Capitulo 4

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La botella

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La botella.

Aquí comienza todo o eso dice Gala, a mi solo me da risa miéntras veo como comienza a bailar llevándome hacia los tragos, todos parecen divertirse y yo no me quedo atrás, agarro una de las bebidas con alcohol y siento como mi cuerpo empieza a relajarse, rio un par de veces con ella mientras da vueltas de lo mareada que está.

— Baila un poco Zeus — niego indispuesto, odio bailar y no me importa si es fiesta yo solo quiero beber.

— Sabes que no me gusta — respondo, no se molesta en obligarme, veo como se une con un chico en la pista.

Olvidó la hora, no soy consiente de que hora sea y para ser sincero no me importa, dije que hoy iba a disfrutar y justo eso haré, no me voy a interesar más en esa chica, se acabó.

— ¡Hora del juego! — anuncia Gala mientras intenta pararse.

Camino hacia el centro en medio de todos sentandome a lado de mi amiga, mientras veo como gira la botella de vidrio en el suelo.

— Ya saben como funciona esto, al que le toque se besa o hace lo que yo diga — dice riendo.

— Yo tengo novia — habla un chico y río por el comentario.

— Al carajo, tu disfruta— digo serio y las miradas caen sobre mi.

La botella gira en dirección a una chica y Gala pone el reto de quitarse una prenda, solo rio porque eso no me calienta no me hace nada, es algo normal no me siento incómodo ni nada pero no causa nada en mi.

Uno de los chicos a lado me ofrecen drogas a lo que niego, solo tomo ni siquiera fumo pero jamás me drogaria, siento que eso ya sería caer muy bajo, los retos parecen entretener a los demás pero no a mí así que sigo tomando.

Así la pasan ellos mientras yo me ahogo en alcohol, me paro hasta la salida y el recuerdo de la morena llega a mi mente el aire frío golpea mi cara, no sé si estoy alucinando pero la estoy viendo muy cerca de mí, sus labios carnosos en color rojo como el mismo día que la vi por primera vez, su recuerdo se apodera de mí y de mi mente.

— Zeus — la voz femenina espanta el recuerdo de la morena y abro los ojos siendo consiente de que no está aquí, llevo mi mano hasta mi cuello masajeando.

— ¿Mande?— respondo al instante.

— Llévame a mi habitación, ayúdame a subir.

No veo nada malo en ayudarla, después de todo está peor que yo y creo que puedo caminar las escaleras, la tomo de la cintura ayudándola a subir los escalones mientras se duerme un poco le hablo para hacer que no duerma porque hoy no tengo ganas de cargar a nadie, volteo a ver la única habitación que hay y abro la puerta con ella.

— Gracias Zeus — se tumba a la cama y estoy dispuesto a irme también a mí departamento.

Al segundo que intento irme de la habitación siento como su mano me detiene, me volteo para encararla y recostarla mejor.

𝗔𝗧𝗢𝗥𝗠𝗘𝗡𝗧𝗔𝗗𝗢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora