—Bien, el primer intento jamás funciona, Jun-ho me lo advirtió.
En esos momentos Gi-Hun y Sang-woo se encontraban bebiendo un poco de cerveza en el departamento de Sae-byeok y Ji-yeong, quienes habían salido a comprar algunas frituras y algo de pollo frito para hacer la reunión más tranquila.
—Jamás imaginé que un hombre de mi edad iba a tener que recurrir a sus amigos para conseguir salir con alguien.
—No es tan malo como suena—Sang-woo le miró con una ceja alzada—Bien, si suena mal pero tranquilo, vamos a conseguir que Alí salga contigo. Te lo aseguro. Estuve viendo los demás piropos y creo que este es el indicado. Es lindo y seguramente lo sentirá como halago.
—No va a resultar.
—Con esa mente negativa es evidente que no. Anda practica un poco— Gi-Hun le pasó la libreta y Sang-woo se aclaró la garganta—Finge que soy Alí.
—¡Vaya! No sabía que los ángeles habían llegado a la tierra.
—¡Así no! Lo dices demasiado formal, no, no, intenta relajarte. Mira—fue el turno de Gi-Hun de aclararse la garganta—¡Vaya! No sabía que los ángeles habían llegado a la tierra.
—Si eso fue la mejor forma de decir eso, entonces, Sang-woo va a morir sin haber estado nunca con Ali—afirmó Sae-byeok entrando al departamento de la mano de Ji-yeong—Nos encontramos a tu novio en las escaleras—informó dejando pasar a Jun-ho, quien abrió los brazos para recibir a su novio.
El hombre de lentes solo desvió la mirada al ver tal demostración de amor.
—Gi-Hun me dijo de tus planes con Alí, espero que la libreta ayude.
—No, no ha ayudado.
Jun-ho se rascó la nuca antes de tomar a su novio de la mano e irse a sentar al sofá donde Sang-Woo se encontraba.
—¿Lo estás diciendo bien?
—Dije justo como venía en la libreta, pero me trajo un té.
—Fue divertido ver como Sang-woo le sonreía a Alí diciendo un gracias para no hacerlo sentir mal—admitió Ji-yeong llevando el pollo frito a la mesa de centro—y lo bebió todo a pesar de que ni siquiera le gusta el té. Lo que uno hace por amor ¿verdad?
Jun-ho se quedó pensando por unos segundos antes de hablar.
—¿Hoy va a venir?— todos asintieron, era imposible hacer una reunión sin Alí—Entonces dile el piropo que se te haya ocurrido elegir de esta lista y yo observaré de cerca como lo haces. Así veré que errores tienes y los corregiremos. Dicen que la tercera es la vencida.
Sang-woo asintió sin mucho ánimo, dejando la lata de cerveza vacía en la mesa.
—Con ese ánimo no vas a conquistar a nadie— Sae-byeok le palmeó el hombro—Vamos, come un poco, si Alí te veo de esa forma, se va a preocupar mucho—el hombre de lentes asintió extendiendo su mano a la comida.
—Buenas noches— Ji-yeong en cuanto escuchó el timbre, se apresuró a abrir, dando paso a Alí—Lamento la tardanza, tuve un pequeño inconveniente. Hola hyung— el pakistaní dejó brevemente en la mesita de entrada una bolsa repleta de dulces—Traje esto.
—Eso solo le gusta a Sang-Woo— comentó Sae-byeok arrugando su nariz.
—Gracias—el de lentes se apresuro a tomar la bolsa, ayudando a que Ali se pudiera sentar a su lado—¿Todo bien? Estás algo pálido.
—Si, es que...
—Seguramente es porque ya viste las noticias ¿Verdad?—Alí negó—¿Acaso no haz visto las noticas?—Jun-ho se mostró falsamente sorprendido—¿No sabes lo que ha estado ocurriendo en las últimas horas?
—Ehh, yo...
Jun-ho le dió un golpe discreto a Sang-Woo.
—Los ángeles han llegado a la tierra— Alí observó atentamente a su hyung antes de sonreír. Todos contuvieron el aliento por unos segundos y Sang-woo se sintió estúpido al haber deformado el piropo—O sea, tu, tu, el ángel...
—Fue una buena broma, gracias por hacerme reír chicos— Alí apretó rápidamente la mano de Sang-Woo antes de retirar el contacto—Parece que se dieron cuenta de mi estado de ánimo y la verdad es que, no estoy bien. Mi madre llamó para decirme que debo de volver a Pakistán, porque... ya han encontrado a la mujer perfecta para que sea mi esposa.
En ese momento a Sang-Woo no le importó su segundo intento fallido de aquel piropo mal hecho.
—¿De que estás hablando? Tu no te puedes ir.
—Eso lo he estado haciendo desde que cumplí veinte años—admitió Alí—Querían que antes de venir a Corea me comprometiera, me negué y mi madre aceptó. Después a los veinticinco me insistió en regresar a Pakistán para un matrimonio...No puedo retrasarlo más, tengo treinta y tres años.
—Alí...
—¿Cuando te vas? ¿O ella va a venir aquí?
—No, yo me debo de ir en un mes, fue el tiempo máximo que pude conseguir.
Sang-woo de pronto se sintió algo mareado, con ganas de vomitar. Se levantó a trompicones antes de correr al baño ignorando los gritos de preocupación de los demás. Sang-woo solo supo que su estómago se quedó vacío.
—¡Hyung!— la voz de Alí no hizo más que ponerlo pálido—¡Hyung!
No podía perder el tiempo en piropos estúpidos. Con las manos temblorosas sacó su celular, asegurándose de escribirle a Jun-ho.
Tengo que impedir que Alí se vaya ¿Hay algo en tu repertorio de piropos que me sirva? ¿Qué sea más directo?
ESTÁS LEYENDO
Piropos | Sang-woo x Alí
Fiksi Penggemar6 veces en las que Sang-Woo intenta confesar su amor a base de piropos y una vez en la que Alí lo hace.