Apoyo, Otra Vez.

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╰ひ╯

No sentía nada. Incluso si había estado dormido habría sentido por lo menos cosquillas ante el tacto de He Tian, solo recuerda que estaba luchando contra si mismo para no despertar y darle un golpe pero se la nada quedó dormido de forma verdadera y al día siguiente, el pelinegro no estaba ahí. Algo obvio, es más, incluso se preocuparía si Tian se hubiera quedado con él durmiendo sentado en el piso, borracho y si, lo sabía porque el olor a alcohol había invadido su habitación tan pronto He entró, pero no podía hacer nada, y tampoco es que quisiera de momento.
Mo Guan Shan ya estaba realizando el hecho de que gustaba por lo menos un poco de Tian, no sabía con exactitud si era un gustar sincero o simple atracción, pero lo que sea que fuera que tuviera el pelinegro hacía él, él lo tenía hacía He. Pero no lo diría y mucho menos pondría sus dudas en una bandeja de plata para que Tian se la devorará de forma rápida y sencilla. Para nada. A Shan le podría gustar He Tian, pero no le gustaba la forma en la que se sentía estando con él. Porque cuando se mantenía por lo menos a unos metros de He Tian se sentía vulnerable, y le entraban ganas de que el universitario lo abrazara como si estuviera siendo protegido, a pesar de que sabía que Mo era suficiente para protegerse a si mismo, esos pensamientos no se le iban.

Querían enseñarse el camino correcto, el único defecto de todo aquello es que ninguno sabía como llegar a aquel camino.

Para ambos eran paseos de ir y venir, o quedarse en medio de la nada esperando a que el otro diera un paso ya sea hacia atrás o adelante, pero tanto se alejaban y tanto se acercaban que ninguno sabía que hacer.
Por supuesto que eran adultos, pero no tenían la suficiente madurez como para tratarse por si mismos, y a ninguno de los dos le gustaban los cristales rotos aunque uno de los dos los recogiera.

He Tian podía tomarlos y después de que Guan Shan tirará solamente uno, toda la pila que habían recogido entre ambos se desmoronaría.
El pelirrojo no estaba para nada convencido de la situación, no soportaba que el camino para llegar a He Tian no tuviera ni un solo obstáculo, porque Mo Guan Shan estaba acostumbrado a caminar con piedras bajo sus pies y le cansaba. No se convencía el hecho de que alguien le tendiera la mano sin ninguna condición, porque todo el mundo había hecho con él lo contrario a lo que hacía Tian.

Si Shan daba la mano a torcer, tenía miedo de que He no la volviera a enderezar, o tal vez tenía miedo de que su mano no le gustará al pelinegro.

Con una palma en el corazón y la otra en la cabeza, suspiró. Aquel hombre le hacía pensar de más y le provocaba dolores de cabeza, sin duda un fastidio para el ojimiel.

— Maldito mafioso. —Escupió en un susurro, con el ceño fruncido y los ojos clavados en la puerta, como si esperará algo. Como si esperará a He Tian. Se levantó con las pocas fuerzas de voluntad que le quedaban en su vida, preguntándose porque era tan difícil estar vivo, internamente golpeándose a si mismo por no saber expresarse con facilidad.

╰ひ╯

Se cuestiono a donde demonios había ido el demonio He Tian, había terminado de almorzar y pronto se puso a recorrer toda la "casa" de los pelinegros, entre comillas porque esa cosa era gigante, cosas de ricos, suponía.
Pero no estaba por ningún lado, y la cara de póker que ponía lo hacía sentirse ridículo porque a pesar de que quería disimular el hecho de que estaba buscando a cierto pelinegro, no pasaba por alto los sobresaltos que le provocaba la gente cuando le preguntaban si buscaba a He Tian.

Pero nadie le decía nada, nadie sabía donde estaba.

— Señor He. —La cabeza pelirroja de Mo Guan Shan se asomó por la puerta, viéndose solo sus ojos y sorprendiendo al anciano que había estado dando mordidas a un pequeño pastel de chocolate. El tono bajo de Mo hizo que su voz sonará suave, eso era algo que podía engatusar a todo el mundo, porque aquella voz llena de molestia y seria cambiaba repentinamente a una pequeña y leve que te hacía pensar que te estaba hablando con cariño.

Mad Dog. | TianShan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora