EXTRAAA!!!3

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Colmillos




Keisuke jugaba con su lápiz, haciendo un sonido molesto que provocó que su maestra le diera una mirada de advertencia. El alfa dejo escapar un suspiró y soltó el lápiz, deslizándose en su pupitre, dejándose caer, mostrando el gran entusiasmo que tenía por estar nuevamente en el colegio rodeado nuevamente por sus molestos compañeros.

Recobró la compostura cuando escuchó el timbre que anunciaba el cambio de clases. Con mucha prisa guardo sus pertenencias, tomó su mochila y salió del salón.

Estaba desesperado en parte por que era su primer día de clases como estudiante de segundo grado de secundaria, pero también era el primer día de clases de su omega, quien apenas había ingresado a primer grado.

Aquella mañana le fue imposible localizarlo, entre el mar de alumnos y padres que trataban de entrar a la escuela, debido a ello no pudo ver a su bonito novio con su nuevo uniforme. Aquello lo había irritado, había planeado con Chifuyu verse en la entrada para entrar juntos pero las cosas no salieron como planearon. Así que ahora solo podían verse en el descanso o en los cambios de clase. Justo como ahora.

Todo sentimiento negativo se esfumó de su ser al verlo, el cabello rubio sobresalía de entre todos, esos ojos azules que siempre lo veían con tanto amor se encontraban ocupados.

Keisuke sonrió al ver a Chifuyu tratando de seguir el paso del resto sus compañeros para no quedarse atras, el omega estaba tan concentrado en no perderse por los grandes pasillos de su nueva escuela que no se dio cuenta de que un par de ojos avellana lo estaban observando.

Baji optó por no acercarse, si lo hacía solo lograría distraer a Chifuyu, así que pensó que observarlo a lo lejos era una mejor opción.

Lo vio un par de veces más mientras cambiaban nuevamente de salón, era imposible no notar aquellos cabellos rubios por la escuela. No podía esperar más Baji quería poder abrazarlo y darle algunos besos a escondidas de los maestros, quería que el descanso llegara ya.

Y cuando fue así casi pega un brinco de la felicidad, estuvo a punto de salir corriendo de su salón cuando sin querer escucho la conversación no tan privada debido al tono de voz que usaban de un grupo de alfas de su salón.

-Seguramente es nuevo, jamás lo había visto y es imposible no notar un omega tan bonito.

-¡Es mío yo lo vi primero! -sentenció uno de ellos.

-No es un objeto idiota, el que logré cortejarlo primero se lo queda y punto.

-Pero yo debo intentarlo antes que ustedes por que yo vi al rubio primero. 

Baji se intereso aun mas a la conversación con eso último. ¿Rubio?

De verdad esperaba que no se tratara de su rubio. 

-Me hubiera gustado acercarme más para poder ver de cerca esos ojos, ¿seran verdes o azules?

Baji arrugo el ceño, al parecer no fue el único en observar a lo lejos a Chifuyu. Definitivamente no dejaría que ningún alfa se acercará lo suficiente a Chifuyu cómo para descubrir lo azules que son sus ojos pero que con la luz del sol tienden a tener toques verdosos.

Enojado estampó su mano ruidosamente en uno de los pupitres que aquellos alfas tenían cerca.
El fuerte golpe hizo que el grupo de amigos fijara su atención en Keisuke.

La cara de pocos amigos que Baji les estaba mostrando les provoca miedo, todos en su salón sabían que no era buena idea meterse con él. Tenía la fama se ser un pandillero que quema autos por diversión. Y nadie quería relacionarse con un pirómano.

Ninguno de esos alfas se atrevió a reclamar algo, esperaban con temor que Baji les dijera la razón de su molestia.

Keisuke no los hizo esperar, lo dijo fuerte y claro.

-Los quiero lejos de mi omega, no tienen permitido verlo, mucho menos acercarse de más -Baji dejó escapar un gruñido de advertencia -y si los vuelvo a escuchar hablando de él, considerense hombres muertos.

Baji los miraba furioso, escucharlos hablar de aquella forma de su omega había provocado que su lobo le exigiera marcar su territorio. Chifuyu era suyo y de nadie más.

-El no es tuyo -uno de los alfas le había respondido temblando de miedo.

Aquello sólo enfureció aún más a Keisuke, tomó a su compañero por el cuello de su camisa y lo estampó contra la pared. Trató de contener su fuerza, no quería meterse en problemas en la escuela. No podía.

-La marca que lleva en su cuello no opina lo mismo -dijo sonriendo de manera engreída al notar la expresión del alfa que sostenía contra la pared.

No le importaba que lo que había dicho era una mentira, si eso le garantizaba quitar de encima a todos esos apestosos alfas de Chifuyu lo diría una y mil veces más.
Además no faltaba mucho para que su omega llevara su marca, solo tenían que terminar la secundaria y la preparatoria y la universidad. Para casarse después y por fin poder poner su marca en el cuello de Chifuyu. O al menos eso es lo que le dijo su madre cuando le dijo que quería marcar al rubio días después de haberlo conocido.

-Así que si quieres seguir con vida será mejor que lo dejes en paz -Baji soltó sin avisar al alfa, provocando que este se estampara contra el suelo -es mi omega y yo soy su alfa, no quiero ver a ninguno de ustedes cerca de él, ¿me entendieron?

Todos los alfas ahí reunidos incluyendo al que se encontraba tirado en el suelo asintieron sin pensarlo.

-Muy bien, nos vemos en la siguiente clase -se despidió para después salir como si nada por la puerta.

Dejando atrás a un grupo de alfas asustados, quienes agradecían internamente que el alfa haya optado por retirarse.
Se habían enterado de la peor manera que el omega rubio por el cuál peleaban tenía alfa, uno bastante loco.
Y piromano.

Baji recorría los pasillos casi corriendo, iba tarde a su encuentro con Chifuyu, el descanso era la única oportunidad que tenía para verlo antes de la salida y gracias a esos estúpidos alfas había perdido tiempo. Esperaba que Chifuyu no se enojara con el.

Cruzó las puertas de la cafetería buscando aquella melena rubia, tardo unos minutos en encontrarla. Lo vio a lo lejos, de pie junto a una mesa ocupada por lo que Baji suponía eran omegas.

No lo pensó más y decidió acercarse a él.

Necesitaba olerlo y abrazarlo un par de veces para poder tranquilizarse.

Esos alfas estaban locos si pensaban que Keisuke los dejaría averiguar lo precioso que era Chifuyu no sólo físicamente. Alejaría a todos y cada uno de los alfas que intentarán acercarse a su bonito.

Definitivamente era afortunado por ser el alfa de Chifuyu.






















































La perspectiva de Baji del capítulo 'colmillos' y sus diferentes reacciones al escuchar a los demás hablar de su pareja.

Yo siempre he dicho que Chifuyu tiene los ojos azules, ¿ustedes que opinan? >.<

OMEGACEMBER//BAJIFUYU♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora