ALA ROTA - Dramione Fanfic

CAPÍTULO 16

—¡Crucio! — La maldición hace que Flint se retuerza en el suelo—. ¡Crucio! ¡Crucio!

Los otros dos mortífagos se disponen a atacar.

—¡Flipendo! — Rookwood sale volando por los aires y cae unos metros más atrás de donde estaba antes.

Sin embargo, Draco no consigue reducir a Lestrange antes de que este lo ataque.

—¡Confringo!

La maldición no le llega a dar al rubio gracias al hechizo protector que ha conjurado antes, pero la explosión consigue hacerle tambalear y empujarlo hacia atrás.

—¡Mimblewimble! — La lengua de Lestrange queda pegada al paladar de manera que no puede pronunciar la siguiente maldición—. ¡Desmaius! —. Rodolphus queda inconsciente en el suelo.

Durante el rato en el que Draco ha estado lidiando con Lestrange y Rookwood, Flint ha conseguido recomponerse de los cruciatus.

—¡Serpensortia! — La serpiente conjurada por Marcus se acerca rápidamente a Malfoy.

—¡Vipera Evanesca! — El animal salta por los aires y estalla en llamas—. ¡Depulso!

—¡Impedimenta! — El hechizo se desvía—. ¡Crucio!

Draco no consigue repelerlo a tiempo y cae de rodillas adolorido.

—¿Qué pasa, Draco? ¿Tan rápido te rindes?

Haciendo ver que todavía se retuerce de dolor deja que Flint disfrute de su victoria. Cuando considera que está lo suficientemente distraído lo contraataca con una maldición no verbal.

«¡Sectumsempra!»

Varios cortes empiezan a aparecer en el cuerpo del moreno, manchando sus ropas de sangre.

—¡Locomotor mortis! Espero que vayas donde vayas, te pudras y sufras tanto como has hecho sufrir a los demás. Y reza para que no me muera, porque cuando lo haga, haré que tu estancia en el más allá sea un infierno.

Hace ademán de acabar de matarlo con la maldición asesina, pero un hechizo lo aparta del cuerpo moribundo de Flint.

—¡Expulso!

Augustus se ha recuperado del ataque de Malfoy. Este está estirado en el suelo, adolorido.

—¡Vulnera Sanentur! — Repite Rookwood una y otra vez.

Poco a poco, los cortes de Flint se van cerrando y la sangre vuelve a su cuerpo. Draco sigue en el suelo. Ronald también sigue ahí, pero ajeno a la escena, esperando órdenes de Flint.

—Me sorprendes otra vez, Draco. Pero siento decirte que esta vez no tienes escapatoria. Estás demasiado débil como para desaparecerte.

Los dos mortífagos lo apuntan con la varita, dispuestos a rematarlo.

—¡Expelliarmus! ¡Expelliarmus! — Grita una voz a los lejos.

Las varitas de ambos saltan por los aires.En el cementerio aparecen Blaise, Theo, Tiffy y Harry.

—Sentimos haber tardado, Draqui—. Se ríe Blaise.

—No me llames así. Me recuerdas los tiempos en los que Pansy parecía como mi segunda piel.

—¿Ronald? — Pregunta Potter al ver una cabellera pelirroja.

—Está bajo un imperius. Ha estado todo este tiempo bajo el control de Flint—. Le dice Malfoy

—Por eso nos estaban esperando el día que fuimos a investigar la mansión de Nott... Recuerdo que llegó tarde. Seguro que les avisó.

Nott ignora la conversación que están teniendo y se dirige a Flint. Por el camino, coge una varita.

—¿Dónde está Luna? — Apunta con la varita al mortífago

Aun estando a punto de ser derrotado, Flint se carcajea en su cara.

—Está muerta.

—¡Mientes! ¡Crucio! ¿Dónde está?

—¿Eres idiota? ¡Está muerta! — La sonrisa cínica de Marcus no abandona sus labios—. Él la mató—. Señala a Ronald, quien sigue sin hacer absolutamente nada—. Yo le pedí que se hiciera pasar por ti para sacarle información a la Lunática sobre Draco. Gracias a eso me enteré de que él tenía la varita de Saúco. Le dije que la matara después de sacarle la información y que luego le dijera a Malfoy que la habían encontrado muerta. Le dio pistas falsas sobre nuestros planes, así nosotros ganaríamos tiempo. Mis planes eran quitarle la varita de Saúco en las mazmorras de tu mansión, pero las cosas se giraron y Potter vino una vez más a hacerse el héroe, como hace siempre.

Theodore no quiere creerse lo que oye. Ni siquiera ha podido despedirse de ella. Se derrumba y apunta con la varita a Ron.

—¡Crucio!

Harry se interpone en medio y lo protege de la maldición.

—¡Protego Horribilis!

Theo llora. Blaise se acerca se lo lleva a San Mungo, para que lo calmen. Poco después vuelve. La escena ha cambiado completamente. Harry está en el suelo y Draco está apuntando con la varita a Flint.

—¡Draco, no lo hagas! — Se apresura gritar Blaise.

El rubio posa la vista en el otro chico. Ve como se le acerca. Potter también está acercando, se ha recuperado del aturdimiento.

—Malfoy, no sumes más muertes. No te manches más las manos.

—Si dais un paso más, juro por Merlín que lo mato—. Frenan en seco—. No merece vivir. Ni siquiera merece que lo condenen al beso del dementor.

—Lo sé. Y también sé por qué mataste a todos los otros mortífagos—. Le intenta calmar Harry.

—Es culpa suya. Este hijo de Umbridge fue el que dió el chivatazo de mi relación con Hermione. Por su culpa yo mismo tuve que matarla.

—Draco, comprendemos que quieras acabar con él. Pero así solo te perjudicas a ti. Y a tu vida. Esto no es lo que ella hubiese querido.

—¡Ella quería vivir! — Les grita.

Las lágrimas se acumulan en sus ojos y amenazan con salir. Se da cuenta de la realidad.

—Por Merlín, ¿en qué me he convertido? Soy peor que ellos. Solo quería vengarla. Quería que pagaran por lo que habían hecho. Tal vez sea yo el que no deba vivir—. Draco se apunta a sí mismo con la varita.

—Malfoy, baja la varita, por favor—. Le pide Potter.

—Al fin y al cabo, yo fui el que la maté. Podría haberme negado, pero mi cobardía pudo y la maté. Maté a la única persona que me comprendía. A la única persona que me quería con ella por ser Draco y no Malfoy. Yo era el que debería estar muerto, no ella. No se lo merecía. Acusé a mi padre de cobarde cuando yo hice lo mismo.

—Draco, estoy seguro de que ella lo comprendió. Sabía que no tenías elección.

Malfoy solo llora. Se gira hacia la tumba de Hermione.

—Perdón por haber cargado tú sola con todo el peso de la valentía, por haber tenido que ser valiente por los dos. Perdón por todo por lo que tuviste que pasar—. Las disculpas de Draco se mezclan con sus sollozos—. Siento haberte fallado otra vez y no haber cumplido mi promesa. No he hecho justicia como te prometí. Todavía quedan tres vivos. No puedo seguir más con esto. Esta venganza no va a devolverte la vida. Pero no puedo seguir viviendo sin que ni un solo día la culpa me aceche. Ya no estás a mi lado para salvarme. Yo solo no puedo. Perdóname, por favor—. Como hizo tiempo atrás en este mismo lugar, se deja llevar.

Llora hasta que ya no le quedan más lágrimas.

—Te perdono— Dice una voz.