Acompañemos a La Luna [libro 1 MLB] ✔︎

VIII. "Besas muy bien, Agreste"

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Adrien.

El universo en una mirada.

Me gustaba.

Sobre todo, porque fue en ese instante en que lo dije, cuando que me di cuenta de que mi universo tenía unos ojos azul intenso.

Y era aterrado y emocionante en partes iguales.

Esa noche me dormí sin poder dejar de sonreí al recordar su mirada intensa, sus hermosos ojos azules. Pensé en cómo se me haría difícil dejarla atrás cuando este semestre terminara.

Marinette era todo un mundo de sorpresas, y yo, estaba dispuesto a seguir descubriendo más de mi pequeño universo.

Subo mi mirada por unos segundos mientras mis dedos se mueven fluidamente por el teclado. La veo disfrutando de la música mientras mueve su cuerpo en sintonía. Se ve totalmente radiante en ese hermoso vestido negro de manga larga dejando al descubierto sus piernas y con un pequeño escote.

Marinette es perfección.

Su mirada va de Luka a mí, y de vez en cuando a los chicos.

Jamás imaginé que algún día precisamente yo, me encontraría en Francia tocando en un pequeño club por la noche con mis amigos.

Y debo admitir, que todo esto me gusta: La amistad, eso que siempre creí que no iba a encontrar de verdad. Eso que solo era una fantasía que papá lo hacía ver como una pesadilla, me he dado cuenta por mí mismo, que, en realidad no es así.

La verdadera amistad no se mide con el tiempo. Se mide con las emociones.

La voz de Rose suena por el club con intensidad, las luces van de aquí a allá y los parlantes transmiten con fuerza el sonido de los instrumentos.

Al principio temí de esta decisión. De pedirle un favor a Frederick que pone en riesgo su trabajo, de engañar a papá, de incumplir las normas, de todo.

¿Por qué debía vivir con miedo?

¿valió realmente el riesgo que tomé?

Pero la verdad, ver a tanta gente disfrutar de la música que tocamos, me hace saber que valió cada mentira.

Lo vale si puedo ver la sonrisa de Marinette cada vez que nuestras miradas chocan.

Si puedo ver su pelo agitarse con sus movimientos.

Si puedo ver su cuerpo moverse con energía al ritmo de la música.

Si puedo ver la felicidad en su rostro al ver a sus amigos tocando.

Sí, definitivamente valió cada maldito riesgo.

Dejamos de tocar, y el momento de tocar la nueva canción que escribieron llega.

Comienza con un solo de piano. Es una canción lenta que, la verdad, es muy linda. En ella canta Rose y Luka.

Termino de tocar la intro, y levanto mi mirada a Marinette, está con sus brazos cruzados mirándome con una leve sonrisa. Mueve su cuerpo suavemente de un lado a otro y luego apoya su cabeza en el hombro de Alya, que la abraza a ella por los hombros.

Luka comienza a cantar y se le une el piano y su guitarra.

—¿Cómo es que mi corazón puede latir así? Cariño,

te abrazo y me siento feliz —Cantó Luka con voz ronca y suave.

Se le unió Rose.

—Sé que es solo un sueño, y al despertar en verdad lo anhelo,