Ángela no era especialmente cariñosa descontando a su familia y sus amigos cercanos. Isaza le caía bien, esa carisma había impactado en ella como en todos los demás de su familia y conocidos, hasta el punto que, esa despreocupación que en un principio había tachado de maleducada acabó pareciéndole, en cierto modo, dulce, producto de la juventud. Él la respetaba, la hacia reir, elogiaba sus diseños e incluso le ayudaba cuando lo necesitaba, Martín era sin duda, el mejor de los amigos de Isaza que había pisado esa casa. Lo quería, de verdad lo quería.
Por ello, esa mañana en la que ella se había levantado pronto y sentado frente a la ventana, a terminar uno de sus vestidos, se sorprendió gratamente al ver un carro parar y a Martín verlo bajar de él.
— Ángela! — Saludó con un suave movimiento de mano mientras se acercaba a la chica.
Acto seguido la chica pudo oír el sonido de unas pisadas acercándose, noto que era su hermana.
— Monchi, ¿quién es? — Gritó desde donde estaba.
— ¡Es Martín!
Eso sirvió para que el adormecimiento de Susana se disipara completamente, en menos tiempo del que pudo contar se apresuró a la ventana. Ambas bajaron, aún en pijama a abrir la puerta, con cierta alegría que intentaron tapar con una capa de ingenuidad
— ¡Marto! — Saludó la mayor de las hermanas, quien lo abrazo un poco fuerte, signo de la emoción que tenía.
— Hola Susi. — Sonrió él.— No paso mucho tiempo desde que nos vimos. — Ella rió y se apartó.
— Martín. — dijo Ángela, abrazándole y siendo correspondida. Soltando entonces aquella pregunta.— ¿Qué haces aquí?
Entonces el mayor de ambas se separó y supo en ese instante, por la sonrisa de complicidad de ella y la mirada ilusionada de Susana, que no necesitaban respuesta alguna.
— Creo que ya lo saben. — Contestó.
Por primera vez estaba nervioso. No había palabras para describir el torbellino que sentía en su estómago. Se sentía avergonzado de la situación, de haber estado jugando a dos bandas el último año. Aunque en cierto modo, esa vergüenza le había calmado, había sufrido las consecuencias y, seguramente, estas se extendieran a lo largo de su vida. Porque cuando su familia y la gente se enteraran del futuro divorcio y vieran a Isaza a su lado (si este se lo permitía) renegaría de él, sus hermanos lo apoyarían pero su madre se desmayaría como mínimo.
Al carajo, ya era libre.
— ¿Qué ha sido de Laura? — Inquirió Ángela. Se hizo el silencio, ambas miraron al mayor con curiosidad.
Él sintió una ola de incomodidad y simplemente se encogió de hombros: — Solamente seguimos caminos diferentes.
Ángela le sonrió, suavemente y le colocó la mano en el hombro. De forma cariñosa, como si le diera la bienvenida a la familia, por fin.
— Ya veo. Bueno, podría ser considerado como uno de los matrimonios más efímeros de la historia. — Susana asintió, sin poder ocultar su sonrisa.
— Perdone pero, ¿Dónde está-
— Tranquilo. — Camino hacia adentro de la casa, se sentaron.— Ha salido un momento, le gustará la sorpresa.
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𝐔𝐍 𝐁𝐄𝐒𝐎 𝐄𝐍 𝐌𝐀𝐃𝐑𝐈𝐃: ─── 𝙞𝙨𝙖𝙧𝙜𝙖𝙨
Fanfiction𝐔𝐁𝐄𝐌.┊❝Ella es tan dulce, es tan bonita... que estés con ella ¿Quiere decir que te olvidaste de mí? ❞ ━━ 𓂅 ¡𝐈𝐌𝐏𝐎𝐑𝐓𝐀𝐍𝐓! ₊˚.༄ ⭟ Esta historia incluye contenido isargas ⭟ Si no te gusta este shipp te pido que abandones la historia. ⭟ In...