11.- Buscando respuestas

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Así que no huyas, solo enfrenta el nuevo día sin ningún miedo

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La base de Richmond donde Clint acudió a rescatar a su amiga se encontraba al oeste de Boston, en el centro de un núcleo urbano abandonado.

-¿Por qué los tipos malos siempre escogen lugares remotos para asentarse?- preguntó Clint mirando el lugar.

Barbara lo miró con cierto hastío.

-Clint...

Antes que ella dijera nada más, él la interrumpió:

-Solo era retórica, Bobbi. Sé perfectamente por que lo hacen.

-Ubicaciones remotas siempre son parte del trabajo.

Clint soltó una carcajada y en ese momento Oliver y Laurel, que habían recorrido el exterior del complejo, regresaron.

-Hay pocos vigilantes al norte del edificio- dijo Laurel-. Y al este hay otro grupo. Esto resulta bastante sospechoso.

Clint y Barbara intercambiaron una mirada de sospecha. Tan poca vigilancia solo podía significar una cosa.

-Estan trasladando todo- dijeron ambos al unísono.

-Hay que entrar- dijo Oliver-. Ya.

-Laurel y yo entraremos- dijo Barbara-. Buscaremos los archivos y saldremos rápidamente. Ustedes tendrán que cubrirnos.

Oliver asintió serio y Clint sonrió.

-Como en nuestra primera misión, burlona- dijo.

Barbara sonrió ampliamente y se fue con Laurel.

-No dejen que los maten- dijo antes de irse.

-No soy como Hunter, Morse- gruño Clint cruzandose de brazos.

Luego volteó a ver a Oliver, que lo miraba con una expresión ligeramente burlona.

-¿Qué?- le increpó Clint.

-Nada- respondio Oliver con una sonrisa.

-Entonces andando.

Ambos emprendieron el camino hacia la base.

-¿Quien es...?- comenzó a preguntar Oliver, pero Clint le interrumpió:

-Larga historia.

-¿Y Bobbi y tú...?

-Ya te dije, larga historia.

-Bien, señor gruñón, no me digas.

Clint le dio un golpe en el hombro a Oliver. Después sacó una flecha sónica y la lanzó hacia adelante, en el centro del grupo de soldados que se dirigía a atacarlos.

Oliver lanzó una flecha explosiva a pocos metros de donde se encontraban, dispersandolos. Al instante, otro grupo apareció por detrás de ellos.

-Lo tenían todo preparado...-dijo Oliver lanzando una flecha de humo.

-Eso parece...- coincidió Clint.

Los soldados salieron de la nube de humo, disparando sin cesar en todas direcciones. Los dos arqueros se separaron para apartarse de la línea de tiro.

-¿Qué tal si te encargas de los nuevos?- sugirió Oliver a Clint.

-No sé, parecen ser más de tu especialidad- bromeó Clint.

Oliver rió aproximandose a los que habían sobrevivido al primer ataque, soltandole a uno un golpe con uno de los extremos del arco, para despues dispararle una flecha electrizada a otro, y siguió contra los demás. Por su parte, Clint le lanzó a uno una flecha adhesiva con lo que cayó al suelo, se abalanzó sobre otro, usandolo como escudo humano contra los disparos de los otros.

-Oye, Hawkeye- llamó Oliver-. ¿Estas pensando lo mismo que yo?

Clint asintió soltando al sujeto.

-Es una trampa.

De inmediato los dos se abrieron paso hasta llegar al complejo. Una vez allí entraron golpeando a todo aquel que se cruzara en su camino, lo que les importaba en ese momento era encontrar a Laurel y Barbara.

The Hawk and the ArrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora