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10:23 p.m

—¡Vámonos ya, están a punto de cerrar!

—¡Ya voy, solo me falta la última bolsa!.— trataba de tomar el plástico que descansaba en el suelo pero me era imposible por el resto de objetos que tenía en mi mano.

—Eres una niña muy lenta ¿lo sabías?, dame eso.— tomó ese artículo y lo colocó en su boca mientras con la otra mano desocupada tomo mi muñeca y me jaló hacia la reja de aquel parque.— ¡MALDICIÓN! Te lo dije.

—Mierda, todo es mi culpa. Lo siento.

—Tranquila, esto le puede pasar a cualquiera, ¿de acuerdo?.

—¿Por eso estás tan enojado?.

—Simplemente estoy desesperado, son las 10:30 de la noche y nosotros nos quedamos atrapados aquí.

[...]

—Tengo una idea.— había pasado máximo (o lo que yo había calculado) unas 3 horas, estábamos sentados, teníamos hambre y enojados, además esa noche hacia frío y la única luz que iluminaba era la brillante torre Eiffel. —De pequeño ¿alguna vez escalaste un árbol?.

—Muchas veces, ¿por qué lo preguntas?.

—Vamos ¿cómo no se te ocurrió antes? Podemos escalar la reja.

—Esa es una buena idea, yo voy primero ¿bien?.

—Claro que no, yo iré primero, tengo más experiencia.

—Aja, con tu estatura con suerte quedas colgada de uno de los alambres, eres muy enana.

—Perdon por no haber crecido más, chico jirafa.

—Ja ja ja. Muy graciosa niñita.

Después de varios intentos de Luka por tratar de llegar al otro lado de la reja me rendí y comencé a escalar, lo cual fue totalmente inútil por qué definitivamente tenía razón, era muy enana.

5:33 a.m.

—¿Cuanto tiempo más nos quedaremos aquí?.

—No lo sé, creo que abren el parque a las 7:00 de la mañana.

—¿¡Qué!? Dios mío yo, no podré soportar tanto, tengo demasiado frío.

—Oye yo también y no estoy quejándome ¿de acuerdo?.

—Maldición.

Mientas estábamos esperando a que la hora en que abrieran el jodido parque llegará, alguien salía por la panadería a un lado de este, era una chica algo baja (como de mi estatura), con cabello azabache en dos coletas, ojos azules y era realmente bonita.

—¡Marinette!.

—¿Luka? Vamos ¿Qué haces aquí?.

—Me quede atrapado anoche, no pudimos salir. ¿Podrías ayudarnos?.

—¿Pudimos?

—Oh ella.— me tomo de los hombros. —ella es T/n.

—Hola.

—Hola.

—Luego tendrán tiempo de conocerse, ¿puedes ayudarnos Mari?.

—Déjame ver qué puedo hacer ¿de acuerdo?.

—Claro, gracias.

Después de varios intentos de Luka y la chica Marinette por abrir la puerta, nadie logró nada. Definitivamente tendríamos que esperar hasta más tarde para poder salir.

—¡Oigan! Es chat Noir.

—¿Por qué razón los superhéroes están saliendo tan temprano hoy?.

—¿Acaso no lo recuerdas? Es la ceremonia que hizo el mayor Bourgeois para los héroes, comienza a partir de las 7:00 a.m.

—¡Mierda es cierto!.

—Bueno chicos, seguramente no tardará Ladybug así que le pediré que los ayude ¿de acuerdo?. Adiós.

—Gracias Mari, eres un ángel.

—Mucho gusto T/n, adiós.

—Adiós Marinette.

Ella se marchó dejándonos al chico de mechas azules y a mi solos de nuevo en el parque, estábamos desesperados y hacia frío. Sentía que en cualquier momento mi cuerpo fallaría y caería rendida al suelo, una voz interrumpió mis pensamientos.

—¿Estás bien?.

—No, tengo mucho frío. No creo aguantar más.

—Tranquila ¿de acuerdo? Falta poco.

—Ya... no puedo más...

«7 Noviembre» Luka CouffaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora