16.- Control a traves del miedo

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"Desconectame del sueño que infundiste con realidad"

Laurel gritó, aturdiendo a todo guardia que se cruzara en el perímetro de la onda sónica.

-Debería condensar ese grito en una flecha- dijo Oliver.

-No sería tan potente como el mío- replicó Laurel-. Pero podrías intentar.

Desde que se habían adentrado en ese sendero, notaron la palabra "trampa" estampada por todas partes, pero siguieron adelante a pesar de ello. Después de todo, ¿qué más podía pasar? Lo descubrirían pronto.

Ambos sintieron de repente un piquete en el cuello, y al palparse se quitaron unos dardos.

Oh, oh.

-Esto es solo un pequeño experimento...-dijo Werner Zytle-. Incluí un pequeño ingrediente en la formula mejorada que creo conocen muy bien.

-Despues de todo, es lo que hace que esten en este problema- intervinó White Canary.

La figura de la mujer se transformó en otra a quien Laurel reconoció: su fallecida hermana Sara.

Vertigo comenzaba su efecto.

Laurel respiró entrecortadamente, tratando de controlarse. Ya se había enfrentado a ella antes, podría hacerlo ahora.

-Hola hermanita- dijo Sara con una sonrisa torcida.

"No es ella" dijo Laurel para sí misma. "Ella no es Sara. No es mi hermana" se repitió mentalmente una y otra vez.

Eso no pudo evitar que fuera golpeada por la chica, y cuando menos lo esperó ya estaba en el suelo.

-¡No eres nada! Nunca lo fuiste y nunca lo serás.

Mientras la alucinación de Sara se acercaba, Laurel retrocedía sin levantarse del suelo. El miedo la había paralizado, dejandole indefensa.

-Dinah Laurel Lance...- canturreó-. Siempre intentando hacer lo correcto. ¿Crees acaso que puedes ser mejor que yo?

Esas palabras rompieron la paralisis de Laurel. Desde hacía mucho tiempo había dejado atras el legado de Sara, haciendose uno propio. Aunque había tomado el traje por ella, ahora solo era un recuerdo que atesoraba en su memoria nuevamente.

-No- dijo-. Y ya no me preocupa ser como tú.

Black Canary se puso en pie, y su contrincante supo que algo había cambiado en ella. Pero no reflexionó más en ello sino que la atacó, simple y llanamente. Y cada ataque lanzado por White Canary era sorteado, esquivado y respondido por Black Canary hasta que Laurel le venció. Del bolsillo oculto de su traje sacó una pequeña jeringa con un líquido cristalino y se lo inyectó, contrarrestando el efecto de la droga.

Sin embargo, la pelea no acabó ahí. Apenas dio media vuelta, Laurel fue derribada al suelo por Oliver. Este alzó el puño para golpearla y ella detuvo su brazo.

No se cuestionó nada, sino que solo se defendió. Arqueó la espalda para poder impulsarse y golpeó a Oliver dandole un cabezazo para poco despues ponerse de pie en posición de ataque.

-El miedo es algo muy curioso, ¿no?- dijo Zytle-. Te paraliza...o en este caso, le permite a alguien controlarte.

"Genial", pensó Laurel. No solo tendría que enfrentarse a Oliver, sino también a Vertigo. Podría con los dos. Se giró hacia Oliver y lo aturdió con el Canary Cry lo suficiente para mantenerlo alejado. Su prioridad ahora era Werner Zytle.

Con eso en mente se dirigió a atacarlo, pero él se adelantó, lanzandole una nueva dosis de Vertigo.

Laurel se agachó justo a tiempo y de una barrida tiró al hombre al piso, tomandolo por sorpresa, y en una idea irónica, tomó el dardo que había esquivado y se lo inyectó. De inmediato el hombre salió corriendo presa del miedo.

-Vaya, vaya- dijo-. ¿Tanto para eso?

Laurel soltó una carcajada, y en ese momento una flecha pasó zumbando cerca suyo. Suspiró, dio vuelta sobre sí misma extendiendo la pierna y le dio una patada a Oliver a media cara. Él lanzó un golpe con el arco que ella esquivó y le golpeó con su bastón en un costado.

Después saltó, haciendole una llave para inmovilizarlo. En ese momento tomó otra jeringa y se la clavó inyectandole su contenido.

Un tiempo despues lo soltó. Oliver respiraba agitadamente y cerró los ojos un momento.

-¿Qué pasó?- preguntó.

-Zytle te controlaba usando el miedo- respondió Laurel.

-Que miedo- replicó Oliver y se echó a reír.

-Andando, risueño- dijo Laurel-. Todavía nos queda algo más que hacer.

The Hawk and the ArrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora