— Pasemos —dije al fin.
El chico, como todo un “caballero” me abrió la puerta, permitiéndome pasar primero, pero yo me negué.
— No. Es tu baño, deberías pasar tú.
— Como sea —dijo él con indiferencia y pasó, luego lo seguí— Quítate el vestido.
— ¡¿QUÉ?!
— ¿Cómo piensas que voy a limpiarlo?
— Este…
— Hay papel higiénico allí, eso ayudará.
Ambos nos quedamos un momento mirándonos, como si estuviéramos esperando que alguno fuera a buscarlo. Hizo una señal con la cabeza, para después soltar un “¿Qué esperas?” Fui hasta donde me indicó y cogí un rollo de papel higiénico.
— Aquí tienes —hablé. Él abrió el grifo, humedeció un trozo de papel y luego lo pasó por la mancha.
— Esto es incómodo —dijo— Eres tan bajita, tengo que agacharme demasiado, mejor… —me tomó por la cintura y me puso sobre el lavabo.
— ¡¿Qué te pasa?! —me quejé. Pasó por alto mi cometario y siguió limpiando.
— Ya está mucho mejor que antes —el papel que utilizó lo lanzó al suelo y luego se lavó las manos.
— Gracias —le dije mientras me bajaba del lavabo.
— Puedes seguir con lo tuyo ahora, yo me largo —abrió la puerta del baño, dispuesto a marcharse.
— Espera… —lo sujeté por el brazo para evitar que saliera— No creo que esté bien que una chica salga sola del baño de chicos.
— Bien ¿nos vamos ahora? —me miré al espejo por última vez. Sí, ya estaba lista para volver.
— Vamos —salí y luego él me siguió.
— Listo, nos podemos separar aquí ¿cierto? —preguntó él.
— Sí, gracias.
— No hay de qué.
— ¿Cuál es tu nombre? —le pregunté antes de que se fuera.
— Cierto, no lo sabes…
— ¡Hey! —un chico lo interrumpió— Vamos, tío, te están esperando.
— Lo siento, otro día nos vemos –dijo el que se folló a la rubia, iba a seguir recordándolo así.
Caminé lentamente hasta que encontré a Amy y a Karen, por suerte lucían exhaustas.
— Al fin llegas, Kristen —habló mi hermana— ¿Por qué tardaste tanto? Te has perdido todo lo divertido.
— Tuve un pequeño accidente, pero ya está —le expliqué.
— ¿Ya podemos seguir bailando? —preguntó Amy.
— Calma, calma, me acabas de decir que no podías más. Vámonos ya a casa —gracias Karen, es lo mejor que se te ha ocurrido hoy.
— Sí, tengo cosas que hacer mañana —dije.
— Está bien, está bien. Vámonos ya —Amy tomó sus cosas y salió del local junto con nosotras.
Fuimos hasta el auto de Will. Karen me llevó a la casa de mi padre. Pronto me llamaría otra vez para arreglar las cosas de su boda. Abrí la puerta con muchísimo cuidado, ya era tarde, no quería despertar a mi padre. Tuve éxito, llegué hasta mi habitación sin ningún problema. Me desvestí y tomé una ducha, luego me fui a dormir.— ¿Te fue bien ayer? –preguntó mi padre mientras desayunábamos.
— Sí –le contesté. No tenía interés en seguir hablando, y ya había terminado con mi taza de café, así que me levanté, la lavé, y la guardé en una de las gavetas de arriba.
– ¿Tienes planes para hoy?
– La verdad es que sí, saldré un rato con una amiga.
– ¿Ya conociste a alguien aquí?
– No, es mi mejor amiga, de Massachusetts.
– Ah, está bien entonces. Yo tendré un día bastante ocupado. Muchas reuniones, cosas de trabajo.
– ¿En casa?
– Sí.
– Entonces supongo que debería mantenerme alejada ¿cierto? Digo, por si tienes alguna grabación que hacer.
– Kristen… –mi teléfono lo interrumpió.
– Tengo que cogerlo –le dije y fui hacia el portal– ¿Hola? –contesté la llamada.
– Buenos días, Kris. Te habla Mia.
– Ah, Mia, claro. ¿Cómo estás?
– Un poco mejor que ayer. ¿Estás libre?
– Sí.
– Perfecto, en unos minutos estoy llegando a la biblioteca central, ¿nos podemos ver ahí?
– Claro, nos vemos –corté y fui corriendo a mi habitación. Me puse una blusa blanca, una falda gris, y unos botines negros. Cogí mi chaqueta negra del perchero y salí.
Tuve que llamar un taxi para que me llevara a la biblioteca. Había olvidado decirle a mi padre que me iría, pero tiene ojos para darse cuenta. Posiblemente hoy se filmaría otro pedazo de “¿Hot-dog?” y por supuesto que no iba a estar en casa para verlo. Vi a Mia desde la ventanilla del auto, pagué y me bajé.
ESTÁS LEYENDO
Tu Elección [PAUSADA]
RomantizmEl amor es una enfermedad que no tiene cura. No hay pastilla, cirugía, ni terapia que acabe con ella... Agradecimientos: @hxydey