Primer Día.

3.6K 234 134
                                    


Mo Guan Shan odiaba muchas cosas, la mayoría de lo que existía en el mundo. Pero algo que más odiaba, era tener que trabajar y arruinar su propia rutina despertar-comer-dormir y de nuevo despertar-comer-dormir.

Y eso mismo estaba pasando. Llevaba 20 minutos siendo analizado por un señor que bien podría ser su abuelo y por otro que siendo sinceros, le estaba intimidando lo suficiente como para ponerse nervioso. Le estaba doliendo la espalda de tanto estar en una misma posición, y la tensión en el aire, no ayudaba en nada en esos momentos.

— Así que usted es Mo Guan Shan.

— Si, señor. —dijo por cuarta o tercera vez en el día, sabía para que era ese trabajo, y estaba preparado pero en estos minutos se estaba arrepintiendo de todas sus decisiones.

Ya se imaginaba tranquilo y acostado en su sillón, viendo películas mientras comía nachos.

Porque si, a Guan Shan lo que le seguía gustando a sus 22 años era estar relajado como si siguiera siendo un niño.

— Entonces, supondré que usted entiende perfectamente como tendrá que trabajar para mi. —El cara de abuelo por fin habló, causando que el pelirrojo asintiera. Todo sea por el dinero.— El nombre de quien cuidara durante el contrato ya nombrado anteriormente, e-

La voz del anciano se vio interrumpida por un fuerte portazo y gritos de ira.

— ¡Que puta mierda! —Un chico alto y de cabellos negros, entro arrasando con todo a la habitación tan oscura y al mismo tiempo elegante en donde estaba.

Bien. Mo Guan Shan ya no sabía que pasaba.

— Quiero saber quien mierda les dio el permiso de ponerme un puto guardaespaldas, no tengo malditos 5 años para esa jodida mierda.—El joven se encontraba ya cerca de su padre y su hermano, encarándoles. Y también ignorando por completo la existencia de Mo.

Buen momento para escapar. Si tuviera los huevos para hacerlo porque ahora mismo se sentía encerrado junto a 3 psicópatas.

Nada de esto estaba bien.

— He Tian. —el adulto de edad más joven nombro a aquel otro chico.— Saluda.

— ¿Por qué tendría que saludarlos a ustedes? Todos los días están detrás mío y todavía quieren un jodido saludo. Padre, ¿Por qué jodidos me asignaste un guardaespaldas?

— He Tian. —Se volvió a escuchar, ahora por parte del anciano.— Hemos dicho que saludes.

— ¡¿PERO A QUIEN QUIERE QUE SALUDEN?! ¡JODER! —se altero más, aún sin darse cuenta de la existencia del otro. Que imbécil.

Guan Shan por su parte se atraganto con su propia saliva, siendo captado por los tres He quienes le miraron al mismo tiempo.

— ¿Y ese quien es, Cheng? —Preguntó Tian, señalando al pelirrojo.

— Tu guardaespaldas.

Uno.

Dos.

Y tres segundos para que el pelinegro estallara de risa.

— JAJAJAJAJA, que, ¿esa bola roja? ¿Mi guardaespaldas?

— Oye a quién mierdas le dices bola ro-

— Joven Mo Guan Shan. —le calló el viejo, y por supuesto que el susodicho obedeció.

— Lo siento, señor. —hizo una reverencia, para después voltearse hacia él otro menor en la sala y hacer otra reverencia, esta, un poco leve.— Buenas tardes, joven He Tian, mi nombre es Mo Guan Shan, a partir de ahora cuidaré de usted.

Mad Dog. | TianShan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora