Abrió sus hermosos ojos zafiros y lo primero que vió, fueron un par de orbes esmeraldas que la miraban con preocupación.
-Hola.- saludó a su prometido con voz muy ronca.
-Hola.- le saludó él de vuelta- ¿Cómo te sientes?- le preguntó al mismo tiempo que agarraba un trapo limpio y lo pasaba por su frente para secar el sudor.
-Con mucho calor.- respondió la rubia como pudo y Haddock soltó una pequeña risita.
-Sí, lo siento, creo que me excedí en darte calor.- se disculpó algo apenado terminando de limpiar su rostro.
Astrid dibujó una sonrisa de lado en su bello rostro.
-No me digas que prendiste una antorcha y la mantuviste cerca mío todo el tiempo.- le dijo ella con algo de gracia.
Pero su expresión cambió a una de sorpresa, al ver cómo él castaño sacaba detrás suyo una antorcha que hace poco fue apagada.
-¡Me preocupé, ¿ok?!- exclamó nervioso en su defensa- Gothi dijo que estabas al borde de una hipotermia y fue cuando recordé que tuviste una cuando Ryker te dejó en el mar hace unos años o cuando apenas convivíamos con los dragones y fuimos a hacer una carrera con Chimuelo y Tormenta, allí quedamos atrapados en un hueco de hielo. Aquellos sucesos me hicieron recordar la baja tolerancia que le tienes al frío y la mala suerte que has tenido con este. Y no podía dejar que algo malo de pasara.- explicó rápidamente y haciendo gestos con sus manos.
La ojiazul sólo lo observaba y escuchaba con atención y una sonrisa en el rostro, a pesar de los años, su Hiccup no había cambiado nada, sólo tenía más madurez y liderazgo.
-Gracias por cuidar de mí.- agradeció con voz raspada.
-Y siempre lo haré, Mi Lady.- confirmó al instante y tomó su mano para besar su torso con dulzura.
-¿Tengo un camisón abajo, verdad?- preguntó algo avergonzada, pues no le agradaba para nada la idea de estar desnuda en el Gran Salón con todos los berkianos a su alrededor.
-Sí.- respondió él con simpleza- Gothi tuvo que quitarte tus prendas del torso para abajo, dejándote sólo con tus vendas íntimas, pero no te preocupes, me aseguré que nadie se acercará para tu privacidad. Y luego, yo te cambié a un camisón para que estuvieras más cómoda.- informó, pero algo que dijo alertó a su novia.
-¿Y te dejaron desvestirme así sin más?- preguntó ella en un susurro, pero con asombro notable.
Hiccup se sonrojó un poco.
-Les dije que nadie te tocaría, nadie que no fuera yo, que en poco serás mi esposa y que no sería muy inadecuado que yo te cambiara.- contestó mientras se acercaba un poco más a la escudera- No te preocupes, linda, nadie sospecha nada.- añadió con un tono sensual.
Hofferson soltó un pequeño suspiro.
-Por los dioses, Hiccup.- susurró una vez más- Algunas veces extraño mucho nuestros tiempos en la Orilla del Dragón, donde podíamos tener un poco más de libertad y hacer nuestras cosillas.- le dijo con una sonrisa pícara, la cual contagió al jefe.
-Créeme que yo también extraño cuando nos portábamos mal y rompíamos las reglas.- después de esas palabras, Haddock la besó con suavidad y Astrid no tardó en llevar sus manos a los cabellos de él para corresponder el beso.
El beso no tardó en volverse un poco más profundo, pues como ambos habían confesado, ellos ya no eran tan castos ni puros ante los dioses, pero ese era un secreto suyo que se irá al Valhalla con ellos. Ambos casi pierden su virginidad cuando fueron de viajes solos a una isla en los tiempos que vivían en la Orilla del Dragón, aprovecharon que estaban completamente solos y, cuando estaban en una sesión de besos, las caricias subieron de tono, pero no se entregaron el uno al otro. No han pasado a más que caricias y besos, se podía decir que las preliminares ya lo hicieron solo faltaba un acto para completar el acto sexual, pero ese sí decidieron respetar hasta su matrimonio.
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¤AFTER ALL¤
Romance¿Y si no todo acabó después de la despedida a los dragones? ¿Qué pasa si un villano vuelve decidido a acabar con lo que empezó? Una nueva aventura se les presenta a Hiccup y a su esposa, Astrid, pero esta vez no serán solo ellos y sus amigos, la ven...