Omegacember (Yugi x all)

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Temática: Instinto
Pareja: Rivalshipping ( Seto Jaiba x Yugi Mutou)
Resumen: Instintos primarios.
Au: Donde los tres castas se dividen a su vez en seres con características animales herbívoros y carnívoros.

Era un alfa, el mejor de su manada, el más fuerte, el que protegía a los más pequeños de ser atrapados por depredadores al ser el más inteligente de todos y quién tenía más de un camino alternativo en caso de una persecución.

Entonces, ¿cómo había llegado a esta situación?

Recuerda que habían salido a recolectar frutas para alimentarse, iba con dos betas y un omega de la manada; habían hallado varias matas de maíz y las habían colocado en sus bolsos y caminaron de regreso a la madriguera cuando escucharon aullidos.

Una manada de lobos.

Había ordenado que se fueran ambos betas por separado usando otras rutas que les llevarían a la madriguera, en caso de que alguno fuera atrapado, daría aviso al resto para que le dieran por perdido.

Él había ido detrás de Kisara, la pequeña omega de catorce años, sabiendo de antemano que la irían a seguir, como alfa había decidido proteger a la albina de los ataques de los depredadores.

A la mitad del camino habían sido interceptados por dos lobos de cabellos cenizos que les sonreían mostrando sus dientes afilados llenos de sangre, la coneja chillo antes de que la jalara del brazo y la escondiera en una de las cuevas que le pertenecían a los osos, estos tenían una tregua con los conejos mientras que no tocaran sus panales de abejas de dónde obtenían miel; él había decidido seguir corriendo por el bosque para evitar que dieran con la menor, era temporada de hibernación y los osos no podrían protegerlos a los dos, pero podrían ocultar el olor de la omega al ser más suave que el propio.

Había corrido por un camino lejos de la madriguera, no quería que, si los depredadores se cansaban de seguirlo, fueran a hallar la manera de llegar a su hogar donde se hallaban los viejos alfas, algunos niños y jóvenes que apenas estaban pasando por su madurez, ninguno de ellos podría defenderse de una manada de lobos.

Un lobo albino le agarro de la pierna, apenas logro propinarle una patada en el rostro que le permitió seguir corriendo, lamentablemente el lobo había logrado enterrar sus garras en su pierna abriendo una herida que le dificultaba la huida.

Empezó a respirar aceleradamente, sus piernas más de una vez se tropezaron y sólo por su fuerza de voluntad siguió corriendo, aunque sabía perfectamente que este sería su fin, que sería devorado por los lobos.

Al menos podía estar agradecido con la vida por haberle permitido esconder a la pequeña Kisara y que está podría llegar a la madriguera a salvo.

Finalmente cayó rendido, trataba de recuperar el aliento recargado en un árbol, sus manos tomaron un trozo de madera y afianzó el agarre, no dejaría que lo asesinaran tan fácilmente, no, les iba a dar pelea.