14.- Pista fragmentada, pt. 2

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"No hay manera de que puedas romper mi voluntad"

Oliver y Laurel habían recorrido un largo tramo cuando escucharon la explosión y una distante onda expansiva los recorrió, lanzandoles a poca distancia por el suelo.

-¡Bobbi y Clint!- exclamó Laurel-. Tenemos que ir por ellos.

Se incorporó rápidamente disponiendose a irse, pero Oliver le detuvo.

-No. Son espías, estarán bien- le dijo.

-Pero la explosión...- insistió Laurel.

-Ya te lo dije, estarán bien- le aseguró Oliver-. Además, tenemos algo que hacer.

-En eso, tienen razón- terció una voz.

Ambos miraron a su alrededor buscando de donde provenía aquella voz. Entonces, una voz femenina se escuchó:

-Tienen que morir en nuestras manos.

Oliver y Laurel se miraron el uno al otro. Desde que Vertigo entró de lleno en la ecuación ambos tenían muy en claro que tendrían que enfrentarse a él...pero no creían que fuera tan pronto.

-¿Ahora tienes acompañante?- inquirió Oliver con sorna-. Creí que el gran Werner Zytle trabajaba solo.

-No es algo que decidiera por mí mismo- replicó el aludido apareciendose frente a ellos.

Werner Zytle trabajaba para el Conde Vertigo, el creador original de la droga. Cuando él murió, Zytle se autonombró lider de su organización, llamandose a sí mismo solamente Vertigo y usó sus conocimientos en química para perfeccionar la formula de la droga, volviendola un alucinogéno potente.

También era diestro en el combate y para asegurarse cierta ventaja lanzaba dardos con una dosis de la droga Vertigo.

Zytle hizo intento de lanzar un dardo, y Laurel gritó para despistarlo pero, sorpresivamente, su grito fue silenciado.

Una mujer vestida de blanco apareció por detrás y le saltó encima tapandole la boca. Ambas cayeron al suelo rodando por una pendiente baja.

Oliver trató de acercarse pero Zytle se interpusó.

-¿Tan pronto te vas?- preguntó con burla.

-Muevete- dijo Oliver apuntandole con una flecha.

Le preocupaba Laurel, y aunque sabía que podía cuidarse sola no podía evitar preocuparse por ella; sobre todo cuando la perdió de vista por la pendiente.

Vertigo sonrió y le lanzó un dardo a Oliver que este esquivó por poco y lanzó la flecha, que le rasgó el brazo izquierdo a Zytle.

-Tu buena puntería se esfumó- se burló este.

Y todo lo que recibió por parte de Green Arrow fue una sonrisa sarcástica.

-No te apuntaba a ti- dijo.

La flecha, cuya punta tenía una modificación que le permitía cambiar el curso según el objetivo, rebotó de árbol en árbol hasta impactarse en el hombro izquierdo de Zytle. Al sentir el impacto, el hombre gritó de dolor.

-O tal vez sí.

Oliver se apresuró a aprovechar la ventaja que tenía, atacando a Vertigo antes que este se recuperara: le atravesó la cara de un golpe y después le hizo caer al suelo, lanzandole una flecha sedante que el otro esquivó rodando por el suelo como pudo.

-Algo parecido debió hacer tu hermanita...- aventuró Zytle, lo cual desconcentró a Oliver un momento.

Un segundo después, atacó al hombre con renovada furia. Zytle se pusó en pie y atacó a Oliver haciendole caer al suelo, despues tomó una piedra y trató de lanzarsela encima, pero el ataque fue frustrado por Oliver, quien desde su posición pudo lanzarle una punta tranquilizante y se apartó del sitio.

Luego fue a buscar a Laurel.

La espalda de Laurel chocó contra el tronco de un roble y después ella se agachó. Un segundo después, una espada rebanó el árbol donde antes ella tenía la cabeza.

Laurel se incorporó mirando a la mujer.

-¿No te cansas de fastidiarme?- preguntó. La chica negó con la cabeza enfundando su espada.

-No pararé hasta obtener mi venganza.

Casi nada se sabía de esta mujer. Incluso su nombre era un misterio; solo la conocían como White Canary, la última descendiente de una familia de artes marciales.

Sus hermanos habían muerto, asesinados por ella misma a causa de la deshonra que sufrieran al ser derrotados por Black Canary. Era por eso que la odiaba con todo su ser.

Laurel no dijo nada y esperó el siguiente ataque. White Canary dio una voltereta para salvar la distancia entre ambas y golpeó a Laurel con una patada giratoria, para despues intentar golpearle en el abdomen.

Laurel bloqueó este último golpe atrapando su pierna y la jaló, haciendo que la otra perdiera el equilibrio. Con un acopio de fuerza, Laurel giró soltando a White Canary y ocasionó que ella se estrellara en el tronco de otro roble.

-Esto no es solo por tu famosa venganza- dijo Laurel.

White Canary se puso en pie rápidamente y subió por el tronco del árbol, usando una de las ramas bajas de este giró cayendo sobre Black Canary para después comenzar a estrangularla poniendo una rodilla sobre su tráquea.

-En este día finalmente te daré la muerte- dijo-. El hombre del parche no tiene derecho sobre mí.

-En tus...sueños- farfulló Laurel.
Laurel dio un puñetazo en la pierna de su contrincante, dandole en uno de los nervios, lo cual provocó que White Canary se apartara de inmediato. Golpeó el vientre de la mujer con el canto de la mano y después le rompió la tráquea de un golpe, para al instante siguiente darle una patada en el rostro que la noqueó.

En ese momento escuchó que alguien se acercaba.

-¡Laurel!

Al encontrarla, Oliver soltó un suspiro de alivio. Estaba bien y era todo lo que le importaba. Poco después aparecieron Clint y Barbara.

-¿Estan todos bien?- preguntó Bobbi.

-Sí- dijo Laurel-. Y creo tener una pista.

-¿En serio?- intervinó Clint-. Nosotros también.

Luego volteó a ver a Oliver con cierta sospecha.

-Sera mejor que nos vayamos- dijo él notando la mirada de Barton.

Clint solo asintió y, de nuevo, los cuatro emprendieron el camino de viaje.

The Hawk and the ArrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora