O3.

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Ahí estaba 

Noto como su respiración se cortaba y fijo su vista en el, admirándole como no había podido hace un año. 

La sonrisa de Martín no podía ser más grande, tenía los ojos entrecerrados y una expresión de total felicidad, mientras el mayor hacía todo lo que podía por que no se le escuchara sollozar, se odiaba por ello. A su lado, Ángela le apretó el brazo, sonriendo con emoción y le dedico su mejor sonrisa, aunque se prometió hablar con el cuando legaran al hotel. 

Ni siquiera se dio cuenta de cuando entró la novia hasta que se situó al lado de Martín, Laura, se veía hermosa, muy hermosa, casi perfecta, no podía negarlo, y eso le hacía sentir una mezcla de sentimientos contradictorios; por un lado sabía que él sería feliz con ella y eso le alegraba, pero por el otro odiaba que fuera ella a quien Martín amara toda la vida. 

La ceremonia siguió sin ningún tipo de contratiempo, los dos se dieron el "si, acepto" y tras el beso (en el que Isaza creyó que moriría) y pocas cosas más, se dio por terminada la ceremonia y por comenzada la celebración. 

Todos los invitados se reunieron afuera de la iglesia, la mayoría charlaban entre ellos. Acabaron hablando con los padres de Martín, Ángela y Susana se enfrascaron en una conversación con ellos sobre algo que Isaza no llego a entender aunque se les veía animadas, si no fuera por la distancia que guardaban sus hermanas de la pareja podría haber jurado que se conocían de toda la vida, aunque no se alejaba de la realidad, nunca habían hablado de tal modo. El por el contrario, se limito a bajar la mirada. 

Lentamente se fue alejando, en busca de algo con que distraerse. 

— ¿buscas a alguien? —contesto una voz detrás de el 

Isaza se quedo quito por un momento y notó que sus mejillas se ponían calientes. 

Martín estaba delante de el, con una sonrisa de felicidad, suponía. Isaza negó lentamente, sería un día largo... y semana en general. 

Mientras, Martín se acercó a su madre, y le dio un beso en su mejilla, pero su madre sin contenerse lo estrechó entre sus brazos, Isaza se quedó contemplando la escena sin saber que hacer en esos momentos. 

Vi como unos segundos después el brazo del recién casado paso por su hombros, en un gesto natural que que al menor le produjo un escalofrío — ¿qué tal todo? 

Martín se veía tan normal, le hablaba como si no hubiera pasado nada, o como si se hubiera olvidado de el, no sabía cual de las opciones era peor. Isaza bajo la vista a sus zapatos cuando noto el apretón cariñoso del menos sobre su brazo, se sintió tonto pues no sabía que decir. 

―Todo bien uhm... ― ambos se sumieron en un pequeño silencio que contrastaba con el bullicio de al rededor. 

― Ven conmigo, quiero presentarte a alguien, después de que se conozcan no querrán separase

De la única persona que no quería separarme era de ti...

Pero se limito a asentir y se guardo ese pensamiento para si mismo, siguiendo a Martín entre el bullicio de invitados que lo saludaban, tensándose un poco cuando la palabra "casado" salía de la boca de alguna de aquellas personas y rogando internamente porque no lo hubiera notado.

Le llevo junto a una chica, de unos años menor que el, asumía que de la misma edad que Martín o un año menor, llevaba un vestido celeste claro, y el cabello recogido en una coronilla trenzada, era casi igual a Laura. 

―Silvana Jiménez... hermana de la novia ― como si le hubiera leído la mente, la chica sonrió 

―Y-Yo soy Juan Pablo Isaza ―contestó, sentándose a su lado 

Ella le estrecho la mano antes de quitarle el sombrero y colocárselo ― ¿de España? 

―¿cómo sabes? 

―Allá hacen los mejores ―la chica le guiño un ojo. 

Isaza sonrió, desde que había llegado era la primera vez que no pensaba en algo que tuviera que ver con Martín

𝐔𝐍 𝐁𝐄𝐒𝐎 𝐄𝐍 𝐌𝐀𝐃𝐑𝐈𝐃:  ─── 𝙞𝙨𝙖𝙧𝙜𝙖𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora