"Las promesas te alejaran"
En otra parte de la ciudad, un robo se llevaba a cabo.
Un grupo de criminales se dirigía de un punto a otro de los Glades, saqueando sin parar cuanto establecimiento se les cruzaba en el camino.
El grupo iba saliendo del último establecimiento que habían robado cuando un chillido agudo resonó por el lugar, aturdiendoles y haciendoles soltar el botín. En ese justo momento una mujer rubia apareció.
Usaba un traje y mascára negros y sostenía un largo bastón.
-Canary- dijo uno de los hombres al verla.
-Black Canary- le corrigió la mujer noqueando al sujeto de un golpe.
Durante el día, Dinah Laurel Lance defendía la justicia como asistente del fiscal. Por la noche, sin embargo, hacía su propia justicia bajo la identidad de Black Canary.
Al principio, solo buscaba vengar a su hermana Sarah, quien había muerto en sus brazos. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que se trataba de algo más: de proteger a los que no pueden defenderse por sí mismos.
Entrenada por Ted Grant, un amigo suyo, y la hija de Ra's Al Ghul, Nyssa, se había vuelto una experta combatiente cuerpo a cuerpo y además contaba con un truco más: el 'Canary Cry': un chillido ultrasónico que aturdía a los enemigos y le daba a ella una ventaja que había aprendido a utilizar en beneficio propio.
El líder del grupo se levantó para atacar, pero Laurel fue más rápida: usando el bastón como pértiga se balanceó hacia adelante golpeando al sujeto en el pecho con ambos pies y usandolo como punto de apoyo giró para golpear a otro de los asaltantes, aterrizando en el suelo con gracia.
El último de los asaltantes sacó una pistola y disparó. Laurel evadió el disparo y de un salto se colocó frente a él torciendole la mano para hacerlo soltar la pistola, despues metió un pie entre los suyos para hacerlo caer y lo inmovilizó con el bastón.
-¿Donde esta Vértigo?- le preguntó.
-No lo sé- dijo el hombre-. Hace tiempo no sé de él.
Laurel soltó un gruñido de frustración y lo noqueó, alejandose después de ahí.
Vértigo era una droga. Un potente alucinógeno que te enfrenta a lo que temes mientras te conduce a la muerte. Pero era, al mismo tiempo, el modo como se le conocía a su creador.
Algo ocurría en Starling City. Algo grave, y Vértigo tenía algo que ver; de eso Laurel no tenía ninguna duda. Era su deber averiguar que era y detenerlo.
Mientras pasaba por una calle, escuchó como alguien le llamaba...por su verdadero nombre.
-Dinah Laurel Lance.
Era una voz femenina. Laurel volteó con cautela; la única que sabía que ella era Black Canary era Felicity, y esa voz no era la suya.
Laurel recorrió el lugar con la mirada, ya que estaba oscuro y no veía a su interlocutora.
-¿Quién anda ahí?- preguntó.
De las sombras salió una mujer. Era alta, rubia, con un traje blanco y negro y una mascára negra con los bordes blancos. Llevaba, además, dos bastones sujetos a la espalda. Laurel la miró detenidamente y le preguntó:
-¿Cómo sabes mi nombre?
-Por que he investigado sobre tí, Black Canary- respondió la mujer con una sonrisa.
Esa respuesta molestó a Laurel. No le gustó enterarse de que alguien la investigaba. Por lo general no era buena señal que alguien que te investiga se acerque a tí campantemente.
-¿Quién eres tú?
-Mi nomnbre es Barbara Morse, pero también me llaman Mockingbird.
Barbara Morse, doctora en biología, había formado parte de un equipo de científicos que trabajaba en una variación del suero de supersoldado inyectado al capitán América. Fue ahí que llamó la atención de SHIELD y se le entrenó en técnicas de espionaje y defensa personal, trabajando como agente activa desde entonces.
Cuando Barton burló la vigilancia que se le había puesto, tanto en Nueva York como en Starling City, Nick Fury la llamó a ella para encontrarlo. A estas alturas el director sospechaba que el afán de Clint de investigar iba más allá de vengar la muerte de su amiga, y eso era lo que Mockingbird tenía que averiguar.
Laurel se acercó a Barbara y, sin previo aviso, gritò soltando el Canary Cry, aturdiendola y obligandola a alejarse. No confiaba en que nada de lo que hiciera fuera algo bueno, y el hecho de que la hubiera investigado no le gustaba en lo más minímo.
