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—¿Qué sucedió la semana pasada?

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—¿Qué sucedió la semana pasada?

Tommy tardó un segundo en encender un cigarrillo y enarcó una ceja. Su tía entró en su oficina sin previo aviso.

—Me casé, Pol, tú estabas allí—respondió con ironía. Polly lo miró.

—Sabes que no es de lo que estoy hablando.
—espetó—. Estoy hablando de por qué tu hermana se fue sin decirnos adiós.

En lo que respecta a Polly, su sobrino tuvo suerte de que le hubiera dado un semana para disfrutar de su vida matrimonial. Ahora iba a confrontarlo. Tommy exhaló una bocanada de humo y dejó el encendedor a un lado.

—Ellah decidió irse. No veo qué tiene que ver eso conmigo.

La mujer entrecerró los ojos.

—Se fue después de hablar contigo. Ahora no habla con nadie ni siquiera con Ada. Tienes que decirme lo que le dijiste.

Ella cruzó los brazos sobre el pecho y se arraigó en su oficina, una clara indicación de que no se iba a ir hasta que él fuera honesto. Él sintió un dolor de cabeza.

—Preguntaba por cosas que no eran de su incumbencia.

—¿Cómo qué?

A ella no le importó cuando él se pellizcó el puente de la nariz con una mirada de disgusto por su persistencia.

—¿Cómo qué?

—No sé qué decirte. Ellah es la que se fue a Londres. No es mi trabajo vigilarla. No se puede enfadar si pasan cosas aquí y no se lo dicen.

Polly puso los ojos en blanco.

A veces, conseguir que los hermanos Shelby se llevaran bien era como sacarles los dientes. Y normalmente le tocaba a Polly Gray mantener La Paz entre sus sobrinos.

—La vida es corta. Ustedes dos necesitan hacer las paces y terminar con esta jodida rabieta.

Tommy no reaccionó.

Tenía la sensación de que su tía intervendría y trataría de hacerlos jugar bien.

—Ya no es la niña que ayudamos a criar. Ellah ha cambiado.

Él respondió y volvió a su libro de contabilidad.

—¿De qué estás hablando?—preguntó Polly con un suspiro de frustración.

—Tengo miedo de que se esté involucrando con un hombre.

—Ustedes tres no pueden encerrarla en una torre para mantener alejados a todos los hombres.

Ella replicó y giró sobre sus talones para irse.

—Creo que la encerrarías tu misma en una torre si supieras que es Alfie Solomons.

𝐁𝐋𝐔𝐄 𝐄𝐘𝐄𝐒 ━ ALFIE SOLOMONSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora