Un triángulo Interminable

CAP 36 :¡Qué Empieze El Juego!

*Al día siguiente *

Todos estaban en la escuela, cada pareja jugando o platicando otra besándose fugazmente pero solo había una que estaba distinta no se hablaban, ni se miraban incluso tampoco hubieron caricias lujuriosas por parte del rubio.... Simplemente todo estaba en un gran silencio incómodo y ella no sabía por qué pero tampoco sentía el valor se de contarle lo de su sueño, era muy confuso tal vez se reiria por un mes ... -¡Mierda elizabeth, deja de ser tan paranoica él no es así! - se dijo a si misma
Solo respiro profundo y soltó un gran suspiro, relamio sus labios y apretó su falda con sus manos para liberar su nerviosismo.

Elizabeth :- Meliodas-
Meliodas :-Elizabeth-
Dijieron al mismo tiempo llamando la atención del otro, sus miradas por fin chocaron y un brillo en sus esferas resplandecía se quedaron mirando unos segundos y luego esbosaron una risita, alibianando la situación

Meliodas :-¿Me querias decir algo?-

Elizabeth :-oh- su piel se erizo al recordar su sueño, ver a su amado rubio de esa forma no le gustaba, rodeado de oscuridad, él estaba sufriendo y todos lo jugaban...

Meliodas :- Eli, Eli.... Elizabeth?? -

Elizabeth:-Lo siento, Mmm-mmn tengo que contarte algo - respiro hondo - tuve un sueño muy extraño en sonde ti estabas.... En una esquina muy oscura, los chicos te estaban reclamando por algo, tu solo permanecía te ahí sin decir ni una sola palabra... Yo estaba del otro lado igual que tú pero nos separaba un gran abismo - el rubio apretó los puños y funcio ligeramente el entrecejo -las chicas estaban a mi alrededor pero no me reclamaban nada ellas de hecho me consolaban y yo te extrañaba mucho pero algo en mi interior no me dejaba estar contigo 😨 - sollozo

Meliodas :- hey, no llores ¿si?, yo jamás me voy a alejar de ti, eres lo más bello en mi vida y no quiero perderte ¿entiendes? - la abrazó y ella solo se limita a recibir el afecto de su rubio - tienes que confiar en si, ¿de acuerdo? -

Elizabeth asintió
- ¿Mel, me puedes dar un beso, porfavor ?- ante esto el rubio sonrió con ternura y estampó sus labios deleitando se con el delicioso sabor, la albina en rollo sus brazos en el cuello de él Demonio y lo aserco a ella, el beso fue subiendo de nivel y meliodas le dio un pequeño mordisco al labio inferior de la albina aciendo que este se pusiera rojo al instante, ellos dos siguieron besándose mientras eran mirados con odio y asco por zaneri esta no pudo aguantar más y los empujó haciendo que elizabeth liberará a Meliodas de su suave agarré y ella tambaleara

Zaneri :-Zorra- dijo al pasar mirando con repudio a la peliplata

Meliodas :- ¡Segura que no lo eres tu! - dijo enojado -locaa!-

Elizabeth solo lo tranquilizó y sonó el timbre -amor, -llamó la atención de meliodas -¿te puedo pedir algo?

Meliodas :-Por supuesto -

Elizabeth :-No te alejes de Mi si - suplico

Meliodas :- Claro que no mi vida, jamás tenlo por seguro... Te amo - meliodas se acerco a ella y le dio pequeños picos en todo su rostro mientra ella sonreía enternecida, él siempre la hacía sentir tan especial y la concentia tanto..... él es el amor de su vida y estaba segura de eso.

Meliodas cambió completamente su sonrisa por un sémblante serio y de muy pocos amigos en cuanto ella se giro, Zaneri y Liz no van a lograr su objetivo, hoy mismo va a sacarle información a Zaneri.

*Entraron a clases*

Todo estaba como de costumbre, las es aburridas, comentarios estúpidos por parte de estudiantes, aburrimiento extremo.... Todo estaba bien excepto por el detalle...... Todos los chic@s estaban rodeando a meliodas y elizabeth cada uno acomodo su pupitre alrededor de ellos dejándolos el el centro, era como si los pretegieran do todo. Las chicas notaron extraños a los chicos por que prácticamente todos miraban a Liz y a Zaneri con odio pero no estában seguras, por otro lado, los chicos estaban enterados de la decisión de su capitán y lo apayarian pero para eso nesecita la ayuda de las chicas, ellas deben mantener distraída y feliz a elizabeth y él sabía que ninguna de ellas dejaría que algo malo le suseda a su peli plata.