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7 Noviembre, 2016

1:25 a.m


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inalmente había tomado la decisión de terminar con Elías, siempre estábamos peleando y no era sano ni para el ni para mí. Me gustaría decir que lo tomó bien pero no fue así, más o menos reaccionó como si le hubiese dicho que lo había engañado con alguien más o peor aun, como si le quitara una parte de la millonada que tanto presume en la oficina.

Aunque explique mis razones por las cuales no podíamos seguir juntos pero aún así no quiso escuchar y se marchó del restaurante dejando que yo pagará la cuenta. Pero unos cuantos dírham (para los que no saben es la moneda que se usa en Dubai) no me afectarían para nada.

Regresé a mi departamento esa noche y comencé a preparar mis maletas, decidí que no esperaría más, tanto tiempo que había querido regresar y verlo, no puedo esperar mas, ya no, compré el vuelo por internet y lo más cercano a estás fechas que podía regresar era el 24 de noviembre.

Ahora estaba con su foto en mi mano reproduciendo la canción grabada.

[...]

Estaba acomodando algunas cosas que me llevaría para dónde mi mejor amiga aquí, Clarissa, decidí dejar algunos de mis artículos que tanto le gustaban a ella ya que no volvería, está vez regresaría a París para quedarme, no me gusta la idea de volver a separarme de mis amigos y mucho menos de Luka, ahora estaba lista para cualquier momento y cosa que se me presenté en el camino.

—Entonces si vas a regresar... ¡me da muchísimo gusto amiga! Aunque voy a extrañarte.

—Yo también pero, podemos irnos juntas si quieres...

—Oh no lo creo, tengo una vida aquí, tal vez vaya a visitarte pero no estoy lista para un cambio tan grande.

—Bueno tú te lo pierdes, así que ahora voy a quedarme contigo y haré mi trabajo aquí ya que solo faltan días...

—Amiga no puedo creer que vas a irte, dios mío.

—Podrás ir y visitarme tranquila.— dediqué una sonrisa cálida.

—Menos mal. ¿Quieres comer algo?.

—No, comí cuando venía para acá, así que no tengo mucha hambre.

—Bien entonces saldré con Santiago, te quedas en tu casa.

—Ve con cuidado, adiós.

Después de más o menos 3 horas de haberme quedado sola aquí, me sentía extraña, como una sensación de un presentimiento, pero no precisamente algo bueno...

Lo ignoré completamente y mejor subí a una de las habitaciones que tenía ella cuando yo me quedaba con ella, me recosté en la cama como un saco de papás y no me levanté, más tarde escuché entre susurros la voz de mi mejor amiga con su novio entrando en el departamento.

[...]

Me levanté de la cama, eran aproximadamente las 9:00 p.m y literal había dormido toda la tarde, toque la puerta de la habitación de mi amiga, al no recibir respuesta, abrí un poco y me encontré algo que mis ojos no querían ver, rápidamente cerré y mejor quise ver qué había abajo, una vez en la sala de estar, encontré 2 copas y una botella vacia de vino, ahora acabo de entender todo.

«7 Noviembre» Luka CouffaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora