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" Te amaré dónde quiera que estés.
Te esperaré el tiempo que sea necesario, porque todo lo que soy es tuyo de ahora en adelante " - Mateo Palacios & Camilo Moretti

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-Mateo. - es lo que sale de la boca de Camilo, al ver a Palacios llegar en el momento justo que el coche arrancará su camino.

-¿Dijiste algo, Camilo? - Thomas consulta, al haber escuchado hablar a su hijo, no siendo capaz de entenderlo a la perfección en la primera ocasión que hablo.

-Para el coche. - Camilo demanda, siendo dominado por la emoción, aunque más que todo por su corazón, el cual se sentía sumamente feliz por ver de nuevo a Mateo. -¡Para el coche! ¡Para el coche! ¡Por favor! ¡Para el coche! - exclama, al notar que sus peticiones no son del todo escuchadas y cumplidas.

Consiguiendo que su viejo se detenga de manera brusca, para que el pueda salir de inmediato, sin nada que lo protegiera de las fuertes gotas de lluvia que estaban cayendo del cielo, pareciendo un diluvio en proceso, el cual estaba siendo de proporciones catastróficas.

Y sin que se diera cuenta, empezó a caminar de manera lenta hacía el morocho, quien también imitó su misma acción, estando de la misma forma que él. Por lo que ambos estuvieron completamente empapados en cuestión de tiempo, segundos a más tardar, teniendo en cuenta lo fuerte que estaba la lluvia.

-Camilo yo... - Palacios dice, una vez que estuviera a unos cuantos centímetros del castaño, quien solo lo ve de pies a cabeza.

Mientras lo examina con cuidado, y trata de no colapsar en ese preciso instante, por ver al gran amor de su vida y a la misma persona que le había causado tanto daño.

-Yo no quería que te fueras, no quería que te fueras, no sin antes despedirnos. - Mateo le confesó, yendo de a poco con lo que en verdad quería decirle al mayor, quien solo guarda silencio. -Yo sé que en estos momentos me odias, yo sé que en estos momentos me detestas. - le dice. -Y que soy la última persona a la cual querés ver en toda tu vida, y no sabes lo mucho que me arrepiento por haberte hecho tanto daño. - agrega. -Aunque más que todo... por haberte insultado de una manera tan horrible cuando fue el lanzamiento de mi álbum. No sé qué me pasó por la cabeza para decir tantas boludeces y no respetarte como sos realmente... - indica.

A lo que Camilo, simplemente mira hacía otro lado, sin disimular en ningún momento las lágrimas que caían de sus ojos, las cuales se confunden con las gotas de la lluvia.

-Si solo me vas a decir eso, entonces andate de aquí ahora mismo... Que tengo que irme para siempre de este maldito lugar... - Camilo declara con todo el dolor de su alma.

-Lo sé, sé que te vas para nunca volver y no sabes cómo eso me quema. - Mateo le responde con una triste sonrisa, temblando más de la impotencia y el dolor, que del frío que sentía por todo el cuerpo. -Que te vayas para siempre me quema como un fierro caliente contra mi piel, y ni esta lluvia del demonio, es capaz de calmar el ardor y el fuego que siento por dentro. - comunica, dando unos cuantos pasos en dirección del contrario, quien sólo se mantiene en su lugar. -Te voy a extrañar demasiado, todo dentro de mi va a quedar vacío si te vas. - argumenta, cerrando los ojos unos cuantos segundos para después volver a abrirlos.

-¿Y qué querés que haga? - Camilo consulta, dejando salir toda la frustración que sentía en ese preciso instante contra el rizado. -¿Que me queda para sanar todas tus heridas? ¿Mientras que yo me pudro por dentro? - inquiere, encarando de esta manera al menor. -¿Querés que siga siendo tu amigo para que todo vuelva a ser como antes?