RONRONEO OMEGA

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El alfa pelinegro caminaba apresurado, aquella noche había acordado reunirse en las orillas de la playa con su amigo, Chifuyu Matsuno.

A pesar de haber planeado con anticipación aquella reunión, Baji iba tarde; regañándose aun así mismo por ser un cobarde y no confesarle a Chifuyu que en realidad quería una cita con él, pero vamos tan solo ver aquel par de ojos azules lo ponía tan nervioso, que cambio la palabra cita por reunión.

Baji a veces odiaba aquel sentimiento que revoloteaba en todo su ser, aquel sentimiento que lo hacía comportarse tímido y a veces un poco estúpido.

Solo esperaba no encontrara al omega rubio de mal humor, estaba seguro de que si le explicaba que su madre lo había enviado a la tienda de conveniencia justo cuando estaba a punto de salir, él lo entendería.

Solo necesitaba explicárselo.

Caminaba a paso rápido, tenía que llegar a tiempo para los fuegos artificiales para ejecutar su perfecto plan.

-El plan confesar mi amor a Chifuyu, se ha puesto oficialmente en marcha -hablo para sí mismo cuando se encontraba cerca del lugar acordado por ambos.

Disminuyendo la velocidad de sus pasos para observar con cuidado, viendo el sol ocultándose poco a poco.

Finalmente llegó al lugar acordado, un pequeño sitio lo suficientemente alejado de la zona turística de la playa, donde hasta el día de hoy tenían la fortuna de ser conocedores de ese pequeño lugar, cerca de la playa, un poco oculto por algunas grandes rocas.

Keisuke ya estaba lo suficientemente cerca como para escuchar el sonido del mar, sin embargo, había algo más; trato de agudizar su oído para lograr descifrar de lo que se trataba, pero no podía. Se asusto un momento al pensar que tal vez, otras personas habían descubierto su lugar secreto.

Pudo calmarse cuando al acercarse más distinguió la risa risueña del omega rubio, pero, ¿con quién reía?
Las rocas que rodeaban el lugar le impedían ver a Chifuyu.

Otro sonido que se mezclaba con el del mar, el alfa no estaba seguro hasta que se encontraba justo en la entrada a su escondite.

Vio a Chifuyu en cuclillas, jugando con un par de gatitos demasiado diminutos, el omega reía al ver como los gatos se frotaban contra su mano, ronroneando.

El ronroneo de los gatos era muy imperceptible, Keisuke tenía que acercarse más para escucharlos con claridad. Y esa era su intención hasta que escucho un ronroneo mucho más audible.

El alfa se quedó estático en su lugar, aquel ronroneo pertenecía a Chifuyu, un escalofrío le recorrió la espina dorsal y las mariposas en su estómago revolotearon con euforia.

Otro ronroneo y luego otro y otro, inconscientemente Baji había comenzado a acercarse al omega, asustando a los gatos cuando estuvo detrás de ellos.

Chifuyu salto asustado ante la presencia del alfa.

- ¿Escuchaste eso último? -pregunto el rubio algo tímido.

-Si, fue muy lindo -admitió el pelinegro, la cara de Chifuyu se tornó roja en un segundo, tratando de esconder su rostro con sus manos mientras se sentaba en la arena de la playa.

-No digas esas cosas -susurro el omega -asustaste a los gatos -reclamo después, intentando cambiar de tema.

-Lo digo en serio, ¿puedes hacerlo otra vez? -cuestiono Keisuke sentándose junto a él.

El rubio lo miraba con los ojos entrecerrados, tratando de descifrar si se trataba de una broma, pero el rostro serio de Baji era indescifrable.

Chifuyu se lanzó a los brazos de Baji, quien lo recibió gustoso, colocando su mejilla en el pecho del alfa Chifuyu ronroneo nuevamente y como si se tratara de un felino, froto su mejilla contra el pecho de Baji.

Keisuke no podía hablar, aquel sentimiento que había guardado por mucho tiempo estaba a punto de explotar sin importarle el caos que este trajera consigo.

Justo en aquel instante el espectáculo de fuegos artificiales había dado inicio, iluminando el cielo de mil colores.

-Me gustas -confesó Baji, sin miedo, acariciando los mechones rubios del omega en sus brazos.

-También me gusta -menciono Chifuyu refiriéndose a los fuegos artificiales, girando un poco la cabeza para lograr apreciarlos.

-No hablaba del espectáculo Chifuyu -con cuidado el alfa tomó el mentón del omega girándolo para que lo viera a los ojos -me gustas tú, me gustas mucho Chifuyu.

El rubio lo miraba sorprendido, Keisuke por fin se le había confesado.

-Creí que nunca lo harías -respondió -Kazutora me dijo que era más probable que él se graduara de la universidad a que tú te confesaras primero.

El omega tenía una enorme sonrisa en el rostro.

-Ese desgraciado -murmuró el alfa -entonces, eso quiere decir que...

Chifuyu tomó el rostro de Baji, acercándose lentamente, tratando de ocultar sus nervios en cuanto sus labios estaban a escasos centímetros de tocarse.

-También me gustas, no sabes cuanto Baji Keisuke.

Esta vez fue Chifuyu quien tomó la iniciativa y unió sus labios con los del alfa, un beso lento y dulce.

Separándose algunos minutos después, Baji le regalo una sonrisa a Chifuyu besando su nariz fugazmente.

-Entonces, ¿ahora puedo ser tu alfa? -preguntó Keisuke, abrazando más al omega quien se había asustado por un fuego artificial.

-Por supuesto que si Kei.

Chifuyu respondió observando lo último que quedaba del espectáculo que se suponía habían planeado ver.

-Una última pregunta -hablo el alfa nuevamente - ¿De dónde salieron esos gatos?

-No te los vas a llevar a tu casa Kei.

Baji sonrió.

-No los necesito, ahora tengo a mi propio gatito, rubio, bonito y tal vez un poco huraño -comentó risueño Baji - ¿Puedes ronronear otra vez?

Con la cara roja de ira Chifuyu golpeó sin fuerza el pecho de Baji.

- ¡Baji Keisuke!
















































"El capitán de la Tokyo Manji, Baji Keisuke, aquel al que todos le temían era el hombre más genial del mundo".

Wakui no me importa de que manera pero regrésame a  Keisuke </3

OMEGACEMBER//BAJIFUYU♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora