OMEGACEMBER//BAJIFUYU♡

COLLAR DE PROTECCIÓN

Cuando la madre de Chifuyu se entero que su pequeño y lindo hijo tenía novio, el perfecto mundo en el que vivía se desmoronó.

Y claro que sabía que eso pasaría en algún momento, después de todo su pequeño Chifuyu era muy atractivo, su rubio cabello llamaba la atención al igual que sus ojos azules, que contrastaban tan bien con su piel blanca.
Había decidido aceptar el hecho de que su hijo algún día elegiría a alguien para compartir su vida. Sin embargo no creía que Chifuyu de entre todos los alfas, omegas y betas existentes hubiera elegido a Baji Keisuke, su vecino, aquel alfa con cabello largo y pinta de pandillero.

Sabía que Chifuyu pasaba demasiado tiempo con aquel alfa, pero no creía que su hijo se fijaría en alguien como él, ¿Qué es lo que veía en Baji Keisuke?

Había mucho mejores partidos para un omega como Chifuyu, un claro ejemplo era Manjiro, el hijo de una de sus amigas, aquel alfa tan respetuoso y carismático, definitivamente era mucho mejor que Keisuke.

Pero al parecer Chifuyu no pensaba de la misma manera.

Fue cuando vio a su hijo bajar de la moto del pelinegro para después dejar un beso en los labios del mismo que no lo tolero más y decidió enfrentarlo nuevamente.

Tomo asiento en la sala de su casa, esperando a que Chifuyu entrará.
No tardo más de diez minutos para que aquello sucediera, vio al rubio entrar por la puerta con una sonrisa risueña.

-No me parece correcto esas muestras de afecto en público -a chifuyu se le había borrado del rostro la linda sonrisa que tenía hace algunos segundos, sobresaltandose al escuchar la voz de su madre.

-Nada te parece correcto a ti mamá -se defendió Chifuyu, acercándose más -creí que ya habías aceptado a Keisuke como mi alfa.

El disgusto que sentía la señora Matsuno era auténtico.

-No digas esas cosas Chifuyu, eres joven, puedes conseguir un mejor alfa -la omega se puso de pie para tomar a Chifuyu de los hombros -es solo un enamoramiento fugaz, ya pasará Fuyu.

El rubio frunció el ceño molesto, le irritaba tanto tener la misma conversación con su madre una y otra vez.

-Mamá por favor, no quiero estar repitiendo lo mismo un y otra vez -el rubio se alejo del agarre de su madre para poder sentarse en el sofá -estoy seguro que quiero a Baji como mi alfa, se que aun soy joven pero creo en lo mi lobo me dice.

-Piénsalo bien Chifuyu, tienes mejores pretendientes esperando una oportunidad, deja de aferrarte a ese alfa, no puedo permitir que termines con alguien como él.

Con la ira recorriendole cada parte de su ser, cansado de los reclamos de su madre, Chifuyu no pensó cuando dijo.

-No puedo esperar a que Keisuke me marque -el omega miraba a los ojos a su madre, retandola -así ni siquiera tu podrás hacer algo al respecto.

Dejando a la omega sin palabras, Chifuyu se levantó para dirigirse a su habitación, cerrando con fuerza la puerta, colocando el seguro rápidamente.

-Creo que alguien esta un poco molesto -recostado en la cama de Chifuyu, Keisuke lo miraba con diversión -¿Qué sucedió ahora? ¿Por qué está molesta?

Al rubio muchas veces se le olvidaba que el y Keisuke vivían en el mismo departamento y que el alfa usaba las escaleras de emergencia para colarse en su habitación en los momentos menos oportunos, Baji era como un gato escurridizo, ¿Cómo había llegado tan rápido a su habitación?
Simplemente ignoro sus dudas que seguramente serian respondidas con palabras difíciles de creer, como que Baji escalo por la pared hasta llegar a la ventana del rubio o alguna de las ocurrencias del alfa.

-Nos vio besándonos -Chifuyu hizo un puchero mientras cruzaba los brazos molesto -nuevamente me reclamo y menciono a un alfa por el que debería reemplazarte.

Baji escuchaba atento, mientras se levantaba de la cama para ir hacia el omega.

-¿Vas a cambiarme? -pregunto Baji una vez estando cerca de Chifuyu para tomarlo entre sus brazos para abrazarlo.

-Claro que no -el omega le devolvió el abrazo, colocando su cabeza en el pecho del pelinegro -sabes que ya te elegí como mi alfa, no puedo cambiarte por nadie.

Baji sonrió, dejando un beso en la coronilla del rubio, el alfa comenzó a caminar aún con Chifuyu entre sus brazos, dirigiéndose a la cama.
Baji tomó asiento jalando al omega, colocandolo sentado sobre su regazo.

-Si mi madre nos viera, armaría otra escena -comento el rubio mientras se acomodaba sosteniendo de los hombro del alfa - eres una mala influencia para mi.

Baji apretó ligeramente la cintura del omega, besando su blanco cuello, deteniéndose a oler aquel lugar de donde nacía el aroma a chocolate tan característico de Chifuyu.

-No puedo evitarlo, eres tan bonito -las manos de Baji ahora subían y bajaban, masajeando las piernas de su novio -mi omega es tan bonito, ¿como pueden culparme por enamorarme de ti?

Rojo de la vergüenza, Chifuyu apretaba los hombros de su alfa, tratando de acercarse más sí es que eso era posible.

-Le dije a mi madre que no podía esperar a que me marcaras -se atrevió a confesar Chifuyu -tal vez eso la hizo enojar más y seguramente te culpara a ti, perdón por eso.

El alfa detuvo sus acciones para mirar a los ojos a Chifuyu.

-El plan era ponerla de nuestro lado Chifuyu -gruñó Baji -ahora seguramente me odia más, aunque lo de la marca no suena tan mal.

Chifuyu sonrió ante lo último.

-Es mejor dejar de mencionar la marca, mi madre esta tan desesperada por separarme de ti que seguramente me colocara un collar de protección -el omega cruzo sus brazos.

-Te verías lindo de igual forma -susurro Baji escondiendo su rostro en el cuello del omega -pero mejor no hay que arriesgarnos.

Relajándose al sentir nuevamente los labios de su alfa en su cuello, Chifuyu dejó escapar una ligera risa.

-Para empezar deberíamos de dejar de darnos afecto frente al edificio -la cabeza de Keisuke se movió negando.

-Ya te dije que no puedo, cada que te veo quiero correr a besarte -Chifuyu lo miraba con severidad -No me mires así, no es mi culpa.

-¿Entonces es mi culpa?

El alfa negó nuevamente.

-Es la culpa de tu madre por tener un hijo extremadamente ardiente -finalizó Baji rozando sus labios con los de su omega.

-Keisuke -regaño Chifuyu con una sonrisa en el rostro.

-Ya veras que lograremos convencer a tu madre, no te preocupes, dejamelo a mi Fuyu.

-Lo haremos juntos Kei -sentenció el omega -si te lo dejo todo a ti me temo que tendré que ir eligiendo el color para mi collar de protección.