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5000 a.C Mesopotamia

Abrí los ojos, como si despertara de un sueño. Tal vez lo fuera. Sentía como si hubiera pasado por esto con anterioridad. 

Nirelle. Ese era mi nombre. 

A mi alrededor había unas 10 personas más. Una de ellas, que se encontraba bastante cerca de mi habló:

-Es hora de comenzar.

Sabíamos cual era nuestro propósito. Era como si algo nos lo dijera, como si hubiéramos nacido para ello. Di un paso hacia atrás, sintiendo como si una especie de energía recorriera mi cuerpo, como si miles de rayos recorrieran cada uno de mis huesos, cada vena. Sentí como algo se agitaba. Sentí como mis ojos ardían y se volvían dorados.

Pronto me vi envuelta por un resplandor, luego sentí como una vestimenta me cubría el cuerpo. Un vestido dorado, del mismo color que mis ojos me cubría, junto a una capa del mismo color, debajo llevaba unas mallas de un dorado más pálido, junto a unas botas que hacían juego. Mi cabello castaño, había sido recogido hacía atrás en un rodete en lo alto de mi cabeza; el resto del cabello caía sobre mi espalda. El traje no era simplemente un vestido, era una armadura.

Por un gran ventanal de la nave se podía ver el planeta al que nos dirigíamos.

Eternos. Eso éramos. Nuestra misión era luchar contra los Desviantes que mataban cualquier tipo de vida inteligente. Nosotros debíamos protegerlos.

Uno de mis compañeros se paró a mi lado, observando a la lejanía el planeta. Yo voltee a verlo. Sus ojos azules fue lo primero que llamó mi atención. Tenía el cabello castaño y tenía la misma altura que yo.

-Soy Nirelle.

-Druig- Me sonrió.

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Phastos creó unas especies de pequeños escalones para que pudiéramos bajar de la nave. En cuanto los lugareños nos vieron, levantaron sus lanzas, las mismas que utilizaban para pescar. A mi lado, Druig levantó su brazo, mientras sus ojos se encendían y lograba controlar la mente de las personas que se encontraban frente a nosotros.

Nos reunimos, observándolos. Sersi y Ajak se miraron, ésta última asintió hacia la otra. Sersi se acercó lentamente hacia uno de los niños. 

Extendió su mano y le entregó una daga.

Habíamos sido enviados para ayudar a la humanidad a progresar mientras que a la par luchábamos contra los Desviantes para mantenerlos a salvo. Era era nuestra misión y estábamos allí para cumplir todo al pie de la letra.

𝒢𝑜𝓁𝒹𝑒𝓃  ⁽ᴱᵗᵉʳⁿᵃˡˢ⁾ ~ 𝐃𝐫𝐮𝐢𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora