Un omega fuera de género

Capítulo 10

La mudanza se realizó el fin de semana, ambos habían llevado sus cosas en el auto de Tharn y desempacaron el mismo viernes en la tarde hasta altas horas de la noche, a pesar que tenían pensado estrenar el nuevo departamento, ambos se quedaron dormidos ni bien terminaron con la última caja. A la mañana siguiente no podían hacer mucho, Tharn le había dicho a Type que iría a su casa y volvería en la noche, a pesar que su omega no le molestaba que se quedara en la casa de su familia.

Por más que Tharn trató de convencer a Type de acompañarlo, este se negó indicando que todavía no era el momento. Tharn se dio por vencido y salió después del desayuno. Su casa quedaba a cuarenta minutos en auto desde la universidad y desde su nuevo departamento. Al llegar fue recibido por su hermana pequeña, quien se lanzó a sus brazos.

- P'Tharn – gritó la niña cuando fue cargada por su hermano.

- Hola, princesa, ¿Cómo has estado? – le preguntó con una sonrisa.

- P'Thorn, no me dejó buscarte en tu universidad – respondió con un puchero e inflando sus cachetes.

- Thanya quería ir a tu universidad a verte porque te habías olvidado de ella estas últimas semanas – comentó su hermano mayor cuando llegó a ellos – mamá y papá te están esperando para desayunar – le sonrió y rio al notar la mirada nerviosa de su hermano – parece que tendrás que comer dos veces.

- Ya desayunaste, P'Tharn – mencionó con tristeza la niña – todos te estábamos esperando.

- Vamos a desayunar – dijo Tharn ante la risa de su hermano mayor.

- Parece que has estado muy ocupado con tus trabajos de facultad – dijo Thorn detrás de su hermano, al sentir el olor del omega de su hermano – y muy entretenido – al ver un chupetón en el cuello de su hermano.

La familia de Tharn era muy amorosa y unida, desde que él se mudó a la universidad le habían pedido que los fines de semana acuda a la casa. El alfa lo había cumplido toda las semanas, excepto las últimas semanas, en donde había estado con Type. Aún no le ponía al tanto a su familia que estaba saliendo con otro omega, tampoco sabía cómo lo iban a tomar. Ellos conocían a Tar y sus ideas de predestinados, además de su alegría e hiperactividad que era característico en él.

- ¿Cuándo vendrá P'Tar? – preguntó Thanya cuando su hermano la dejó en el suelo – dijo que me compraría un juego nuevo – comentó sonriente antes de sentarse a la mesa.

Tharn sonrió nervioso, su hermana se llevaba muy bien con Tar, cada vez que el niño iba a su casa jugaba con ella largos ratos, hubo momentos en que sintió celos y se quejaba con su omega ya que le prestaba poco tiempo a él. Tar reía y le decía que todo los días le daba su tiempo y esos días que visitaba a sus futuros suegros y cuñados era para conocerlos mejor, luego le daba un beso en los labios para calmarlo y seguía conversando con su mamá o jugando con la menor. Ahora todo eso le parecía distante, como si hubiese pasado años desde su última visita a su casa.

- Me sorprendió que no vinieran después del zoológico – comentó su madre cuando estaban sentados en la mesa – Tar llamó disculpándose que estaba muy cansado. – le pasó el agua caliente – lo que me sorprendió es que no llegaras, pero Thorn dijo que era mejor que luego nos comentes.

- Mamá, creo que es mejor no mencionar a Tar por ahora – dijo Thorn, tomando su café. Su madre lo miró desconcertada, su hijo mayor movió sus ojos hacia su hermano, quien tenía la mirada baja sin contestar, y ella entendió.

El desayuno terminó en silencio, con pequeños comentarios de la pequeña sobre lo que había realizado en la semana.

- Creo que sería bueno que le digas a nuestros padres que ya cambiaste de predestinado – comentó Thorn a su hermano. Ambos estaban sentados en el sillón de la sala, escuchando a su hermana tocar el piano.