Barbara sacudió la cabeza y tomó sus bastones de detrás de su espalda. Al mismo tiempo, Laurel le lanzó un golpe con el bastón que esquivó, tambaleante. Seguía aturdida por el grito.
Cuando el aturdimiento pasó, se lanzó al ataque blandiendo sus bastones.
-No tenías que haber hecho eso- dijo.
Barbara dió un salto hacia adelante, y Laurel a su vez dio un salto hacia atrás y le lanzó una patada a Barbara que ella desvió a un lado para después lanzarle un golpe con un bastón.
Laurel bloqueó el golpe, se adelantó un paso y le dio un cabezaso a Barbara para después girar sobre su eje lanzando una patada. Barbara atrapó la pierna de Laurel y de un solo movimiento la tiró al suelo.
Laurel se levantó rápidamente y sin perder tiempo Barbara se adelantó con los dos bastones al aire. Ayudada por su bastón Laurel los detuvo y empujó a Barbara.
En ese momento, una voz conocida para Laurel detuvo el combate.
-Vaya, vaya, vaya. Miren que tenemos aquí.
Las dos mujeres se vieron rodeadas por un grupo de hombres encapuchados, a excepción del que había hablado y que ahora se encontraba frente a una asustada Laurel. El hombre percibió el miedo en su mirada y sonrió.
-Dinah Laurel Lance- dijo, acercandose un poco-. Reconocería esa mirada asustada donde fuera.
Laurel miró a los ojos al hombre que la había secuestrado cuando era joven, y el miedo en su mirada se convirtió en fría determinación.
Al percatarse de aquello, el sujeto intentó desenfundar su arma, pero Laurel le dio un fuerte bastonazo en el brazo y después un puñetazo en la cara. Su atención estaba centrada en aquel hombre que la había torturado y violado durante su cautiverio, por lo que no notó que uno de los otros sujetos le apuntaba con un arma.
Quien sí lo notó fue Barbara, que unió sus dos bastones en uno solo y usandolo como pértiga, se balanceó hacia adelante quedando frente al pistolero y le dio una patada a la mano con la cual sostenía el arma; obligando al hombre a soltarla. Barbara volvió a darle una patada, esta vez al esternón, y el sujeto cayó hacia atrás.
Por su parte, Laurel le propinaba una golpiza a su captor, que a duras penas podía defenderse de la andanada de golpes que le caía encima, hasta que quedó inconsciente. Un disparo hizo que Laurel volteara hacia atrás y vio a Barbara luchando contra los secuaces del sujeto.
Laurel corrió hacia donde estaba ella y apoyó un extremo del bastón en el suelo, después giró sobre éste, golpeando a uno de los encapuchados. Barbara volteó hacia ella y sonrió. Entre las dos terminaron con los sujetos.
-Gracias- dijo Laurel, quitandose la mascára al terminar la pelea. Total, ella sabía quien era.
Barbara hizo lo mismo y asintió con la cabeza.
-No hay de que- dijo, y carraspeó-:. Laurel, necesito tu ayuda. Estoy en busca de alguien y creo que esta con alguien que conoces.
-¿De quién se trata?- preguntó Laurel poniendose en alerta.
Barbara le habló de Clint Barton, y del nexo que le llevaría a Oliver Queen. Si Barton había llegado a Starling, lo primero que haría sería buscar a Queen.
-¿Y por qué me pides ayuda a mí?- quisó saber Laurel.
-Por que sabes como moverte por la ciudad mejor que yo, evidentemente- explicó Barbara, lo cual provocó una risita por parte de Laurel. Luego conrinuó-: Además, eres una gran combatiente, y si no me equivoco tienes una razón para ir tras Oliver Queen. Una buena razón.
Laurel asintió. Habían aparecido varios criminales muertos, y la evidencia apuntaba a que el culpable era Green Arrow. Laurel sabía que Oliver no lo había hecho, pero tenía que probarlo. Necesitaba pruebas contundentes y creía que Vértigo era un buen indicio...al menos, tan bueno como cualquier otro.
-Ayudame a encontrar a Clint, y yo te ayudaré a exculpar a Oliver- dijo Barbara.
Laurel lo consideró un momento, y después asintió.
-Esta bien- dijo.
Dicho esto, las dos se alejaron de ahí
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The Hawk and the Arrow
Fiksi PenggemarLo que iniciaría como una llamada de auxilio se convertiría en una carrera contra reloj en pos de dar a conocer un importante secreto. Luego de una misión de rescate fallida, Clint Barton recibe la advertencia de un peligro que acecha en las sombras...