30. Ejecutando un escape

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Durante los siguientes días, el grupo de cachorros encerrados en la cárcel se hacía mucho mayor, ya que los secuaces poco a poco fueron atrapando a todos los perros de la ciudad llegando a un número de 46 perros desaparecidos.

Y la cosa se comenzaba a poner tensa cuando las provisiones dentro de la habitación en donde cierta poodle se encontraba, se habían terminado completamente.

Barney: Ok, ahora sí estamos fritos

Dreamer: (Mira a Luna) ¿N-nunca saldremos de aquí?

Luna: Claro que lo haremos (mira a Delores) ¿cierto?

Delores: (Suspira) Que lo haremos lo haremos, solo hay que pensar cómo, ésta puerta siempre está cerrada

Rocket: Ojalá hubiera una forma de abrirla, o al menos de lograr hacerlo en lo que esos secuaces se van

Barney: Espera, ¿a dónde van?

Rocket: Hoy va haber una celebración en Ciudad Aventura

Luna: Jeje suena bien, ¿qué celebramos?

Rocket: Al nuevo alcalde

Los demás cachorros: (Con cara de "¡¿es enserio?!)...

Rocket: Jeje y bueno, el caso es que los dos tipos estarán con él allá, así que podremos escapar con más seguridad

Delores: Mm suena bien (mira las puertas y ve una manera de salir) Ok, creo que ésta noche a las 9 será un buen momento

Barney: Pero ¿cómo sabremos la hora?

Luna: (Señala un reloj en la pared) Eh hola, esto es una escuela, o bueno era, no lo sé

Delores: Lo volverá a ser, una vez que salgamos le pondremos fin a ésta ley de anti perros

Rocket: Me gusta tu idea

Dreamer: Cuenta conmigo igualmente

Por el resto de la tarde, los cachorros idearon un plan para poder escapar y de igual manera liberar al resto de los perros y cachorros encerrados, el cual esperaban que funcionara tal como querían.

Por la noche, los secuaces Ruben y Butch estaban en la cárcel verificando que todas las puertas estén cerradas antes de irse.

Ruben: (Mirando) Ok

Butch: Todas las puertas están cerradas con llave

Ruben: ¿Seguro?

Butch: Sí

Ruben: ¿Las revisaste 5 veces?

Butch: Sí

Ruben: ¿Las cerraste bien?

Butch: Sí

Ruben: ¿Las volviste a cerrar?

Butch: ¡Qué sí! ¡y ya!

Ruben: De acuerdo (mira el reloj) Ya es hora del espectáculo de fuegos artificiales

Así, Ruben y Butch salieron de la escuela de obediencia, que diga cárcel, dejando a los perritos y cachorros solos, y en parte asustados.

Pero eso pronto cambiaría, ya que apenas un rato más tarde, el reloj marcó las 9 de la noche, lo que significaba el momento de escape para los perritos.

Delores: De acuerdo chicos, es hora

Barney: ¿Hora de la cena?

Delores: ¡Que no!, del escape

Barney: perdón, es que tengo hambre, pero esa era mi segunda opción

Luna: Todos tenemos hambre

Rocket: Pero ya nos vamos

Delores: Regresando, ¿todos recuerdan qué hacer?

Barney: Sip

Luna: Empezando por abrir la puerta, supongo

Delores: (Suspira) Ok aquí voy

En ese momento la joven poodle con sus dientes empieza a rascar bruscamente un punto débil de la puerta hasta hacer un pequeño agujero donde amenas cabe su cabeza.

Rocket: Recuerda no comerte eso ¿recuerdas lo que pasó la otra vez?

Delores: Lo sé (deja de morder) Hasta aquí llegué

Luna: Bien, creo que podré caber fácilmente aquí

Sin mucho esfuerzo, la pequeña Luna logra salir por el pequeño agujero, y una vez afuera consigue abrirle el paso a los demás.

Delores: (Saliendo) Gracias amiguita

Luna: (Carga a Dreamer) No hay de qué jeje

Barney: Ahora vamos por los demás

Delores: Sip (mira una ventana) Ehh ¿chicos?

En ese momento es cuando los perritos verían su peor pesadilla, ya que el espectáculo de fuegos artificiales del alcalde acababa de comenzar.

Pero pronto las cosas se descontrolarían al ver que los fuegos artificiales no explotaban en el cielo lo hacían en medio de la ciudad aterrorizándolos.

Barney: (Asustado) Ahhh (se esconde)

Luna: (Carga a Dreamer y corre) ¡¡Sálvese quien pueda!!

Delores: (Se encoge con ellos y se cubre los oídos) Ahhhh ¡Rocket!

Rocket: ¿Qué pasa? (escucha una explosión de un fuego artificial y se asusta) Ahhh!!! ¿Quién fue? (ve su cola) ¡¡Tú!! ¡¡Voy a atraparte!!

El inquieto Rocket se empieza a perseguir la cola causando mucho más ruido en el ambiente y asustando a todos los perros del lugar.

Pero las cosas empeoran cuando por accidente, Rocket sin saberlo presionó un botón de alarma en el suelo, alertando a los secuaces, los cuales no tardaron en llegar en medio de todo el caos.

Rocket: (Mirándolos a todos) Ehhh ¿Guau?


Continuará.................................

El Diario de DeloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora