PELEA

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Corría lo más rápido que podía, la herida en su muslo no le permitía moverse con agilidad, aún en su forma animal Baji trataba de salir de aquel territorio desconocido en el que se había adentrado gracias a la manada de cobardes que lo habían acorralado.

Al principio Keisuke creyó que sería una más de sus victorias, no era como si antes no hubiera peleado con cobardes como esos, creyendo que ir en grupo los haría tener ventaja, desgraciadamente para ellos eso era una mentira debido a que Baji era un alfa demasiado fuerte y era lo suficientemente imponente en su forma humana para que nadie se atreviera a retarlo, sin embargo los alfas jovenes de otras manadas aún eran demasiado estúpidos para darse cuenta, que ir tras Keisuke era una sentencia de muerte.

En aquella ocasión un grupo de alfas hormonales de una nueva manada se habían reunido para atacar y quitarle el título del más fuerte a Baji, en las orillas de su territorio asecharon por días al alfa pelinegro, memorizando su rutina, casi nunca estaba solo, en su mayoría era acompañado por un alfa con cicatrices en la boca, en otras con un beta de cabello lila y muy pocas veces lograron verlo con un lindo omega rubio paseando un rato por la orilla del lago para luego irse, cuando estaba con aquel omega Baji parecía estar más alerta, al principio creyeron que atacarlo cuando estuviera con el rubio les daría ventaja, sin embargo después de pensarlo mejor descartaron la idea, un alfa intentando proteger a su omega es capaz de cualquier cosa.
La noche que decidieron atacar Keisuke se encontraba sentado a las orillas del lago, junto con un pequeño niño, un cachorro de no más de cuatro años, el niño corría distraidamente bajo la protectora mirada de Baji.

Con sigilo se acercaron cada vez más al lugar donde se encontraba el alfa, cuando estuvieron a punto se atacar creyendo que lo tomarían por sorpresa lo escucharon hablar.

-Tora, regresa a casa -el pequeño cachorro lo miraba confundido.

-Pero hermano, yo quiero seguir jugando -reprocho Kazutora con un mohín en los labios.

-Haz lo que te digo -insistió Baji -anda, vete.

Kazutora no pudo hablar nuevamente debido al fuerte ruido que causó el impacto de un alfa desconocido que intento atacarlo, por suerte su hermano habia alcanzado a empujarlo lejos de su alcance, el cachorro solo observaba la escena con los ojos muy abiertos, la mirada severa que le dio Keisuke lo hizo reaccionar y sin pensarlo mas corrió en dirección a su hogar, tal como su hermano mayor le había pedido, dejándolo solo.

-Bien, ¿cuantos son esta vez? -pregunto observando con recelo al alfa que había derribado hace poco, pero no obtuvo respuesta -intentaron atacar a mi hermano, así que no tendré piedad con ninguno de ustedes, salgan ahora.

Sentencio Keisuke. Y sin hacerlo esperar más cinco lobos salieron de su escondite, rodeando rápidamente al pelinegro, quien dudaba en mutar a su forma animal, estaba seguro que podía con eso, había derrotado a más lobos juntos.

-¿Y bien? -Baji dio una vuelta sobre si mismo para poder observar a cada uno de sus atacantes.

El lobo que había atacado en un principio corrió a gran velocidad para abalanzarse sobre el alfa de cabellos negros, consiguiendo una patada en una de sus patas, provocando que este dejara escapar un quejido de dolor, mantenerse de pie ahora le costaba demasiado.

Los otros cinco solo se miraron entre ellos para atacar segundos después, todos juntos, esperando tener una mejor respuesta que su primer compañero. Lo cual no fue así, a pesar de haber atacado juntos obtuvieron el mismo resultado, un golpe certero de Keisuke que los hacía tambalearse, luego otro y otro más. Cinco alfas con el ego lastimado lo miraban desde el suelo, no querían imaginar que sería de ellos si el mayor los atacaba en su forma animal, no había otra opción tenían que acudir a medidas desesperadas.

OMEGACEMBER//BAJIFUYU♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora