Capítulo 13

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La rutina que los envolvió los días restantes de la semana resultaba triste

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La rutina que los envolvió los días restantes de la semana resultaba triste. No habían vuelto a discutir, es verdad, pero tampoco hablaban demasiado.
Tom salía temprano para el set, y Sophie iba luego, después de desayunar sola junto a la ventana. Ni siquiera cenaban juntos, lo hacían cada uno en un ambiente diferente. Solo hablaban en el set, lo necesario para poder hacer su trabajo, cosa que habían tomado como prioridad. Nada más.

Este día había iniciado diferente, al menos para Sophie. Tom, él tal vez lo olvidó y no lo podía culpar por eso.

“Mañana es el cumpleaños de papá” recordó ella al despertar.
Su padre seguía en el hospital, y aunque intentaba sobrellevarlo, el solo pensar en eso le hacía perder las ganas de hacer cualquier cosa.
Lo que la impulsaba para salir de la cama era recordar la manera de ser de él, y como la regañaría por perderse de un hermoso día estando encerrada, y por como no estaba “Trabajando en su sueño”.

Se levantó sin ánimos, y prefirió no desayunar sola otra vez. Tomó sus cosas y enviándole a Taika un mensaje, le avisó que no debía enviar el auto como todos los días. Decidió salir caminando.

Durante el día, por más que quisiera trabajar con normalidad, su desánimo era evidente.
Tom lo notó. — ¿Sucede algo? — le preguntó durante el almuerzo

— No me siento muy bien… pero no es importante.

— ¿Estás segura? — arrugó la frente

— Si, no te preocupes.

No fue hasta más tarde, cuando estaban de vuelta en la casa, que Tom pudo darse cuenta de lo que sucedía. Él estaba en la cocina, viendo la fecha, cuando Sophie entró a buscar agua.

— Sophie...

— ¿Si? — abrió la nevera, sin mirarlo

— Yo lamento haberlo olvidado.

Sophie lo vio, sosteniendo la puerta de la nevera abierta.

— Está bien… — dijo tranquila — no tienes la obligación de recordarlo.

— Pero él siempre recuerda mi cumpleaños. Se molestaría conmigo. — soltó una pequeña risita

Ella apretó los labios, intentando no llorar. — Dejaría de llamarte “Su amigo” — bromeó

— Estaría en todo su derecho de hacerlo. — le sonrió

Sophie solo pudo sonreírle antes de retirarse llevándose una botella con agua.

Para la hora de la cena, prefirió cenar en la cocina, con Tom. No quería estar sola.
Él parecía haber comprendido, sin necesidad de que se lo dijera. Se esforzó en buscar temas de conversación y hacer chistes, intentando hacerla sentir mejor. Y aunque no se lo dijo, Sophie estaba agradecida por eso.

Cuando se fue a la cama fue cuando su cabeza comenzó a dar vueltas, y los pensamientos y recuerdos la invadieron.
Se cubrió la cara con la almohada y se esforzó por dormir. Pero la mente humana es muy compleja, y dormir no fue suficiente para ahuyentar esos pensamientos.

Abrió los ojos.
Estaba en el asiento trasero del auto de su padre. Vio por la ventana y reconoció el camino. Estaban yendo rumbo al aeropuerto, donde Tom esperaba que fueran por él.
Los vio a ambos, a sus padres felices, cantando y riendo, pero esta vez sabía lo que iba a pasar. Y aunque lo intentó, su voz no salió, ni se pudo mover.
Solo pudo ver y esperar a que suceda.

Igual que aquella vez, de un momento a otro, el otro vehículo aparece frente a ellos. Su padre gira violentamente el volante en un intento por evitarlo. Las ruedas resbalan en la nieve. Su madre grita. Y luego, todo es oscuro.

- ¡No! – gritó sentándose en la cama

Tom la oyó y entró corriendo a la habitación. La vio llorando, era claro que había tenido una pesadilla.
No dudó y se acercó para abrazarla, corriendo el riesgo de que lo rechace. Pero para su sorpresa al notar su presencia, Sophie se aferró a él.

— Tom — dijo entre lágrimas.

— Shh… tranquila, estoy aquí. — le acarició el cabello

Sophie tomó con fuerza la tela de la camiseta de él, y las palabras se ahogaron entre su llanto.

— Solo fue un sueño… — intentó calmarla — Ya pasó... Ya pasó.

Es entonces, luego de estar unos minutos de esta manera, cuando se sintió más tranquila que Sophie tomó conciencia de los brazos de Tom alrededor de ella, y de su propia mano sobre el pecho de él.

No quiso verlo a la cara. No podía.

¿Tal vez esto no debería pasar?

En un intento por no pensar, cerró con fuerza sus ojos y se concentró en el confort que los brazos de él le proporcionaban.

Poco a poco se relajó, y dejó que el momento pase. Se acercó aún más y apoyó su rostro en el pecho de Tom, se invadió de su perfume, y con una sensación de estar en casa, casi sin darse cuenta, cayó dormida.

Tom se dio cuenta pero no se atrevió a moverse. Entonces se quedó allí, toda la noche junto a ella...

 Entonces se quedó allí, toda la noche junto a ella

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ᴛʜᴇ ʙᴜꜱɪɴᴇꜱꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora