Nuevo Berk...
Zephyr Haddock había tomado una espada del armario de armas que su madre tiene en posesión, mientras que su hermano menor, Nuffink Haddock jugaba en medio de la sala con sus juguetes de madera, los cuales fueron armados por su padre.
-¿Mamá no había dicho que tienes prohibido coger sus armas?- preguntó el rubio sin dejar su juego de lado.
-Sí que lo hizo.- contestó la ojiazul con simpleza- Pero debo aprovechar que ella ni papá no están aquí para impedirlo.- ella dibujó una atrevida sonrisa con las comisuras de sus labios.
-Pero no es correcto.- dijo su hermano angustiado.
La castaña suspiró con pesadez en cuanto terminó de arrastrar la espada, hasta una columna de madera que había en la sala. Ella intentó levantar el arma, pero le costaba.
-Sé que está mal, Nuff, pero cuando ellos regresen quiero demostrarles que puedo entrenar con armas de verdad.- respondió y después pudo levantar la espada y "atacar" la columna, sin embargo, el objeto quedó estancado.
El ojiverde empezó a reír al ver a su hermana mayor tratando de sacar la espada de la madera, se le hacía muy divertido.
Pero ambos niños se miraron asustados entre sí, cuando escucharon unos toques en la puerta de su casa.
-¿Zephyr, Nuffink?- escucharon la voz de una mujer, la cual reconocieron, era la prima de los gemelos.
-¿Sí?- dijo Zephyr con voz temblorosa, no había soltado la espada, pero aún tenía las manos sobre la empuñadura.
La Thorton abrió la puerta y vió a los infantes con gestos nerviosos, en especial, a la mayor, a quien atrapó con las manos en la espada.
-¡Por Loki, niña!- exclamó la pelirroja golpeándose la frente con la palma de su mano- En la semana que no están tus padres es la 4ta vez que te veo intentar lo mismo.- se quejó.
-¡Lo siento! Solo quiero ser igual que mamá.- lamentó soltando la espada y bajando la cabeza junto a la mirada.
-Tu mamá no se convirtió en la mejor guerrera escudera del archipiélago de la noche a la mañana.- señaló la adulta relajando más su actitud y acercándose a ella- Entrenó duro durante años para serlo, sé que ella te entrenará para que te vuelvas imparable. Sólo ten un poco más de paciencia.- dijo colocando una mano en uno de sus hombros. La Haddock le sonrió en forma de agradecimiento.
-¿Sabes cuándo regresarán todos?- preguntó Nuffink.
-No, pequeño.- contestó la ojiazul mayor- Pero... ¿Por qué no salen a jugar afuera, mientras yo les hago el almuerzo?- ofreció para animarlos.
-¡Siiiiii!- gritaron los hermanos al un uniso, para luego salir corriendo de la casa.
¤¤¤
Hiccup miraba expectante y ansioso a los tropas de Drago, las cuales avanzaban rápidamente hacia la isla de Los Defensores del Ala.
-¡Todos estén atentos y aguarden!- les indicó a sus vikingos que estaban atrás de él, listos para pelear.
-¡AHORA!- el jefe pudo escuchar la voz de su amada y luego visualizar un montón de flechas volando en el cielo, hasta caer en los barcos enemigos.
Él no pudo evitar sonreír al ver que varias de esas flechas sí daban en los blancos.
Lo siguiente que sucedió fue que Patapez, en la colina más alta de la isla, sopló un cuerno. Esa era la señal para que sus dragones salgan de sus escondites y vayan a pelear.
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¤AFTER ALL¤
Romansa¿Y si no todo acabó después de la despedida a los dragones? ¿Qué pasa si un villano vuelve decidido a acabar con lo que empezó? Una nueva aventura se les presenta a Hiccup y a su esposa, Astrid, pero esta vez no serán solo ellos y sus amigos, la ven...