Obsession - Taekook

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¿Qué tan memorable es el primer amor? ¿Lo recordamos claramente toda la vida o solo se vuelve un conjunto de escenas desgastadas y débiles en un rincón oscuro de nuestra mente?

¿Cómo sabemos si realmente fue amor? ¿O cómo sabemos si aquello que creíamos que era un simple gusto o atracción, realmente era amor?

El amor es confuso, es misterioso, es profundo, es inexplicable. Es tan complejo, que Taehyung no cree que un simple niño a la edad de 12 años le haya declarado de la forma más segura posible su "amor". ¿Era eso amor o pura e inocente ilusión?

Ilusión, sin duda.

Taehyung se preguntó mil veces cuándo esa ilusión terminaría. ¿En una semana? ¿Un mes? ¿Un año?

Fue mucho más de lo que esperó. Tanto, que en gran parte ya se había acostumbrado a ello, y tal vez y solo tal vez, le gustaba un poco.

-Uh, suéltame-dijo Jungkook, dándole palmaditas al brazo de Taehyung, el cual estaba rodeándolo en un cómodo abrazo.

-¿Por qué?-Preguntó, incluso apegándolo más.

-Ahí está Luke, no quiero que me vea así contigo...-explicó, viendo con preocupación a un chico rubio sentado a varias mesas adelante, que miraba distraídamente su celular.

-¿Acaso a Jungkookie le avergüenza llegar con su niñero a su cita?-Hizo un puchero con falsa pena, su mirada burlona lo decía todo.

En realidad, a él le jodía el término "niñero". Muchas personas anteriormente se habían referido a él de esa forma y, maldita sea, no, no era su niñero, era su TUTOR. Pero a Jungkook parecía joderle incluso más, así que no veía por qué no usarlo en su contra al menos una vez.

-Ni siquiera eres mi niñero-masculló el menor con el ceño fruncido y tratando de evitar abultar sus labios, aunque aun así Taehyung se dio cuenta y estiró con su dedo índice y pulgar el labio inferior del castañito.

-¿El pequeño bebé quiere que lo siente en mis piernas y le dé el helado en su boquita?-Preguntó burlón el mayor, apretando una de las mejillas del contrario.

-¡Tú sabes que sí quiero eso!-Haciendo casi berrinche, Jungkook quitó el brazo de Taehyung bruscamente y se adelantó para al fin llegar en su rubio amigo.

El peliverde rió bajo y se dirigió a la mesa más cercana para tomar asiento y esperar a que el mocoso terminara su dichosa cita.

Mientras tanto, un Jungkook con mejillas ligeramente sonrojadas y con cejas un poco fruncidas, se sentó enfrente del chico rubio.

-Jungkook.-Sonrió al alzar su mirada de su teléfono, lo guardó inmediatamente después para prestarle total atención al castaño frente suyo. -Creí que ya no vendrías, ni siquiera contestabas mis mensajes.

-Tuve algunos problemas.

Y con problemas se refería a secar su sudor y haberse lavado la cara en un baño público. Sí, en un baño público. Jungkook prometió no volver a entrar a un lugar como ese jamás.

-No importa. -Sonrió genuinamente. -Tengo novedades acerca de Kim Seokjin.

Jungkook se sorprendió.

Seokjin era uno de los consejeros del campamento al que habían asistido. Jodidamente guapo, jodidamente inteligente, jodidamente bueno para todo. Muy fuera del alcance para todos, pero aun así traía babeando a la mitad de los campistas, incluyendo a Luke y, en menor medida, a Jungkook.

Era genial, en serio, pero a Jungkook le seguía gustando demasiado Taehyung y eso ni siquiera Kim Seokjin logró cambiar.

-¿Qué pasa con él? Creí que no volvería a oír su nombre nunca-dijo extrañado el menor.