OMEGACEMBER//BAJIFUYU♡

RONRONEO ALFA

Baji Keisuke siempre dio la imagen de ser un alfa despiadado y agresivo. Alto y de carácter fuerte, con el cabello largo y negro como la noche, con una sonrisa que aterraba a la mayoría de alfas que se atrevían a enfrentarlo, solo con ver aquellos colmillos más de uno quería huir despavorido.

Siempre actuando por impulso, sin pensar en sus acciones, mucho menos en en las consecuencias.

Y así era ante todos, muy brusco inclusive con sus amigos más cercanos.

Pero, siempre hay una excepción y Chifuyu Matsuno era la bonita excepción de Baji.

Chifuyu el pequeño omega rubio de ojos azules que conoció desde que tenia cinco años, gracias a que sus madres eran amigas se pudieron conocer a muy temprana edad.

Baji aún recuerda como el rubio se aferraba a la pierna de su madre, negándose a apartarse de ella, Baji solo lo observaba curioso pues estaba ansioso por conocer a su nuevo amigo, su madre se lo había prometido.
Con mucho esfuerzo y paciencia después de un par de horas Keisuke logro que Chifuyu jugará con el, poco a poco el rubio entro en confianza y comenzaron a jugar y platicar a cerca de sus video juegos favoritos.
Aquella vez no fue la primera ni la última ocasión que se vieron, sus madres parecían querer que estuvieran cerca todo el tiempo que fuese posible, a los cinco años ninguno de los dos comprendía el porqué de aquella situación.

-Si mi Kei y fuyu terminan juntos, te imaginas los preciosos nietos que nos van a dar -con una cara risueña menciono la señora Baji, buscando con la mirada a los dos pequeños mencionados.

-¡Es demasiado pronto para pensar en eso! -la madre de Chifuyu mencionó -pero tienes razón, solo queda esperar a que su lobo se presente oficialmente.

-El Doctor de Kei me dijo que es seguro que se presente como alfa, todo en el grita alfa -confesó orgullosa la señora Baji.

Ambas observaban a los dos pequeños corriendo a lo lejos, Chifuyu huía de Baji, quien lo perseguía deprisa pues este se había atrevido a tocar su cabello y Keisuke no le permitía a nadie hacer eso, solo a su madre claro.
Así que cuando estuvo cerca de él se impulso y se lanzó sobre el cayendo encima del rubio que trataba de empujarlo pero era inútil, Keisuke era más fuerte que el.

-Te tengo -y así Baji lo atacó con la mayor debilidad de Chifuyu, las cosquillas.

-¡No Kei!¡Para! -chifuyu gritaba entre risas -¡Lo siento!

Y con aquello Keisuke se quito de encima del rubio acostándose a un lado de él, dejando que el pasto del jardín de Chifuyu lo mojara un poco.

-Ahora sabes que tocar mi cabello esta prohibido -murmuró Baji mirando las blancas nubes en el cielo.

-Si, lo que digas -Chifuyu solo rodó los ojos molesto.
   

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Que años después Keisuke se presentará como alfa no fue raro para nadie, para el fue un alivio pues así podía cuidar a Chifuyu, quien ya se había presentado como omega.
Y no es que considerará a Chifuyu débil, por el contrario el omega era fuerte, audaz y bastante escurridizo, Baji lo sabía mejor que nadie.

A los dieciocho años Keisuke entró a la Toman a petición de Mikey, quien llevaba tiempo insistiendole, era parte de una pandilla de motociclistas que pateaban traseros en sus tiempos libres, algunas otras veces ellos mismos buscaban las peleas pero eran por buenas razones a su parecer.

Y por supuesto que Baji había mantenido oculto todo eso de la pandilla a Chifuyu, no quería meterlo en problemas o que le hicieran algo por su culpa, eso y también porque sabía que el rubio se molestaría con el y Baji no quería eso, si alguien era peor que su madre enojada ese era Chifuyu.
Además de que el pelinegro era una persona completamente diferente en la Toman, despiadado y arisco con las personas que le rodeaban.

Era un poco difícil de creer que aquel alfa fuera el mismo que en aquellos momentos se encontraba en la habitación de Chifuyu, el lindo omega rubio.

Con la cabeza sobre las piernas de Chifuyu y con las manos del mismo acariciando su largo cabello Baji Keisuke se quitaba la máscara de aquel alfa despiadado que fingía ser en la Toman para ser el alfa de Chifuyu, quien realmente era.

-Parece que ahora no es tan prohibido tocar tu cabello -hablo el omega enredando los dedos en el largo cabello de Baji.

-Lo sigue siendo, pero solo tu y mi madre pueden tocarlo, ya sabes eso -con los ojos cerrados el alfa se dejaba mimar por Chifuyu.

-A los cinco años no pensabas lo mismo -Chifuyu detuvo sus caricias cruzando los brazos -¿Qué te hizo cambiar de opinión?

Keisuke abrió los ojos y frunció su ceño pues los mimos de Chifuyu habían parado. Con lentitud se acomodo para estar sentado frente al rubio mirándolo a los ojos.

-Tu precioso, tu me hiciste cambiar de opinión -respondió el alfa acercándose para abrazar a Chifuyu, siempre lo necesitaba cerca, sentía que moría si no lo abrazaba al menos una vez al día -sabes que te necesito más de lo que tu me necesitas a mi.

Una sonrisa risueña salió de los labios de Chifuyu, le gustaba mucho cuando su alfa le decía muchas cosas bonitas, y eso pasaba casi siempre, aún así el rubio sentía como sus mejillas se calentaban y sonreía inconscientemente de la felicidad.

Acercándose más Chifuyu se sentó en las piernas del alfa rodeando el cuello del más alto con sus manos, Keisuke aprovecho esto para colocar sus manos en la pequeña cintura del rubio.

-Te amo tanto Kei -susurro el omega frotando su nariz contra la de Baji, quien sólo dejaba que su omega hiciera lo que quisiera con él -te necesito tanto como tu me necesitas porque te amo y quiero estar siempre contigo.

El omega había bajado su rostro para explorar el cuello de Baji, dejando pequeños y suaves besos en este.

Un ronroneo proveniente del alfa hizo que Chifuyu brincara de la felicidad, eran muy pocas veces las que había escuchado a Keisuke ronronear, eso siempre significaba que estaba feliz y cómodo con todo a su alrededor.

-Tengamos una cita, una cita como la de esos mangas que lees -el omega se acomodo nuevamente y lo miró con los ojos brillando de la emoción -¿Eso te gustaría?

Baji acaricio su mejilla contra la de Chifuyu, ronroneando nuevamente, el omega solo se estremecía ante aquello, cerrando los ojos, dejándose llevar.

-Claro que me gustaría Kei -el omega respondió con los ojos cerrados, envuelto en aquel dulce ambiente en el que solo Chifuyu y Baji pertenecían.

Nadie creería que en aquella habitación se encontraba Baji Keisuke el frívolo alfa capitán de la primera división de la Tokyo Manji.