Capitulo 2

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El plan

— Bernardo — hablo desde la otra línea.

— Joder Zeus, ¿Qué quieres ya casi llego a tu oficina — me avisa.

— Siempre sí haremos la inauguración — es lo único que digo, cuelgo sin esperar respuesta.

No me importa que tenga que hacer, pero esa inauguración se hará a como de lugar y ese encuentro con ella se dará de nuevo, no estoy dispuesto a dejarla ir ahora que la encontré.

Se que sería más fácil acercarme a ella y no sé, nunca había sentido la necesidad de acercarme al alguien, en especial a una chica, ellas siempre venían a mí. Yo no tengo ni puta idea de que hacer cuando estoy cerca de ella, ¿Qué mierda se supone que deba decirle?.

Esto es muy complicado, no puedo dejar de pensar en ella cuando la vi sentí una conexión se que ella también porque sus ojos brillaron, se que ella también sintió algo. Estoy completamente seguro que no es amor, pero quede fascinado con ella, esto me asusta no quiero pasar por la misma mierda, pero también se que si no lo intento jamás podré saber lo que realmente me pase con ella y la única manera de saberlo es acercarme y saber de ella.

Tomo los documentos que mi secretaria había dejado en mi escritorio está mañama, nuevo día hora de encargarme del trabajo pendiente, espero que con el proyecto del parque de diversiones nos vaya bien, al menos yo necesito hacer crecer esta empresa para hacer más inversiones en algunos contratos futuros que tengo en mente, joder esto es estresante de verdad, hace algunos meses había empezado con el nuevo negocio que en futuro planeo hacerlo mi legado.

Hablo de los barcos que utilizamos para el comercio internacional por parte de la tecnología con la que contamos aquí me ha permitido una mayor eficacia en el sector de la navegación, es una fuente importante de ingresos pero sin duda debo crecer más aquel negocio.

Me enfado cuando escucho los gritos de mi secretaria cerca de la puerta, la puerta se abre con fuerza mientras entra sin respeto alguno.

— No puedes tomar una decisión por si solo y después colgarme — dice furioso el pingüino, mejor dicho mi "socio".

— Lo siento señor, no me escucho — dice la secretaria.

Hago una señal con la mano indicandole que salga, ni me molesto en mirar a Bernardo solo me siento de nuevo revisando las facturas en mi laptop.

— Zeus te estoy hablando, mierda.

— Buenos días — digo sin mirarle.

— No se hará esa estúpida inauguración — dice sin trabas.

— Yo dije que se hará y punto — acomodo mi corbata.

— ¡Mierda! Dije que no Zeus, no tenemos más presupuesto — golpea el escritorio con furia, está vez no soporto más y exploto.

— ¡Me vale mierda, se hará ese puto evento! el presupuesto vale mierda — grito caminando hacia la ventana que da a la ciudad.

Miro hacia arriba suspirando para controlarme, odio mis arranques de ira.

— ¿Por qué debería ser ahora? — su pregunta me hace crear alguna excusa para no decir que es por ella.

— Piénsalo, si lo hacemos ahora puede ser un éxito aparte de los ingresos que ese juego nos traeré  — digo para manipularlo y hacer que acepte mi propuesta.

— Viéndolo desde ese punto de vista es bueno, pero necesitamos que la inauguración atraiga público.

— ¿Tienes alguna idea? — pregunto volteando a verle.

𝗔𝗧𝗢𝗥𝗠𝗘𝗡𝗧𝗔𝗗𝗢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora