— Pero, ¡¿qué coño?! —grité al ver semejante escena. ¿Esta era la continuación de “¿Hot-dog?”? Era una novela erótica, ¡y se estaba grabando aquí! Ah, así que ha esto se dedica mi padre.
Había una chica, que al parecer trabajaba en una empresa, o algo así, ya que traía un uniforme, sentada encima de una mesa, con las piernas abiertas y la cabeza hacia atrás, con toda su melena rubia revuelta. Frente a ella estaba un chico, Sergio Baldwin, claro, follándosela, mientras varias cámaras lo captaban todo.
— ¡Corte! —gritó mi padre—. ¡Te dije que me llamaras antes de llegar!
— ¿Qué ibas a hacer? ¿Recoger toda esta porquería en la que trabajas? ¿Mentirme más? —le dije enojada. Él me tomó de la mano con fuerza y me arrastró hasta la cocina—. Ahora sí, papá, ¿me vas a decir de qué va todo esto? ¿Por qué me sacaste de mi casa? ¿Qué quieres? ¡¿Qué te ayude con las tomas?! ¡¿Quieres que trabaje para ti?! —mis palabras fueron acalladas por una bofetada de su parte.
— Que sepas que si no fuera por todo esto habría muchas cosas que no tendrías. ¡Con el jodido dinero que gano escribiendo y con las películas es como has podido vivir tu puta vida! ¡Todo el dinero que tu madre se ha gastado en ti se lo di yo!
— ¿Y lo que ganas con las drogas? —mi padre se congeló ante mi pregunta. Se retiró de la cocina sin decir nada más.
La casa se vació rápidamente. Retiraron las cámaras y todas las demás cosas. No sabía qué hacer, sólo estaba parada en la cocina, sin poderme mover.
— ¿Jason? —logré decir al verle en la puerta—. ¿Qué haces aquí?
—Tu padre me llamó— dijo al entrar.
— Ah… —creo que sabía el por qué.
— ¿Sabes dónde está? ¿Lo puedes buscar?
— Bueno, yo… iré a decirle a Anna, la verdad es que estoy un poco ocupada ahora.
— Ah, vale, luego nos vemos.
Fui a avisarle a Anna sobre Jason. Ella fue en busca de mi padre, quien luego mandó a que acomodaran la sala para que pudieran hablar. Una vez que ambos estuvieron allí me escondí detrás de una de las columnas para así lograr escuchar algo.
— Fuiste tú, ¿cierto? —lo acusó mi padre.
— ¿Yo qué? —preguntó Jason confundido.
— Tú le contaste lo de las drogas a Kristen ¿no es así?
— Lo… lo siento, de verdad que no era mi intención hacerlo, pero simplemente pensé que era una de sus muchas empleadas, por eso lo hice, no era mi intención. Además, ¿cómo iba a saber que era su hija?
— Es mejor que te vayas buscando otro trabajo, Jason.
— No creo que pueda conseguir otro tan pronto con el que pueda seguir sustentando a mi madre, esto era lo único que tenía.
— Ya no te puedo seguir teniendo aquí…
— Eh… no es de buena educación escuchar las conversaciones ajenas —di un pequeño salto al ser sorprendida por un chico.
— Tú… ¿quién… quién eres? —le pregunté nerviosa.
— ¿Cómo te explico? Me viste hace un rato con la chica rubia, grabando…
— ¡Ya! Ya sé quién eres. ¿Qué pasa?
— Mi teléfono, lo olvidé.
— Bien, ve a buscarlo.
Caminó hacia la sala donde antes estaban grabando. Mi padre aún discutía acaloradamente con Jason. Creo que por una parte me sentía mal por él, al final por mi culpa se había quedado sin trabajo, y ahora sí sabía por qué necesitaba el dinero.
— Está más que claro que no te enseñaron modales —me sorprendió nuevamente.
— ¿Lo encontraste? –pregunté.
— Sí, aquí está.
— Entonces, te vas ¿no?
— Quería hablar con Brad.
— Está ocupado ahora mismo, cosas de su trabajo.
— Lo veré mañana entonces.
— Espera… —lo sujeté del brazo ya que estaba por marcharse— ¿No eres muy joven para el papel de Sergio?
— ¿Sergio? No, no hago de él.
— ¡¿No?!
— No, soy su sobrino… el hijo de su hermano, y la rubia era… ¿quién era? Creo que… ¡ah sí! ¡ya sé! Es la hija de una ahí, que se queda al final con Sergio.
— Spoiler.
— ¿Lees los libros de tu padre?
— Empecé ayer.
— Ah… ya me voy, tengo cosas que hacer. Nos vemos luego.
Se dio la vuelta y se marchó. Corrí hacia mi habitación, no quería que me volvieran a sorprender escuchando conversaciones a escondidas. Guardé en el armario el vestido y los zapatos que me dio Karen para después poner a cargar mi teléfono.
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Tu Elección [PAUSADA]
RomanceEl amor es una enfermedad que no tiene cura. No hay pastilla, cirugía, ni terapia que acabe con ella... Agradecimientos: @hxydey