21 &

42 0 0
                                    

3 noviembre, 2016

Mi teléfono sonó máximo 20 minutos hasta que decidí atender. La estúpida persona que tenía que llamar a esta hora que se joda.

—¿¡Qué quieren!?.

—Perdón, no quise molestarte ¿ya estabas despierta?.

—¿Math? Que sorpresa hace mucho que no hablamos, me sorprendió tu llamada.

—Bueno ¿cómo estás chaparrita?.

—Eh... Bien gracias, ¿tu que tal?.

—Con muchas ganas de verte ¿estás en Nueva York aún?.

—Oh no, me fui a París el año pasado y ya pasó un año para que de cuando me vine a Dubai, relativamente. Estoy en el segundo y en un mes regreso a París

—Mierda si que pasó mucho tiempo... ¿No volverás a Nueva York?

—No, o al menos ahora no, no quiero y mucho menos lo necesito. ¿A qué se debe tu llamada?.

—Quería verte, pero no puedo así que solo quería escucharte. Te extraño.

—Tiene muchísimo que no nos hemos visto, también te extraño.

—Bueno linda tengo que dejarte, están tocando la puerta. Cuídate.

—Igual, hasta luego.

[...]

Después de haberme levantado temprano mejor decidí darme un baño y preparar el desayuno, ya había pasado bastante tiempo desde que había llegado a Dubai y me sentía realmente tranquila conmigo misma, había logrado perdonarme por lo que había pasado, y por primera vez en mi vida me sentía en paz, tranquila y sobre todo feliz.

Pero esa idea de volver a verlos en 1 mes me mataba ¿cómo reaccionaría al verme? No sé si aún me ama, o si ya me olvidó, pero en ningún momento que estuve aquí, sola, dejé de amarlo. En realidad lo extrañaba y quería tomar un vuelo a París para ir y besarlo y recuperar todo el tiempo perdido. Pero solo faltaba un mes y me sentía completamente capaz de esperar para verlo, y llenar completamente mis ojos de felicidad, mucha más de la que ya tengo.

Tuve tiempo para completar nuestra canción quería enseñarsela pero luego recordé que no podía hablar con el. Cambié de número y perdí todos mis contactos, excepto los nuevos amigos que había hecho en mi nuevo trabajo y los que recordaba. El año pasado me sentí nostálgica por qué recordé el día en que nos conocimos. Voy a pasar otro año igual pero, al menos sabré que falta muy poco para verlo de nuevo.

—¿Cuando vas a regresar amiga? Te extraño.

—Te lo dije Carla, no voy a regresar a Nueva York.

—Deberías darte una oportunidad, me gustaría verte otra vez...

—Lo voy a pensar ¿okey?, nos vemos.

De repente tocaron el timbre, ese debe ser Elías.

—Hola ¿cómo estás?.— sacó un ramo de rosas de atrás suyo y me las entregó. —Te traje esto.

—Gracias ¿quieres pasar?.

—Claro gracias, ¿que estabas haciendo?.

—Organizando algunas citas de unos clientes que tengo pendientes para el lunes.

—Bueno ¿puedes librarte un poco del trabajo? Quiero invitarte a comer.

—Lo siento Elías, eres muy amable pero no puedo dejar esto, en serio me urge.

—¿Acaso siempre eres adicta al trabajo?.

—Me gusta y amo mi trabajo. Es todo. ¿Necesitas algo más?.

—Wow no creí que te molestara, lo siento.

—No me gusta que se metan en mi vida, es todo no hay más.

—Esta bien entonces ¿no vas a dejar lo que estás haciendo?.

—Te dije que no.

—Bien me voy, adiós. Me llamas si quieres salir o aceptar mi invitación a comer.

—Ok.

Bien se necesita algo de contexto, Elías Weber, ex- empresario heredero de las empresas Weber asociadas con Thompson Company, lo había conocido exactamente en la misma empresa cuando el aún trabajaba como vicepresidente de la compañía y como ayudante a su padre. Comenzamos a tratarnos y llegamos a ser buenos amigos, el era atractivo, si, me atraía no lo niego pero había algo que me desagradaba. Cuando comencé a conocerlo más cuando nos reuníamos por cosas de trabajo, siempre estaba con sus actitudes de "hombre pedante y arrogante" todo su atractivo lo perdía allí.

Después me confesó que estaba perdidamente enamorado de mi, y quería llevarme a vivir con el hasta que estuviera completamente lista para casarme y tener una familia. Dejar de trabajar y hacerme cargo de la supuesta «familia» que quería formar conmigo. Por supuesto que no le di el "si" por qué su manera de pensar me pareció pobre. Maldita sea ¿un hombre espera que en vez de su esposa me convierta en su especie de criada? Joder.

Después planteé mi idea de que no me gustaba su manera de pensar, me comenzó a gustar un poco y decidí comenzar una relación con el ¡maldita que decisión tan horrorosa! Estoy completamente arrepentida y ahora busco la manera para terminar con el.

«7 Noviembre» Luka CouffaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora