Vulnerable. (Diegodelig)

Capitulo 25

El mensaje de Zara me sorprendió, sabía que era una consecuencia de haber tomado malas decisiones y que debía resolverlo de forma urgente, caso contrario me metería en graves problemas. 

Por primera vez después de mucho tiempo había logrado conectar con Mariela y no quería nada más en mi vida.

La llamé y le pedí que nos juntáramos a hablar en un café retirado de los lugares que siempre frecuentaba, no sé qué tenía en mente esta chica pero lo que fuera, debía terminarse.

Fui a almorzar a casa como le prometí a Mariela, me sentía un tanto colgado y nervioso, lo notó y me excusé con que eran problemas del trabajo y que me tomarían un par de horas en la tarde, no quería seguir mintiéndole, pero era una infidelidad dentro del matrimonio y las cosas tenían otro peso.

Llegué al lugar señalado unos minutos después de las 18 hs, la vi sentada en una mesa cerca del ventanal que da a la calle, le hice señas para que fuéramos arriba y pedí en la barra que me llevaran un café mientras subía.

Me senté y la esperé.

—¡Qué descortés Sr Deligh!, no noté esa faceta suya cuando nos conocimos—dijo con sorna.

—Esta no es una reunión de amigos, violaste las reglas poniéndote en contacto conmigo—

—Las reglas ¿qué no se han hecho para romperlas?— estaba disfrutando esta situación incómoda sin dudas—

—Soy casado, y realmente no tengo interés en meterme en ningún problema, así que decime que es lo que querés—

—Si mal no recuerdo, estabas casado cuando tuvimos sexo—dijo sonriendo mientras pasaba su lengua por el labio inferior.

— ¿Cómo me encontraste?—

—Esa fue la parte más fácil, sos muy conocido en el mundo empresarial, pregunté a las personas correctas—

—Creo que somos adultos, y lo suficientemente discretos para que lo que pasó en esa fiesta, se quede ahí, Zara—

—Me gustas, en el momento que te vi quedé pegada con vos, fue una desilusión enterarme que estabas casado, pero si a vos no te importó no veo porque a mí me tenga que detener eso— estaba hablando en serio y eso me puso en alerta.

—Voy a ser lo más claro posible con vos, lo que hice fue una idiotez y no tengo ninguna intención de repetirlo—

—Mi silencio tiene precio, y yo sé que tenés un posición social y económica importante, no voy a negar que eso te hizo mas interesante todavía, sos todo lo que me recetó el médico, solamente que casado—respondió burlona.

—Me estas extorsionando. ¿Tenés idea de lo mal que la pasarías si te denuncio?—

—Si comparto en las redes las fotos y los videos que tengo, donde haces cosas tremendas en la cama conmigo y con mis amigas ¿Quién de los dos la va a pasar peor? preguntó insolente.

—¿Cuánto?— solté irritado.

—No es tan simple, el dinero para mí no es un problema, quiero ser tu amante, que me dediques una tarde por semana y que cuando viajes me lleves con vos—

—¿Vos estás loca? de ninguna manera. No voy a negociar en estos términos—

—¿Crees que sos el único que puede decidir con quien se acuesta?, no querido, son estas mis condiciones o en unas horas todo Mendoza va a iluminarse con tus habilidades sexuales, sobre todo tu mujer—se puso de pie, me tomó por la cara y me dio un beso, luego dijo: —Llamame cuando estés listo para mí, tenés mi numero— y salio.