31 días de relatos centrados en el universo Omegaverse.
Cada uno con una pareja y temática distinta, pero todas centrándose en el personaje favorito de su servidor, Yugi Mutou.
Advertencias:
Temas delicados.
Relaciones alfa x alfa, omega x omega, om...
Temática: Ronroneo alfa Pareja: Devotedshipping (Yusei Fudo x Yugi Mutou) Resumen: Similar a los felinos, pero sin olvidar que el alfa es la cúspide, puede dar connotaciones a qué fue dominado o tintes más oscuros. NA: He leído varios fanfics puzzle y blindshipping con algunas apariciones de este lindo shipp, ¡pero jamás he hallado uno que sea solamente de está pareja!, he buscado por cielo y mar pero siquiera un fanfic he podido hallar, sólo un par de tiras que fueron traducidas y eso me rompe el corazón 😔
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Cuando Yusei conoció a Yugi por un amigo de la infancia, lo primero que pasó por su cabeza es que era un omega, todo en el menor daba por sentado que pertenecía a dicha casta como él, pero se equivocó en el momento en que se acercó más al tricolor y percibió el olor a chocolate amargo.
Su chocolate favorito.
Además, claro, de que no era tan menor como creía, Yugi era mayor que él por dos años.
Jack pensaba que serían buenos amigos por la similitud de pensamientos y no se equivocó, lo fueron, Yugi era una persona empática que siempre le escuchaba y él era alguien que en ocasiones necesitaba soltar todo lo que guardaba en su ser sin temor a ser juzgado, de igual forma él era alguien que vivía al máximo y le enseño al alfa a vivir cada minuto de su vida como si fuera el último y salir de esa zona de confort que no le hacía bien.
Fue inevitable que ellos dos empezarán a salir, se gustaban y no les importaba que las personas les vieran raros; un omega musculoso que media lo mismo que un alfa y un alfa delgado que apenas llegaba a la estatura de un adolescente podrían ser el chisme nuevo que entretendría a las personas que les vieran pasar por unos días y aún así, aquello no les afectaría en lo más mínimo, no mientras que sus miradas se cruzarán e irradiaran amor todavía.
Un par de amigos dijeron que no iban a durar, que sus personalidades tan similares sólo los iban a aburrir, pero se equivocaron totalmente.
Su relación era la mejor, se apoyaban mutuamente y, aunque tenían discusiones como cualquier otra pareja, estás eras muy raras y podían solucionarlas con tranquilidad; de igual forma le había enseñado al alfa como manejar y reparar una motocicleta por su cuenta, al igual que lo llevaba a la fuerza al gimnasio donde el tricolor terminaba exhausto después de levantar pesas, algo que le recompensaba con esas hamburguesas que tanto amaba.
Cuando era viernes y el abuelo de Yugi se iba al bosque con su amigo Arthur a acampar, ellos dos se quedaban en la habitación del alfa a ver películas de terror o de superhéroes o hacían postres que terminarían regalando a sus amigos cercanos al hacer demasiados.
Era tan feliz que no había notado ciertos aspectos que Yugi le había ocultado de su pasado.
A los veintiún años finalmente el tricolor se desarrollo (algo que no era anormal, pero normalmente los alfas terminaban de desarrollarse antes de los diecisiete) esto hizo que terminara quedando a su estatura y, aunque para muchos parecería una broma, a ellos les había parecido un motivo para celebrar, ahora Yugi no debería llevar a todas sus salidas el banquito de su abuelo para que se pudieran besar.
