Omegacember (Yugi x all)

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Temática: Autocontrol
Pareja: Alliumshipping (Mahad x Yugi Mutuo)
Resumen: La época de apareamiento es dominada por los instintos primitivos, así que tu protagonista deberá hacerle frente a eso.
Au: Siguiendo la dinámica de que omegas y alfas se dividen en baja, media y alta categoría.

Marzo, era el único mes en todo el año en qué el celo de los alfas y los omegas llegaba a cruzarse.

Yugi jamás había tenido que sufrir el mártir, para él marzo era como cualquier otro mes del año, sus celos pasaban desapercibidos para él y sólo necesitaba tomar sus supresores y descansar esos dos días de celo que tenía antes de volver a su rutina.

Pero todo había cambiado ese día, fue al bar con un par de amigos omega a tomar algo para relajarse después de una larga jornada del trabajo.

Mai había llegado a recoger a su omega antes de las once porque Joey empezaba a hacer tonterías en el bar.

A Ryou lo había recogido su hermano menor Bakura dejándole solo minutos antes de que fueran las doce.

Siendo las doce de la madrugada y con su vaso vacío, decidió pagar lo que habían consumido él y su par de amigos en el bar, el lunes se las cobraría haciendo que pagarán las hamburguesas.

Tomo su maletín donde llevaba los documentos que Duke le había hecho llevar a casa para que terminara de revisar el nuevo proyecto de la empresa y optó por salir por la puerta trasera donde nadie más que algunas cuantas personas estarían devolviendo el estómago le recibirían.

La realidad era que, a sus veintiseis años, odiaba los lugares concurridos, la única razón por la que iba a los bares era para cuidar al par de omegas que tenía de amigos de que ningún alfa de mala caña les hiciera algo (algo que podía confirmar cuando alguien se intentó sobrepasar con Joey siendo que esté ya estaba enlazado con alguien más), razón por la que, una vez sus amigos se iban a sus hogares, era cuestión de minutos que el también se fuera a su departamento.

- Debería de decirle a Becca que me recoja en su auto, no me fío de los taxis a esta hora - Murmuró antes de abrir la puerta trasera.

Sus pupilas se alargaron cuando penetró en sus fosas nasales el olor a omega en celo, pero se abstuvo a hacer alguna estupidez, antes de alfa, era un ser racional.

Su mirada se dirigió a esos cuatro alfas de baja categoría que estaban rodeando a alguien y lo entendió.

Se acercó a pasos apresurados y, antes de que el primero de ellos hiciera algo, le gruño.

- Larguense de aquí, apestosos alfas de quinta - Exigió, pudo ver cómo estos trataban de negar la orden que les dio, pero él era un alfa de categoría media, iba a un escalón mayor que ellos, por lo que estos simplemente se fueron sin antes escupir al omega que estaba hecho bolita en el suelo.

Sus fosas nasales percibieron con mayor fuerza el olor a hierbas que emanaba el omega y tuvo que morder su muñeca para evitar caer en lo mismo que esos alfas, contó hasta diez buscando en su maletín su cubreolores* que se colocó para evitar seguir oliendo al contrario.

- ¿Te encuentras bien?, ¿tienes a alguien a quien llamar? - Cuestionó tomando del hombro al omega, por la oscuridad que había no lograba visualizar si era mujer o varón, sus cabellos largos podían ser signo de que fuera una omega, pero recordando que Ryou los tenía largos descartaba por completo el género de la persona.

Sintió un manotazo y le vio encogerse más en su sitio.

- No te haré daño - Aseguro poniéndose en cuclillas - Me llamo Yugi Mutou, ahora tienes mi nombre en caso de que suceda algo, puedes ir con las autoridades a presentar una denuncia, aunque no planeo hacerte nada a diferencia de esos estúpidos alfas que te estaban rodeando.

- N-no tengo a nadie - Respondió después de unos segundos en silencio el omega, su voz sonaba entrecortada pero podía identificar el tono grave que le decía que era un omega varón; los omegas macho eran poco comunes en Japón, razón por la que eran vistos como "fáciles" y otro motivo por el que siempre iba a acompañar a sus amigos a ese bar.

Aquello le hizo suspirar antes de levantarse, saco su teléfono y mando un mensaje a su amiga Rebecca que debía estar viendo su maratón de Doramas para que le recogiera en auto a cambio de invitarle al cine a ver ese Dorama que saldría la próxima semana.

Recibió un pulgar arriba en confirmación diciéndole que estaría en diez minutos en el estacionamiento que estaba a unos cuantos metros de ahí.

- Una amiga vendrá por mi...por nosotros, es una beta así que no debes preocuparte por ella - Le explicó ayudándole a levantarse, en ese momento se dio cuenta que era alto, muy alto - Le puedes dar dirección o algún lugar cercano donde te podamos dejar, yo pagaré la gasolina así que no debes preocuparte por ello.

Se quitó la chaqueta y se la colocó encima al omega que veía al suelo.

- Mahad - Susurró el omega con dificultad.

- ¿Eh?

- Me llamo Mahad, Mahad Aknaen, g-gracias... g-gracias por a-ayudarme - El más alto finalmente subió su mirada y en ese momento perdió el aliento.

Su piel era morena, sus ojos y cabello podrían ser marrones, un color tan común pero, aún así, causaron un golpeteo en su corazón que no logro explicar.

Sintió sus mejillas arder antes de asentir.

- Vamos Mahad, antes de llevarte a tu hogar iremos a la farmacia por supresores para ti - Le explicó antes de posar el brazo del omega alrededor de su cuello, ayudándole a caminar hacia el estacionamiento donde la rubia ya le esperaba.

Cuando abrió la puerta trasera, ella le vio con la ceja arqueada por subir a un omega en celo al auto.

- Necesita ayuda - Fue su respuesta al subir al asiento del copiloto.

- Me vas a deber más que una salida al cine, Mutou - Advirtió la beta antes de empezar a manejar.

- Si, si, puedes pedirme todo lo que quieras, sólo vamos a la farmacia por supresores y luego a dónde diga Mahad - Pidió y su amiga asintió sin decir más.

Probablemente le obligaría a hacer los mandados y limpiar su casa por un mes.

Pero valía la pena mientras ese omega en apuros podía volver a su hogar sano y salvo.

Cerro los ojos y se permitió dormir unos minutos antes de llegar a su hogar.

Y probablemente tendría con uns caligrafía muy linda el número del omega a quien había salvado en su brazo con el plumón rosado de Rebecca cuando despertará.

Probablemente.

* Cubreolores : Una invención mía, es similar a los cubrebocas que usan los médicos, estos, como su nombre lo indica, sirven para evitar la filtración de olores a la persona que lo utiliza, su costo es algo elevado pero, cuando eres la mano derecha de un empresario y tienes amigos omegas que pueden tener su celo en cualquier instancia, el precio no es nada.