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Temática: Supresores
Resumen: Son drogas a base de hormonas que pueden reducir o anular los deseos sexuales.
Pareja: Peachshipping (Tea Gardner x Yugi Mutou)

Sus mejillas se sentían arder como el mismo infierno, su pecho subía y bajaba con rapidez, sintiendo que el aire le faltaba

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Sus mejillas se sentían arder como el mismo infierno, su pecho subía y bajaba con rapidez, sintiendo que el aire le faltaba.

Con su palma limpio el sudor que caía de su frente, cerro los ojos tratando de calmarse pero no podía evitarlo con ese dulce olor a duraznos.

Sus colmillos se mostraron al igual que sus garras con las que se aferraba a la silla, intentando de manera inútil calmar sus deseos de tirarse sobre la alfa que estaba del otro lado de la habitación siendo sostenida por Joey y Tristán, está le llamaba y, aunque su instinto le exigía ir con su alfa y satisfacerla, su lado racional estaba haciendo el mayor esfuerzo para negar esa orden.

Tea había entrado en celo en el momento más inesperado, la mayoría de los chicos del aula habían salido despavoridos por el olor imponente de la alfa; sus dos mejores amigos al igual que Ryou (quien había ido por los Supresores) eran indiferentes del olor de ella, por esa misma razón es que eran los encargados de separarla de él.

Pero, por el amor a Dios, eran destinados, el dulce olor de su ser le estaba afectando demasiado y no creía soportar el tiempo suficiente hasta que llegara Ryou.

Un gruñido salió de sus labios y oyó como la castaña se trataba de zafar de ambos alfas de manera inútil, soltando mordidas al aire.

- Y-Yami - Llamó al espíritu que residía en el interior del rompecabezas, el beta se hizo presente a su lado viéndole con preocupación.

- ¡Aibou!, ¿qué te está sucediendo?, ¿por qué nuestros amigos están gruñendose?

Negó sonriéndole con esfuerzo, algo le decía que nuevamente se había quedado descansando en el nido que había en su habitación del alma, no era su culpa, le había pedido al beta quedarse dentro mientras tuviera clases y él lo había respetado.

- Necesito... hay que cam-cambiar lugares, Yami - Pidió, el beta poso sus manos traslúcidas sobre sus mejillas antes de asentir, no necesitaba mayor explicación, eran compañeros, se entendían con una sola mirada.

El rompecabezas brillo, haciendo que ambos tricolores cambiarán de lugares.

El olor a vainilla se desvaneció del aire, dando paso a un sutil olor a la arena del desierto que daba a mostrar que, quien se hallaba ocupando el asiento donde Yugi se había dejado caer, ahora era el faraón.

- ¡Estabas tardando demasiado en hacer el cambio, Yami! - Se quejo Joey aflojando el agarre en su amiga quien hizo un gesto de asco al percibir el olor a beta que desprendía el tricolor.

Ese no era su destinado.

- ¿Dónde está? - Cuestionó Tea mostrando sus colmillos de manera amenazante, su olor se intensificó al no poder ver ni oler a su destinado y, aunque Joey apretó nuevamente el agarre y Tristán afianzó el agarre que ejercía, esto no sirvió cuando la castaña se zafó de su agarre haciéndoles caer lejos de ella.

La alfa se aventó encima del faraón, gruñendo con rabia al no percibir la vainilla en su ser.

Solo un asqueroso olor a arena, ¿¡a quién le gustaría el olor a arena?!

- ¡¿Dónde está mi omega?! - Exigió mostrándole sus garras al de ojos rubí quien no hizo ademán de moverse, mantenía su semblante serio, podría rasguñarle o golpearlo hasta dejarlo inconciente, pero no permitiría que Yugi volviera a tomar el control de la situación.

Su Aibou le necesitaba para no terminar en cinta de su destinada, ¡tenían solo diecisiete años!, además de que en dos días irían a Egipto, ¡no quería que profanaran a su compañero hasta que tuviera treinta años!, aún era un pequeño retoño que debía ser cuidado por su espíritu de las manos profanadoras de Tea.

- ¡Dime dónde está!

- No.

Joey silbo la valentía del egipcio antes de levantarse del suelo, vio a Tristán y este hizo ademán de entender lo que pensaba; Ryou había entrado con los supresores en mano y Tea aún no estaba enterada por pelear con Yami.

El rubio flexiono sus piernas siendo imitado por el castaño, listos para saltar en el momento oportuno.

Tea alzó sus garras dispuesto a abrirle la garganta al sujeto que no le decía donde se hallaba su omega, algo le decía que lo había escondido de ella y le haría pagar.

- ¡Ya!

Sintió un golpe y el peso de los dos alfas encima suyo, Yami apenas logro moverse, causando que solo recibiera el peso de los tres alfas en sus piernas y se abstuvo de quejarse cuando vio a Ryou acercándose con su salvación.

Alabado seas, Ra.

- ¡Bajense, alfas gordos! - Gritaba la alfa tratando de quitarse de encima a sus dos amigos

- ¡Hazlo de una vez, Ryou! - Exigió Tristán quien agarraba la cabeza de su amiga para evitar que mordiera a alguien mientras que Joey extendía su brazo derecho para que inyectar a la alfa.

Entre el movimiento de los tres alfas y que el beta apenas lograba aguantar el dolor de tener encima de sus piernas el peso de los tres alfas, el albino logro enterrar la inyección en la vena y suministrar el supresor.

Cinco minutos más de golpes de la alfa, está finalmente se quedó dormida.

- Dios, traje los potentes - Musitó Ryou al ver la etiqueta - Estará vomitando los próximos días, chicos, perdón, sólo traje los primeros que halle.

- Bueno, eso le pasa por... "alfaniaca", ja, ja - Bromeó Joey, el trio no emitió un sonido, causando que hiciera un puchero - Venga, estuvo buena.

- Fue el peor juego de palabras de mi vida - Confesó Tristán.

- Confirmo - Afirmó el omega albino.

- Son muy malos - Se quejo el rubio.

- Si, si, ¿ahora se bajan de encima?, no siento las piernas y son de mi Aibou.

- ¡Perdón! - Exclamaron ambos alfas antes de quitarse, Yami bufo sin quererse mover del suelo por el dolor y también por el peso de la alfa inconciente que aún no le quitaban de encima.

Alguien debería llamar al hospital porque se iba a quedar sin piernas.

Ay Yugi, ¿por qué tuviste que insistir en que fueran a la escuela el día de hoy?, pudieron jugar Mario Bros en la Nintendo.

Esperaba que Yugi le dejara mandar a alguien al Reino de las Sombras como recompensa por ello.

Esperaba que Yugi le dejara mandar a alguien al Reino de las Sombras como recompensa por ello

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Omegacember (Yugi x all)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora