Luego que a Daniel se le pasara la sorpresa de mi beso sentí como sus fuertes manos me sujetaban la cintura, una de sus manos subió hasta mi nuca para profundizar nuestro beso, me sentía ardiendo, mis manos se sujetaban fuertes a sus brazos, su lengua toca la mía por unos segundos y no pude evitar abrir más mis labios, darle todo el permiso para que continuara su asedio, su lengua juega con la mía chocando, sus dientes muerden mis labios suavemente.
Inevitablemente me olvido de todo a mi alrededor, solo quiero sentir sus manos tocándome por todas partes, especialmente en las zonas en donde más ardía, su calor corporal me estaba calentando, dios estaba muy necesitada.
-Nos vemos Lena. - me susurra a centímetros de mis labios, su cálido aliento chocando con el mío, antes de irse me da otro beso y su mano aprieta una vez más mi cintura. Abro mis ojos y veo como se sube a su carro dejándome en medio de la acera, sola y deseándolo.
Ahora voy caminando y siento que mi cuello arde, y no solo mi cuello es el que está en llamas. Evito a las personas que caminan rápido para no chocar con ninguno, algunas personas me saludan y les devuelvo el saludo, en la entrada de mi librería me detengo un rato afuera para mirar su fachada, sonrió.
Esto es algo que siempre había deseado, de adolescente, me encantaba leer y quería que a otros les gustara tanto como a mí, esta era mi realidad, y mi sueño, me repetía. Las hojas de los árboles ya estaban cayendo y llenando las aceras, la brisa helada del lago ya soplaba más fuerte, el otoño estaba cerca esperando para hacer cada día más de frio.
-Lena, ¿qué tal? - alguien dice mi nombre, me volteo y veo a un hombre acercarse, dudo unos minutos mirando su rostro, hasta que lo recuerdo como Anthony un cliente habitual de la tienda. - ¿Todo bien? - pregunta al ver que dudo.
-Si, claro, hola Anthony – sonrió, abriendo la puerta de la tienda y cambiando el letrero de cerrado a abierto - ¿Entras? - le pregunto haciendo una seña con mi cabeza hacia la tienda.
-No, solo caminaba por aquí, hasta luego. - responde, antes de irse.
El resto de la tarde estoy más pendiente de mi teléfono que de los clientes que entran, repaso una y otra vez en mi cabeza lo que había pasado unas horas antes. Decidida a no pensar más en eso decido limpiar el polvo de las estanterías para distraerme, pero empiezo a sentir que estoy siendo observada y me inquieta, miro alrededor y nadie está en la tienda, miro por las vitrinas y solo veo gente caminar rápido por la lluvia que acaba de empezar. Decido irme temprano a casa hoy, las calles pronto se quedarán vacías ya que todos se apuran a sus casas para no aguantar el frio.
Daniel pov
Las vitrinas de su tienda estaban apagadas y el letrero decía cerrado, reviso la hora en mi reloj y veo que son las 6 de la tarde, hay poca gente pasando y todos van apurados por el frio, regreso a mi carro y recuerdo nuestro encuentro de hoy, había decidido pasar por Lena para invitarla a cenar, pero ya se ha ido. Ella todavía lo deseaba, eso lo note cuando la bese, tuvo que apartarse porque no sabía cómo reaccionaría su cuerpo si la seguía besando así, luego la siguió en su carro para asegurarse de que llegara bien, en todo ese trayecto se la había imaginado desnuda en su cama, con su cabello suelto y rebelde, en todas las posiciones posibles, y en todas las superficies. No había regresado a Harrison por su herencia ni problemas, eso lo podría arreglar su abogado, había regresado por ella.
En el pasado era consciente del daño que le podría hacer, pero ahora haría todo y más por recuperarla, el año en que sus padres murieron nadie lo supo, pero el regreso en secreto y la vio, se dio cuenta del error que había cometido y decidió que regresaría por ella.
Se recordó que tenía que ser paciente, ya la había lastimado una vez, no pensaba hacerlo dos veces, se ganaría su confianza y su amor. Pondría en marca su plan pensó mientras arrancaba y dejaba detrás de él las calles de Harrison.
El clima de hoy se ve un poco gris, y con más brisa que ayer, agarro mi chaqueta de cuero, hoy me vestí con un vestido largo y unas botas, agarro mi cartera y reviso que tenga todo lo necesario, desde la puerta de mi casa abro el carro y me apresuro a cerrar las puertas y entrar al carro. La noche anterior no pude dejar de pensar en Daniel hasta que me recordé como se había desaparecido de la nada sin señales de vida y decidí olvidarlo nuevamente, y terminar viendo una película romántica, aprieto con fuerza el volante al recordarlo.
Entrando a la tienda deja todo en el mostrador que hacía también de oficina, cambio el cartel a abierto y me preparo para el día. Mucha gente entra para escapar un poco del frio y terminan llevándose un libro o algún recuerdo de Harrison.
El sonido de la campana de la puerta me alerta de que algún posible cliente entro y levanto la vista de la computadora.
-Buenas tardes – saludo a la adolescente que entro y se quedó mirando los libros sin terminar de acercarse – ¿Estas buscando algo en específico? - pregunto
La siguiente hora me la paso recomendándole y discutiendo de diferentes libros con ella y termino haciendo pedidos de libros que desconocía y por ende no tengo en las estanterías. Antes de irse se queda unos minutos en silencio dudando.
- ¿Podría venir a leer en las tardes a leer? - pregunta tímida viendo al área de lectura.
-Claro, cuando quieras – le respondo sonriendo. Asiente y veo como sale por la puerta, se ajusta su suéter antes de seguir caminando con su mochila atrás.
La campana vuelve a sonar, pero no veo entrara a nadie y solo veo un sobre que se desliza por el piso, lo recojo y veo que es blanco sin ningún tipo de nota, busco una tijera para abrirlo y en el interior logro ver unas fotos de cuando tenía 18 y hacia comerciales, pero con corazones dibujados a su alrededor, los desacredito y lo lanzo al sesto de la basura.
A principio de la tarde los clientes ya no están entrando y decido llamar a mi hermana, hablamos un poco de nuestra madre, de mi cuñado y de los negocios, antes de contarle lo que realmente quería decirle.
- ¿Recuerdas a Daniel Calgary? - le pregunto mordiendo mis labios por los nervios.
-El hijo de los Calgary, no lo conocí – recuerda, ella es unos años mayor que yo así que es lógico que no lo recuerde – ¿el chico por el que estabas perdida?
-Si, ese mismo – le respondo apresuradamente, y termino contándole todo lo que había pasado el día anterior.
-Parece que te sigue gustando – suelta mi hermana Mags después de un silbido.
-Supongo que si, al menos físicamente – suspiro – la cosa es que creo que nunca lo he podido olvidar de todo.
Levanto la vista y justo veo a Daniel entrar con dos bebidas en sus manos sonriendo.
-Te llamo luego Mags, un beso los quiero – cuelgo antes de que se despida y salgo al encuentro de Daniel que me mira de arriba abajo.
-Afortunadamente estas vestida para esta aventura – dice moviendo sus cejas.
- ¿Aventura? - pregunto tontamente.
-Si, te vine a buscar para salir – responde como si nada.
-No creo que pueda – le respondo un poco molesta, a buena hora me avisa después de no recibir noticias de él en todo el día.
Me extiende sonriendo un vaso y puedo oler el olor a café caliente. - Te paso buscando en la tarde – se despide con esa frase y sale de la misma forma en la que entro.
Un poco molesta regreso a mi trabajo, y a organizar libros.
❤️
No olvides dejar tu voto y comentario de cual fue tu parte favorita de este capítulo.Gracias por tomarme el tiempo de leer, espero te guste❤️
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Dulce 𝒮𝑒𝒹𝓊𝒸𝒸𝒾𝑜𝓃
Romance+18. Habían pasado 10 años desde la última vez que Lena había visto a Daniel Calgary, y no era para nada parecido a como lo estaba viendo justo ahora. ¿En dónde habían quedado su cabello largo, su motocicleta, y sus botas? Después de haber dejado...