Ellos compartieron una mañana muy agradable con un desayuno delicioso y una plática muy amena, entre bromas, estaban disfrutando mucho esos momentos juntos, sentían como si los años nunca hubieran pasado, y siguieran juntos, compartiendo sus vidas juntos como pareja, y disfrutando de algo tan bonito como la compañía del ser amado, disfrutando de un desayuno.
Día siguiente:
Todo transcurrió normal, Lucero y Mijares regresaron a la Ciudad de México, y todo tan normal como siempre, cada uno tomó su camino, cada uno en su respectiva casa.
Lucero abrió la puerta de su casa con la mano derecha, y con su mano izquierda agarraba su arreglo de rosas rojas y en su brazo cargaba una bolsa donde había aguardado las almendras y nueces que le regaló Manuel, entró muy contenta a su casa, había pasado unos días increíbles. Un poco agotada, se recostó en el sofá y dejó las cosas que traía, en la mesa de centro de la sala, sacó su iPhone de la bolsita de su chamarra de mezclilla, abrió whatsapp, y vió que no tenía ningún mensaje de Michel, frunció el ceño y una mirada de tristeza invadía su bellísimo rostro, sin pensarlo le marcó, pero el no contestó. Lucero decidió no seguir insistiendo.
-Seguramente sigue molesto, pero sus celos no tienen razón, Manuel y yo somos... amigos, simplemente amigos y nada más...- Pensó. Y soltó un profundo suspiro. -Qué barbaridad, ya hasta en una frase de canción, estoy pensando- Movió la cabeza. Nuevamente tomó su iPhone y ahora abrió Spotify, en el buscador puso su álbum digital Aquí estoy' y le dió play a “Simplemente amigos”, mientras escuchaba con atención la letra de la canción, le venían a su mente recuerdos de ella y Manuel en “el retador”, en donde justamente como decía la canción, ellos se daban con miradas, todo el amor.
“Siempre... con miradas siempre nos damos todo el amor”.
“...hablamos sin hablar, todo es silencio en nuestro andar... amigos simplemente amigos y nada más...”
“…Pero quien sabe en realidad, lo que sucede entre los dos, si cada quien llegando la noche finge un adiós…”🌠🎶
La nostalgia y melancolía invadía a Lucero. Al terminar la canción, las pupilas de Lucero se cristalizaron e inevitablemente, soltó en llanto. Decidió subir a su recámara, se llevaba su arreglo de flores y los regalos que le dió Manuel con ella. Entró a su cuarto y en el tocador, hizo un espacio para poner ahí lo que le había regalado Manuel, junto con sus rosas rojas. Fue al baño, abrió las llaves de la regadera, y con la palma de su mano medeaba la temperatura del agua, hasta que el agua quedó exactamente como a ella le gustaba, ni tan tibia, ni tan caliente, justo al tiempo. Buscó una bata de baño, y unas toallas para secar, se desnudo y se metió a dar un baño muy refrescante y relajante. Al terminar de bañarse, se secó con la toalla, su escultural y hermoso cuerpo, y se puso una toalla en la cabeza, para que su muy sedoso cabello se secara. Con el baño, Lucero se sentía más relajada, pero la melancolía aún seguía ahí con ella, tanta cercanía y acercamiento con Manuel, la estaban confundiendo, respecto a sus sentimientos, le gustaba su compañía, sentirlo cerca, muy cerca. Un remolino de emociones invadía todo su ser cada que estaba con Manuel, sentía esa ilusión, la misma ilusión de cuando el años atrás la conquistaba, para que se hicieran novios. Y por otra parte, pensaba en Michel, en lo que sentía por él. Ella verdaderamente lo quería, el se había ganado su corazón, y se sentía la mujer más amada y protegida del mundo, estando a su lado. El hacía que la vida de ella, se tornara de color de rosa. El fue quién hizo que Lucero pudiera sanar las heridas de su corazón, para abrirle la puerta nuevamente al amor, lo consideraba su alma gemela, se sentía muy enamorada y tampoco quería perderlo. Todo esto le llenaba de miedo y confusión. Se sentía sin ánimos de nada, pues estar distanciada y disgustada con Michel, la puso triste. Así que prefiero no salir de su habitación, únicamente se vistió con un pants color gris muy cómodo, una sudadera negra, sus calcetas y pantuflas. Se terminó de secar su cabello con la secadora y se lo desenredó con el peine, y con una liga, se amarró el cabello, se metió a la cama, y puso en Netflix, una serie, para tratar de distraer sus pensamientos y entretenerse un ratito.
Justamente ese día, ocurrió un temblor en México, afortunadamente ella y los suyos se encontraban bien, y del susto, no pasó a mayores, para que sus fans no se preocuparan por ella, escribió el siguiente tweet, con una foto de su carita preciosa:
Al poco rato, como por azares del destino, los celulares de Lucero y Manuel Mijares sonaron, les estaba entrando una llamada inesperada, para ambos...
Continuará...