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Daniel me presento a su socio y amigo Alex y a su acompañante, estuvimos conversando, bailando y riendo. De camino a la casa el ambiente en el auto estuvo tranquilo y relajado.

-Espero que hayas disfrutado esta noche, así como yo disfrute tu compañía - Daniel detiene el auto en el garaje de mi casa.

-Disfrute mucho la noche, gracias por invitarme - desabrocho mi cinturón de seguridad y rodeo su cuello con mis brazos. - ¿Te vas a quedar a dormir?

-Si alguna vez digo que no es porque seguramente estaré muerto.

Lo suelto y ambos bajamos camino a la casa agarrados de la mano, apenas entramos me carga y sube rápido las escaleras al cuarto.

Me deja de pie en medio del cuarto antes de sacarse su saco y corbatín dejándolas caer al piso, se vuelve acercar a mí y agarra mi cabeza con fuerza y me da un beso que enciende cada centímetro de mi piel.

Sus manos se deslizan por mi cuerpo acariciándolo atreves del vestido insatisfecho sube el largo de mi vestido hasta mis caderas donde recorre mis muslos, estómago y caderas termina nuestro beso separándose me mira a los ojos y luego a mi cuerpo.

Levanta mis brazos y me saca el vestido por la cabeza, me acuesta y agarra mis piernas y las besa hasta llegar a mis pies donde me quita los tacones y besa mi planta, se quita la camisa desabrocha sus pantalones bajándolos y quedando desnudo encima de mí su mano mueve mi escasa ropa interior y acaricia mi clítoris y labios.

Agarra mi cuello obligándome a no moverme.

-Me has estado provocando toda la noche Lena, quería reclamarte delante de todos y que apartaran su vista de ti – mueve su cadera causando que su erección toque mi zona sensible. - ¿Dime Lena también te gusta rudo?

De mi garganta solo sale un gemido amortiguado, una de mis manos está agarrando la de Daniel en mi garganta y la otra intenta sostenerme agarrando un puño de la sabana, mi cadera esta semi levantada y se mueve al ritmo que los dedos de Daniel impusieron, entrando y saliendo de mi centro.

Daniel acerca sus labios a mi oído susurrándome palabras sucias, lamiendo y soplando, mi orgasmo llega de forma rápida y potente logrando que mis músculos se relajen y mi cuerpo se hunda en la cama, suelta mi cuello y levantando mi pierna la pone en su hombro antes de introducirse dentro de mí de un solo movimiento.

El rebote de mi cuerpo hizo que recuperara la conciencia, abro los ojos y veo a Daniel mirándome fijamente con intensidad de mil soles en cada embestida, una gota de sudor baja por su frente que cae en m vientre su dedo la recorre junto con mis fluidos y se la lleva a la boca saboreándolo todo sin apartar la mirada de mis ojos un gemido sale de su boca y sus embestidas son más fuertes con cada segundo que pasa y su ritmo se vuelve errático hasta que escucho un gruñido fuerte salir de su garganta anunciando que llego a su orgasmo.

Daniel se desploma encima de mí unos segundos antes de levantarse y besarme arropándonos a los dos.

El fin de semana paso rápido compartiendo mi tiempo con Daniel sin salir de casa, el lunes me desperté tarde sin sentir el calor del cuerpo de Daniel y levantándome vi una nota en la mesa de noche donde me dice que va a estar unos días ocupado fuera del pueblo.

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Daniel no podía dejar de pensar y de recordar a Lena y como se veía en la fiesta, como se veía ella en su vida, antes de salir de su oficina decidió llamarla.

-El número al que llama no puede ser localizado ... - cuelga y decide dejarle un mensaje por WhatsApp.

-Ángel, se me hizo tarde y no creo que hoy pueda regresar a Harrison, mañana tratare de hacer lo posible para ir a verte. - suspiro después de colgar. Sintiéndome frustrado agarro mi cabello en puños y lo revuelvo.

-Ya se me estaba haciendo raro, ¿habías durado no? - volteo mi cabeza en dirección a la voz de la puerta y veo a mi amigo Alex apoyado en la puerta, manos en los bolsillos y ropa de diseñador.

- ¿No sabes que las puertas se tocan antes de entrar al lugar?

-Tranquilo amigo, me rindo, si ya no quieres salir con ella me ofrezco voluntario – sigue hablando sin mirarme – ese día en la fiesta me pareció alguien mucho más agradable que mi cita, siento que la he visto en otro lado, pero no recuerdo en dónde.

-Agradecería que te mantengas alejado de Lena – mis ojos claramente le gritan una advertencia.

-Lo capto, lo capto – Alex levanta las manos riéndose a carcajadas – sabía que no la dejarías ir, ¿una copa en mi apartamento?

-Claro – estoy un poco tenso y no me apetece llegar a mi apartamento de la ciudad solo.

Llegamos a su edificio, en el ascensor una joven entra con poca ropa y coquetea con Alex antes de bajar en su piso. Ambos entramos en la sala de su apartamento dejo mis cosas en el sofá antes de ir al bar y servir nuestros tragos.

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Mi teléfono suena y veo que es un mensaje de Daniel, dejo de arreglar las estanterías cuando leo su mensaje.

"Ángel, se me hizo tarde y no creo que hoy pueda regresar a Harrison, mañana tratare de hacer lo posible para ir a verte"

Al terminar de leerlo mi sonrisa se borra de mi cara, estaba esperando verlo, pero entiendo que está ocupado, ¿pero porque siento que me está evitando? Cierro la tienda y me voy a mi casa.

El timbre suena a las diez de la noche, aunque lo niegue e intente parecer calmada y a pesar del mensaje poco esperanzador sigo esperando que Daniel aparezca de sorpresa así que corriendo bajo las escaleras.

-Estas aquí, creí que no vendrías – me quedo en la puerta – por tu mensaje. Estoy nerviosa y no sé la razón.

-Vine desde la ciudad apenas pude, no pensé en reservar un hotel aquí - se ve cansado y agitado – no he podido dejar de pensar en ti, ni en el trabajo, reuniones ni con amigos por eso vine lo más rápido.

Me quedo sin palabras, dure parte del día analizando todo y fueron solo preocupaciones mías, lo jalo y lo abrazo.

-Si quieres quedarte aquí, lo puedes hacer – ofrezco.

- ¿Estás segura? Porque definitivamente si quiero quedarme contigo. - me da un sensual beso.

-Claro, ¿ya comiste? - mi estomago decide rugir en ese momento.

-Cierto, espera iré a buscar algo – sale en dirección a su auto y saca una pequeña maleta una bolsa y un ramo de flores.

-Lamento no haber venido antes Lena – me da un beso y me entrega las rosas, camina a la cocina y deja la bolsa en el mesón.

-Entiendo que estas ocupado Daniel, las rosas están hermosas gracias. - camino detrás de él y huelo las rosas antes de ponerlas en agua. -Veo que estabas muy seguro de quedarte a dormir.

Se voltea a mirarme y su expresión muestra seguridad – Por supuesto.

-Engreído – lo empujo en broma mi estomago decide sonar aún más fuerte esta vez.

-Veo que no soy el único que se muere de hambre – me dice carcajeándose. 

Dulce 𝒮𝑒𝒹𝓊𝒸𝒸𝒾𝑜𝓃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora