Capítulo 11: No vuelvas a asumir

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-Denki ¿Estás bien?

El rubio salió de su sopor y miró a su madre. 

Estaba apoyado sobre el mostrador de la pastelería, en Francia, y se había quedado pensando en Katsuki. Le pasaba a menudo.

¿Habrá encontrado la libreta? ¿Habrá leído la carta? ¿Si quiera le importó tanto como para ir a su cuarto a buscarlo?

No estaba seguro, pero de nada servía torturarse ahora. Ya estaban a miles de kilómetros de distancia y no había posibilidad de que se volvieran a ver.

Quería creer que fue la decisión correcta.

Sonrió a su madre.

-Por supuesto ¿Porqué no lo estaría?

-Te he visto algo deprimido desde que volviste de tu intercambio ¿Pasó algo mientras estuviste allá?

"Si, me enamoré de un chico maravilloso y muy guapo pero me rompió el corazón" pensó.

-Para nada, solo no era para mi- excusó.

-De acuerdo- la mujer no parecía cien por ciento convencida- Saldré un momento ¿Puedes quedarte en la tienda?

-Seguro, ve tranquila que yo me encargo- la mujer le sonrió.

-Gracias cariño, vuelvo en un rato- ella salió por la puerta haciendo sonar la campanilla y Denki volvió a suspirar y recargarse sobre el mostrador.

En efecto, estaba deprimido, pero eso era normal ¿No? Solo tenía que esperar que con el tiempo el recuerdo de Katsuki se disolviera, aunque lo veía difícil. Aunque era más fácil hacerlo estando aquí que en la academia donde lo ve todos los días.

Bajó la vista al cuaderno en blanco que tenía sobre la mesa. Había dejado el que estaba usando en Japón aunque le quedaban bastantes hojas, por lo que decidió empezar uno nuevo, pero todo lo que pasaba por su cabeza era el cenizo.

Después de dos meses, se había vuelto un experto en dibujarlo. Conocía la forma de sus ojos, sus facciones, incluso logró dominar su cabello. Eso sumado a que ya tenía bastante mano para dibujar, hacía que fuera obvio a quien retrataba para cualquiera que conociese a Bakugou.

Suspiró. Tal vez debería descansar de dibujar por un rato.

Sonó la campanilla de la puerta otra vez. Seguro no era su madre, solo pasaron cinco minutos así que tomó aire y levantó la cabeza.

-Bienvenue à la boulangerie Kaminari, que puis-je...- se detuvo cuando vio quien era.

Bakugou.

Bakugou Katsuki estaba de pie en la puerta de la pastelería, en Francia, cuando debería estar en Japón. ¿Qué...

-No te entendí una mierda- dijo el cenizo.

-¿Qué haces aquí?- preguntó cambiando de idioma y saliendo del mostrador.

-Vine a hablar contigo.

-¿Por qué? Es un vuelo de más de seis horas.

-Solo cállate y escucha- Katsuki avanzó y se plantó en frente de él- Nadie toma mis decisiones por mi. Ni la bruja, ni los profesores, ni tu. Por lo que no tienes el puto derecho de decidir si estoy o no enamorado de ti, eso es asunto mío.

-¿A donde quieres llegar?

-Idiota- murmuró el cenizo antes de agarrarlo por el cuello de su chaqueta- ¡Qué me gustas, maldita sea! ¡¡Me gustas más que cualquier otra persona que se haya cruzado en mi camino y si descubriera algo nuevo sobre ti solo haría que me enamorase más!!

Let's Preted ~ |Bakugou x Denki|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora