El tiempo vivido en Camelot fue el mejor, habíamos escrito nuestro propio cuento, estábamos seguros, que por sobre todo lo que viviríamos, al final del día seríamos nosotros dos. Me tomo algunos años a su lado para saber, darme cuenta que lo que deseaba de él fuera mas que una amistad. Que me haya confiado sus sentimientos, a mi parecer, fue unos de pocos momentos mas lindo que tuve en mi vida.
Éramos tan inocentes, incrédulos, tontos. Ciegos por lo que teníamos, que no fuimos capaces de darnos cuenta de nada. Tan niños, y adultos a la vez.
Morgana me puso en su contra, el rey y Merlín los puso en mi contra. De alguna forma estaba todo planeado. ¿Cómo es que no lo note? Debió ser, porque a ella también la ame mucho. Tanto que lograba causarme miedo, y negarlo por completo.
¿Quién cree que el feliz para siempre existe? Nosotros lo hicimos, al menos por un tiempo; lo repetiré tantas veces como sea necesario, a pesar que pocos me crean, pero mi amor por Hisirdoux fue de esas pocas cosas reales que él nunca podría borrar, sin importar las veces que lo niegue. Las veces que lo intente, las veces que lo enfrente, o nos rompamos los corazones.
Entendí lo que era la vida de color rosa, mas entendí cuando la realidad estalla en la cara. Existían dos bandos, y yo tome mi decisión. Hisirdoux fue mi gran amor, pero Morgana fue mi eterna salvadora, le debía estar de su lado en una batalla sanguinaria por el control de la magia.
Me sentí tan orgullosa de mi misma al ver caer, uno por uno, a cualquier oponente. Tan feliz que esa parte oscura de mi madre se sintiera orgullosa por mi trabajo, que no note lo que hacia, hasta que fue demasiado tarde.
Pude ver mi propio miedo reflejado en su mirada ámbar. Sentí en mi piel su temor, frustración y decepción. Fui su amiga, y por un tiempo la dueña sus suspiros. Tenía razones para que se sintiera decepcionado, me vio atacarlo, usar mi magia contra Circe, el rey Arturo y Merlín.
Aun sabiendo que Morgana me cobijó, me dio lo que necesitaba, se que había otra razón para batallar a su lado. Con claridad puedo recordar el hecho que me empujo a ponerme en ese lugar, el de su parte más tenebrosa. Puedo decir sin temor que fue el miedo a decepcionarla, y el quedarme sola; hasta el día de hoy sostengo que esa persona, esa niña asustada, esa bruja poderosa a las fuerzas, lo hacia por eso. Aun así me quede sola.
A pesar de mis sentimientos nunca me detuve, creó que esa fue la peor parte de todas, no dar marcha atrás, ni ese días, ni los días que siguieron a ese. Había probado el poder de mi magia, me gusto, se apodero de mi. No hice nada para detener esa sensación, tampoco quería.
Me encantaba ser capaz de hacer temblar a los mas poderosos.
Amaba ser temida.
Sin embargo, si pudiera volver el tiempo atrás nunca me hubiera puesto en contra de él, nunca me hubiera aliado con una persona sin humanidad; me hubiese callado cuando me dijeron que lo haga. Me hubiese quedado un rato mas a su lado, cuando me pidió que lo hiciera.
Ni el hechizo mas efectivo me volvería a ese lugar para poder evitar haber dado el paso que di.
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El destino de una bruja. [Tales Of Arcadia, Au. Douxie X Oc]
Fantasy✨Saga Destinados, libro 1✨ Traicionó la confianza de muchos, pero aun puede redimirse. Arabella decidió quedarse la noche en que Morgana murió, e Hisirdoux le pidió que no lo deje. No sabia que esa fue la primera mala decisión de cientos que toma...