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-¡Hiccup Horrendous Haddock III!- el fuerte llamado de Valka al entrar a la casa Haddock-Hofferson resonó por el lugar. Los jefes, quienes bajaban sus bolsas para el viaje a la isla Berserker vieron a su mayor con el ceño fruncido- ¡¿Por qué no me has dicho nada sobre su viaje a Berserker?!- reclamó la castaña muy molesta.

El ojiverde se golpeó la frente con la palma de su mano, todo había pasado tan rápido que se le olvidó decirle a su madre, a Bocón y a Eret; que dejaría la isla en sus manos por alrededor de un mes.

-Mamá, perdón, yo... ¡Ahg!- gruñó molesto consigo mismo- Iba de decírtelo, pero pasé un buen rato con Heather y los chicos, luego llegué aquí con Astrid a hacer la carta para la aceptación de Assa en Snorck que se la dejaremos para que vaya mañana y, por último, comenzamos a empacar nuestras cosas. No me dió tiempo.- argumentó acercándose a ella.

-¿Por cuánto piensan irse?- preguntó de nuevo su madre mucho más calmada.

-No más de un mes, eso te lo aseguro.- respondió su hijo de inmediato.

La ex jefa suspiró.

-Está bien.- aceptó- Eret y Bocón ya están ayudando a embarcar a los demás. Tengan mucho cuidado, ¿sí?- les pidió colocando cada una de sus manos en un hombro de la pareja.

-Lo tendremos, Valka. Que ustedes también sean acompañados y bendecidos por los dioses, mientras no estamos.- le dijo Astrid con una sonrisa.

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-Patapez y Patán ya se fueron a descansar, en cuanto a los gemelos, deben estar por ahí causándoles problemas al capitán o a alguien más.- mencionó Heather con una pequeña risa, mientras entraba a la cabina dónde Hiccup y Astrid estaban sentado al frente de una mesa mirando el océano.

La rubia sonrió ante su comentario, pero su esposo sólo se limitó a verla de reojo.

-Lamento mucho que sólo pudieras disfrutar del Nuevo Berk unas cuántas horas.- le habló a la de cabello negro y ésta tomaba asiento al frente de ellos.

-No te preocupes, Hiccup, yo lo entiendo.- habló ella de inmediato- Drago tiene su historia con ustedes y es lógico pensar que en algún momento querrá su venganza. Tienen que estar preparados.- habló con más seriedad.

-Lo derrotamos una vez, podremos volverlo a hacer.- trató de animar la ojiazul tomando la mano del castaño por debajo de la mesa.

-¿Y cómo es que se fueron los dragones? Yo pensé que habían más cazadores en cuanto perdí a Cizalladura y más dragones empezaron a irse de la isla.- soltó rápidamente- ¡Oh! Perdón si no quieren responder, no hay problema.- agregó al ver sus expresiones algo decaídas.

-No, no te preocupes.- dijo Astrid- Nosotros liberamos a los dragones. Ellos eran libres de ir a vivir a su lugar de origen, allí están mejor que con nosotros, así que lo aceptaron.- relató brevemente.

-Tenemos entendido que los demás dragones de las demás islas, también hayan el Mundo Oculto y se quedan ahí.- intervino Hiccup con la mirada baja- Supongo que Chimuelo de algún modo los atrae para que estén a salvo.- añadió con una leve sonrisa.

-¡Vaya! Eso lo cambia todo.- comentó la jefa Berserker en un murmuró.

Luego de eso los 3 voltearon para dirigir sus miradas una vez más al movimiento del océano.

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-¡Hey, jefe, esto es increíble!- gritó Brutacio, mientras cabalgaba uno de los caballos seleccionados. Él y su hermana no tardaron en tomar un par de caballos y empezar un lío.

¤AFTER ALL¤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora