- No termines conmigo. - soltó casi en una súplica.
- Lo siento... - dijo sintiendo como el un nudo en su garganta crecia y las lágrimas salían fuera de control - No puedo seguir con esto.
- Sophie... - susurró él, sin poder tampoco contener sus lág...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sophie
Me abracé a mi misma cuando llegué al patio. Mi madre había provocado que los recuerdos me golpearan una vez más. Cerré los ojos conteniendo mis lágrimas y oí la puerta abriéndose detrás de mí.
— ¿Estás bien? — preguntó Tom parándose a mi lado.
Asentí y lo miré — ¿Qué haces aquí?
— Tu madre...
— ¿Qué haces realmente? — lo interrumpí
Me miró unos segundos antes de responderme — Quería hablar contigo.
Abrí la boca para decir algo, pero mamá salió en ese momento para pedir que la ayudara en la cocina.
Entré a la casa y Tom lo hizo un momento después.
Mamá me dió una bandeja con bocadillos y cuando llegué a la sala para dejarla, mi abuela nuevamente había atrapado a Tom y le decía algo que no pude oír mientras le tomaba las manos. Pasé de ellos y me topé con uno de mis primos pequeños, Robin.
— ¿Puedo ver la televisión? — me preguntó
— Por supuesto. — tomé el control remoto y se lo di
Tan solo un instante después, mientras seguía repartiendo los bocadillos, Robin comenzó a señalar a Tom muy emocionado — ¡Ese eres tú!
Miré y pude confirmarlo, era Tom quien estaba en la pantalla acompañado de un enorme título que anunciaba su ruptura con Jessica. No pude evitar abrir la boca, sorprendida, y mirarlo. Él hizo una línea con los labios y alzó los hombros.
Eso es lo que quería decirme antes, había terminado con Jessica.
Luego de eso, intenté acercarme a él varias veces, pero era como si mi familia se empeñara en no permitirlo. Mamá no podía atender a todos sola, los niños corrían por todas partes, mis tías me hacían preguntas sobre la película, mi abuela se "robaba" a Tom cada vez que podía, y él... él me daba una mirada de vez en cuando. Ambos sabíamos que necesitábamos hablar, pero fue imposible.
Al finalizar el día, mi familia comenzó a despedirse poco a poco, y mamá se acercó a Tom.
— Cariño, ¿Cuando vuelves a Nueva York? — le preguntó
— Mañana
— ¿Dónde te quedarás está noche?
"No lo hagas mamá" pensé
— En un hotel, está cerca y...
— Claro que no — lo interrumpió — Puedes quedarte aquí, si quieres.
"Lo hizo"
— Anna, no sé si debería. — dijo apenado
— Insisto. Eres de la familia... — la miré — es decir, amigo de la familia. No puedes quedarte en un hotel.
