Un nuevo día amanecía en el archipiélago.
La primera en despertarse, como siempre, fue la escudera y próxima Comandante General del ejército berkiano. Ella se levantó, sin despertar a su prometido, y se metió al almacén de comida para tomar una fruta, pero en cuanto regresó al área donde todos los vikingos aún dormían; vió a cierta pequeña levantándose con pereza y melancolía.
Astrid no pudo evitar acercarse para conversar con ella.
-Buenos días, Assa.- la saludó.
-Buenos días, lady Astrid.- respondió el saludo la infante.
-¿Qué haces despierta tan temprano?- le preguntó la adulta arrodillándose, con cuidado, y no lastimar más su pierna, para luego sentarse en el piso y quedar a su altura.
-Hace rato que se me quitó el sueño y escuché los pases que usted dió al almacén. Bastaron para que me levante.- contestó de nuevo la niña- Estaba pensando en mi papá.- confesó mirando hacia abajo y poniendo una carita triste, ya que sabía que su progenitor ya no se encontraba en esta vida.
La rubia torció sus labios con lástima. Ella entendía su dolor. Pues había perdido a su familia también, a su tío Finn cuando era pequeña y, cuando regresó de la Orilla del Dragón junto a sus amigos, se dió con la ingrata noticia que sus padres también fueron al Valhalla tras un naufragio.
-Te entiendo perfectamente, Assa.- le confesó la ojiazul- Todos los días pienso mucho en mi familia, en cómo serían las cosas si aún estuvieran aquí y cuáles serías sus reacciones en cada cosa que pasa en mi vida, pero... Así los dioses lo eligieron y nosotras no podemos hacer nada para revertir el tiempo.- admitió tomando sus pequeñas manos para acariciar sus torsos.
-Tiene razón, señorita Astrid.- concordó la niña- ¿Hoy saldremos de aquí?- preguntó.
-Sí, esperaremos a que todos terminen de cenar para anunciar la salida y los planes para la construcción de el Nuevo Berk.- contestó Hofferson.
-¿Entonces podré ir a buscar a mi papá?- volvió a cuestionar la pequeña preocupando a la rubia.
-No creo que sea lo mejor.- respondió ella con sinceridad. Pues no sabía si era lo mejor que ella encontrase a su padre muerto entre la nieve- ¿Te parece si Hiccup y yo lo buscamos y cuando lo encontremos... Le daremos una digna despedida al Valhalla?- le propuso con sutileza.
-Oh...- la pequeña musitó eso monosílabo con pena, pero luego comprendió que la futura jefa lo decía por su bien- Está bien, señorita Astrid.- accedió con una pequeña sonrisa.
Astrid le sonrió de vuelta y luego se dió cuenta que los vikingos ya empezaban a levantarse, dirigió su vista a su novio y vió que él la observaba sentado, con una boba sonrisa en su rostro, desde el lugar donde ambos durmieron.
La escudera se despidió de la infante y le dijo que se arreglara para el desayuno. Después de eso, se encaminó hacia el castaño.
-Buenos días, jefe.- lo saludó con gracia mientras él se levantaba.
-Buenos días, Mi Lady.- el ojiverde saludó de vuelta. El jefe se estiró para relajar sus músculos y luego dió un leve bostezo- ¿Vamos a empezar un nuevo día ajetreado?- le preguntó con diversión a lo que su novia asintió de la misma forma.
Hoy tenían mucho que planear y hacer.
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-¡¿Construir nuestras casas en medio de esta nieve?!- reclamó Patán en cuanto su primo le indicó a todos que ya era tiempo de construir su aldea.
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¤AFTER ALL¤
Romantik¿Y si no todo acabó después de la despedida a los dragones? ¿Qué pasa si un villano vuelve decidido a acabar con lo que empezó? Una nueva aventura se les presenta a Hiccup y a su esposa, Astrid, pero esta vez no serán solo ellos y sus amigos, la ven...