8.- Arqueros y aves

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"Ahora mismo quisiera ser el enemigo"

La noche llegó a la ciudad.

Clint y Oliver se encontraban en el muelle. Habían pasado el resto de la tarde en el Verdant, planeando diversas rutas de escape para despistar a quienes perseguían a Clint.

En ese mismo momento ambos se enfrentaban al tercer equipo de vigilancia con el que se encontraban.

-¿Acaso estos tipos no se cansan nunca?- preguntó Oliver lanzando una flecha cegadora a algunos agentes seguida de una flecha de cuerda.

Por su parte, Clint lanzó una flecha de humo seguida por una explosiva.

-Son, o fanáticos de HYDRA o agentes dedicados de SHIELD- dijo a manera de respuesta-. Tienen una gran motivación.

-Pues ninguno de los dos me agrada- dijo Oliver.

La única respuesta de Clint fue una sonora carcajada.

-Bueno, esos fueron los últimos- dijo-. Espera un momento...

De repente había visto algo. Clint distinguió una sombra, seguida por una melena rubia poco después.

-Hay dos más- dijo-. Me empiezo a sentir importante.

-Barton...no es momento para chistes- soltó Oliver-. Hay que separarnos.

Barbara observó a Clint irse por la izquierda y a Oliver irse por la derecha.

-Se separan. Uno de ellos nos vio.

Laurel noqueó al sujeto que las había seguido de un golpe.

-Entonces vayamos por ellos. Yo iré por Barton.

-Entonces yo iré por Queen.

Ambas tomaron las direcciones por las que ellos se habían ido, pero antes de separarse, Barbara llamó a Laurel y le entregó un comunicador.

-Por si acaso- dijo.

Laurel asintió poniendose el comunicador.

-Bien- dijo-. Y Barbara...

-Llamáme Bobbi.

-Ten cuidado.

-Igual tú.

Dicho esto, se separaron.

Clint se adentró entre los edificios del muelle.

Habían previsto esto, y lo único que se les ocurrió fue precisamente eso: separarse, para que en caso de ser uno capturado el otro pudiera continuar. Incluso habían fijado un punto de encuentro.

Sin embargo, lo que no había previsto era que enviarían a Barbara Morse a buscarle. Tenía que ser ella la rubia que había visto.

Se detuvo al dar vuelta detrás de un edificio. Sacó una flecha, la colocó en el arco y arriesgó una mirada para asegurarse de que no le siguieran.

-¡Hey, tú!- llamó una voz detrás de él.

Clint se volteó, tensando el arco y apuntó a quien le hablaba. Parpadeó, sorprendido.

-¿Se te perdió algo?- preguntò Laurel acercandose.

-No eres la rubia que esperaba ver- dijo Clint.

Laurel sonrió mirandolo de arriba abajo.

-Que decepción- dijo con sarcasmo.

-¿Quien eres tú?

-La única persona de la que no puedes escapar.

Laurel gritó, activando su Canary Cry. Por inercia, Clint lanzó la flecha antes de soltar el arco y taparse los oídos ante el chillido agudo, por suerte tenía un modo de no oírlo.

Clint había quedado sordo desde pequeño y usaba un auricular diseñado para él. Todo lo que hizo fue apagarlo y listo: adiós ruido.

Tomó su arco en el momento justo que Laurel le atacó con el bastón y luego retrocedió un poco.

-Oye, mejor alejate- era consciente de que había hablado a pesar de no escuchar su voz-. No quiero herirte.

Laurel ladeó la cabeza y Clint tuvo que mirar sus labios para saber lo que decía.

-Creo que el herido serás tú.

Entonces, le golpeó la cadera con una patada.

"Bueno, eso no lo ví venir", pensó Clint mientras se agachaba para hacerla caer de una tacleada. Laurel cayó al piso poniendose de pie rápidamente mientras gritaba de nuevo. Clint le lanzó una flecha de red y sonrió.

-Lo siento, ¿dijiste algo?- dijo dandole un golpe con el arco.

-Idiota- masculló Laurel esquivando la red y bloqueando el golpe con el bastón.

Clint empujó a Laurel hacia adelante y lanzó una flecha sónica que aturdió a Laurel para correr poco despues. Hora de ir al punto de encuentro.

Oliver lanzó una flecha que Barbara desvió de un golpe al tiempo que le lanzaba uno de sus bastones entre los pies para hacerlo caer, cosa que funcionó: Oliver cayó al suelo trastabillando y volteó hacia su atacante.

-No es nada personal- dijo Barbara acercandose para recuperar su bastón-. Es solo que no puedo dejarte salir de la ciudad.

-¿De parte de quien estas?- le preguntó Oliver, poniendose de pie.

-No estoy en tu contra, si eso quieres saber- respondió Barbara-. Pero tampoco estoy a tu favor.

Dicho esto se lanzó hacia adelante con los bastones en alto. Oliver alzó el arco y bloqueó los dos bastones, después dio un giro, haciendole soltar los bastones.

Entonces Barbara le dio un puñetazo en la cara y una patada en el pecho, agachandose para meter un pie entre los suyos en una patada baja circular. Despues corrió por sus bastones.

En el momento que los tomó, una cuerda se enredó alrededor de su cuerpo. Oliver jaló de la cuerda provocando que cayera y se acercó.

Un grito agudo resonó por la calle, lo cual distrajó a Oliver, y Barbara aprovechó su distracción para liberarse al tiempo que se ponía de pie.

Clint apareció, seguido por Laurel.

-Bobbi- dijo-. Al fin te encuentro.

-¿La conoces?- le preguntó Oliver y vio a Laurel-. ¿Laurel?

-¿Tú la conoces?- preguntó Clint.

-Es mi ex novia- respondio Oliver-. Tu turno.

Clint sonrió mirando a Barbara.

-Es mi ex esposa.

-Oh...

Hubo un tenso silencio.

-¿Qué haces aquí, Barbara?- preguntó Clint de repente-. ¿Qué hacen ustedes dos aquí?

-¿Están confabuladas?- preguntó Oliver antes de que ambas tuvieran tiempo de responder a las preguntas de Clint.

Laurel y Barbara intercambiaron una mirada, como consultandose una a la otra que debían hacer.

Finalmente, Barbara respondió:

-Les diremos que hacemos si nos dicen que hacen ustedes.

The Hawk and the ArrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora