IX

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 En la mañana siguiente al ritual , Arabella despertó con un fuerte dolor de cabeza, sin recordar nada de lo sucedió la noche anterior. Solo una notita escrita por ella misma, la puso en sintonía. 

"Buscar la vara, arreglar todo con el aprendiz."

Lo que se le hizo un tanto rara, nunca le decía así a Hisirdoux, sin embargo lo ignoro por completo.

Le escribió a Zoe para que le hablara sobre la otra noche, y le conto que todo salió mas que bien. Tomó ese dolor de cabeza como algo secundario al ritual.

White aun seguía durmiendo, no la quiso despertar, con sumo silencio se preparo para ir al trabajo, y salió del departamento con mucho tiempo de sobra. 

Iba tranquila por la calle, tratando de recordar algo pero nada, era como si se hubiese apagado.

 Al llegar, Hisirdoux se vio sorprendido al verla entrar tan temprano, sin embargo no le dirigió la palabra a pesar que la rubia fue directo a él para saludarlo, este paso de ella, desconcertandose un poco.

—¿Podemos hablar? Me gustaría intentar...—

 Se freno en seco para verla, estaba cansado de oír siempre lo mismo y que todo tenga el mismo resultado.

—¿Intentar que? Me canse de intentar Arabella, no hay nada que hablar.— respondió frente a ella, en una especie de grito susurrado, y siguió su camino.

—Por favor, Douxie, quiero arreglar lo que hay entre nosotros.— dijo a modo de suplican yendo detrás de él, quien otra vez la volvió a ignorar, provocando que esa parte suya que no recordaba que existía se enojara.—¡Hablemos, maldición!— grito. 

 Sin darse cuenta, su manos estaban alzadas, su magia rosada envolvía a Hisirdoux, quedando por completo paralizado. Lo soltó de inmediato, haciendo que cayera al suelo. Arabella fue tras él, quien la vio con asombro, mas un poco espantado por lo que le había hecho.

  Se levanto rápido, la tomo de la mano, y la llevo casi arrastrando, hasta los vestidores. 

—¿Éstas loca? ¿Qué pasa contigo? Sabes muy bien que no puedes usar magia frente a nadie.— le cuestiono su accionar, estaba enojado, mas que sorprendido, puesto que podía esperar cualquier cosa de ella. 

—Fue sin querer, lo siento, es que tu...—

—¿Yo que? No me eches la culpa a mi.—la interrumpió.—Siempre encuentras la manera de arruinar todo, encima me quieres culpar.— agregó.

 Arabella quedó congelada ante sus palabras, era la primera vez en mucho tiempo que la trataba así, que no quería oír nada de lo que tenía por decir. Aquello le dolía. Al ver la mirada de arrepentimiento de la bruja, Hisirdoux noto que se enojo un poco de mas.

No podía creer que que otra vez Arabella lo haya sacado de sus casillas, luego que juro que nunca mas le iba a afectar lo que hiciera, solo había una manera de que solucionar eso y dejar de verse afectado por ella.

—Estas bien, hablemos, no acá, ni hoy.— propuso con un tono de voz mas suave pero que no dejaba de sonar severo.— ¿Te parece el miércoles luego del trabajo?  

—Claro, gracias.— respondió agradecida, mas un tanto tranquila.

—Como digas. 

El destino de una bruja. [Tales Of Arcadia, Au. Douxie X Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora