OMEGACEMBER//BAJIFUYU♡

CELO ALFA

Los vidrios empañados debido a las respiraciones agitadas de ambos, los jadeos y los sutiles gemidos que el rubio de ojos azules dejaba escapar de vez en cuando.

Lo que parecía un inocente paseo en el auto de Keisuke terminó siendo una sesión de besos en los asientos traseros, aprovechando las ventanillas polarizadas de su auto y aquel poco transitado lugar donde habían aparcado convenientemente. Olvidándose de la fiesta a la cual fueron invitados por un dramático alfa rubio, Mikey estaría furioso al verlos llegar tarde.

La fiesta paso a segundo plano cuando poco a poco un par de besos fueron subiendo de nivel. Hasta llegar a este punto, con chifuyu sentado a horcajadas sobre el regazo del alfa.

Explorando cada rincón de piel de cada uno de ellos, tocando por debajo de la ropa, dejando sutiles caricias que les erizaban la piel.

Baji se sentía en el cielo en ese momento, con Chifuyu sobre el, besando sus esponjosos labios, observando su linda cara hacer gestos que solo imagino en sus fantasías más locas. Con lentitud Keisuke recorría las piernas del rubio haciendo que este pegara pequeños brincos que lo hacían jadear.

Los pequeños pero intencionales roces hacían al omega cerrar los ojos, dejándose llevar, cegado por el placer que Baji le hacia sentir aún con la ropa puesta.

Chifuyu estaba apunto de perder la cordura, las manos de su alfa aferradas a su cintura, sus suaves labios  repartiendo caricias de manera tan suave provocando ligeras cosquillas, lo hacian volverse loco.

El rubio hechó su cabeza hacia atrás, exponiendo su blanco y suave cuello, invitándo al alfa a ir más allá, estaba dispuesto, Chifuyu quería hacerlo.

El alfa detuvo sus caricias al notar tal gesto, observando con los ojos bien abiertos el cuello expuesto de su omega. Con demasiado cuidado y lentitud Baji acercó su nariz, tomándose el tiempo para olfatear, deleitándose con el exquisito aroma que emanaba del rubio. Sus colmillos rozaban aquel cuello que lo provocaba, su lobo le exigía marcar al omega.

Dejó escapar un gruñido, intentando acercar aún más a su omega rodeándolo posesivamente con sus brazos, el calor tan extrañamente familiar que sentía recorrerle el cuerpo era cada vez más insoportable, el tener de esa manera a chifuyu, tan dispuesto a cualquier cosa tal vez estaba adelantado su celo. Baji cerró los ojos tratando de tranquilizarse, lo cual le era imposible con el omega encima de el, dejando escapar ligeros suspiros.

-Maldición -susurro Baji con la voz demasiado gruesa -Tengo que detenerme Chifuyu.

El rubio detuvo sus movimientos para poder observar a Baji.

-¿No te gusta? -preguntó con decepción, intentando separarse del agarre de Keisuke.

El alfa solo trataba de mantener la calma, ¿Qué si no le gustaba? Chifuyu tenía que estar loco para preguntar esas cosas.
Keisuke estaba a punto de volverse loco, teniendo al omega más precioso de la existencia en aquella situación, quería hacer todo tipo de cosas con el, sin embargo no quería hacerle daño, no quería cegar a Chifuyu con el aroma embriagante que su celo provocaba.

Tenía que detenerse ahora que aún podía.

-No digas tonterías Fuyu -respondió tratando de controlar su agitada respiración -mi celo está cerca y tal vez tu estés influyendo a que esté se adelante un poco, es por eso que tenemos que detenernos, no quiero cometer alguna estupidez o forzarte a algo que no quieras.

Chifuyu lo medito por un segundo para responder inmediatamente.

-Quiero hacerlo alfa, me gustaría ayudarte con tu celo -confesó -podemos ir a mi departamento si quieres.