hija dormida en el asiento trasero. Toda la información que Lillian le había soltado era cierta, Lionel lo había confirmado todo. 

El infierno había terminado, por fin era libre, pero ¿a qué precio?

Todo fue un desastre tras otro, ni siquiera terminaba de asimilar que Cath es su hija y Lillian casi muere por ella, Lionel fue declarado muerto en escena y su hija mayor había sido expuesta al infierno que había tratado de evitarle siempre.

Se sentía impotente, dolida y avergonzada con ella misma. Se odio por permitir que todo llegará a ese punto. ¿No sé supone que ella está preparada para este tipo de situaciones? ¿Porque no predijo esto? ¿Porque dejó que todo llegará tan lejos? Por miedo, el miedo la había paralizado a tal punto de segarla y no dejarle ver las cosas claramente.

Estacionó el auto frente a la casa y recargo por un segundo su cabeza en el volante. Su pecho se sentía oprimido, el cuerpo le dolía como si hubiera corrido kilómetros, pero sabía que se debía al desgaste emocional.

Dejo escapar algunas lágrimas de frustración y miedo por su mamá. Saboreo el nombre en su boca, se sentía tan rara esa palabra en referencia a Lillian, la mujer que siempre había sido una completa extraña para ella.

Diviso un movimiento dentro de la casa, pensó en cómo Kara estaba desesperada, asi que bajo del auto y abrió la puerta trasera del auto para despertar a su hija.

—Lori, cariño —la movió suavemente —estamos en casa

Lori se removió abriendo sus para salir de la inconsciencia, por un momento se sobresaltó hasta que vio a su madre ojiverde delante de ella.

Suspiro aliviada, estaba en casa.

La pesadilla había terminado.

Dentro de la casa, Kara corrió a la puerta en cuanto escucho que está fue abierta.

Jadeo al ver a su hija pálida, sucia y ojeresa, a diferencia de la Lori brillante y vibrante que era hace tan solo un dí antes.

Sollozó corriendo a su encuentro.

—Lorelay — la llamo envolviendola en sus brazos, como si no pudiera creer que estaba ahí.

—M-mami —balbuceo apretando su agarre en el cuerpo de su mamá rubia.

—Lori, oh dios Lori. ¿Estás bien? —pregunto apartandose para revisarla —¿No te hicieron nada?

Lori negó 

—Estoy bien mami, pero estaba tan asustada —sollozo.

Las lágrimas seguían corriendo por sus rostros sin control. Kara volvió abrazarla, deseando con ese simple gesto poder absorber todo el miedo, la angustia y dolor que estaba sintiendo su hija.

—Lo se, bebé, lo sé. —la consoló — Yo también estaba tan asustada de perder a mi pequeña genio, pero te prometo que no dejaré que nada así vuelva a pasarte

—¿Lo prometes mamá? Tenía tanto miedo de no volver a verte

—Lo prometo —beso su cabeza.

En ese momento levanto su cabeza para ver a Lena entrar por la puerta, su ropa manchada de sangre la asustó.

—¡Lena! ¿Que te paso? ¿Estás herida? Voy a matar a ese maldito —gruño acercándose a la pelinegra para revisarla.

Lena nego bajando la cabeza. La culpa de lo que había pasado pesaba sobre sus hombros.

—Estoy bien 

Kara negó 

—Estas manchada de sangre, es obvio que no estás bien.